Amados hermanos de Yo creo en Dios, que en este día nuestro amado Creador avive nuestra confianza en él y nos llene de todas sus bendiciones.

Si en este momento te encuentras triste, sientes que has fracasado en todo lo que haces, crees que nada tiene sentido y que todo está perdido, te invitamos a hacer esta milagrosa oración a nuestro amado Señor Jesús, para pedirle que te avive la fe y la confianza en él, para que renazca en ti la esperanza y las ganas de vivir y de seguir adelante, y así, poder alcanzar todos tus sueños.

Te invitamos a hacer esta oración con mucha dedicación y con mucha fe, para nuevamente confiar en el Señor y poner tu vida en manos de él, con la confianza de que muy pronto todo mejorará. 

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Señor Jesús, ayúdame que quiero confiar en ti, porque con frecuencia me confundo y me angustio demasiado por cosas que no valen la pena, pero desde hoy y por siempre quiero dejarte al mando, quiero abandonarme definitivamente en ti y que todo sea según tus designios.

Deseo descansar en tu amor y tratar de no buscarle explicaciones a todo cuanto ocurre en mi vida, no deseo estropear tus planes e imponerte los míos, tú eres Dios y por eso de ahora en adelante te dejo actuar con libertad en mi vida y me entrego confiadamente en tus manos para que seas tú el conductor de mi existencia.

Señor hoy acepto que por lo general lo que me hace daño, es el razonamiento y cuestionamiento de todas las cosas y querer hacerlo todo a mi manera. No pretendo decirte cómo hacer las cosas, pues tú lo sabes todo, tú eres Dios, y por eso no me dejaré llevar más por los miedos ni por los fracasos.

Señor Jesús ayúdame a confiar en ti, te necesito, ya no quiero aburrirte más con mis preocupaciones inútiles que me roban la paz, y por eso quiero descansar y entregarme a ti cada día, Señor tú eres mi refugio y mi única ilusión.

Tú eres sabio y poderoso, quiero depositar solo en ti mi confianza, así que dejaré de sufrir y de preocuparme en vano, y todo lo pondré en tus manos, dejaré toda angustia a un lado y descansaré en ti.

Señor Jesús permíteme confiar en ti, pues con humildad vengo a suplicarte que me des la fe en ti. Dios mío no me dejes llenar de amargura y desconsuelo y no permitas que la desconfianza se apodere de mí, no quiero quedarme sin esperanzas, reanímame tú mi Rey, Dios mío.

Tú eres misericordioso y todopoderoso, sálvame Señor, embriágame de ti, confórtame, santifícame, óyeme mi buen Jesús, y no permitas que me aparte de ti, defiéndeme de mis enemigos y no me dejes en la muerte, apiádate de mí que imploro tu amor y tu compasión.

Tú Señor, eres mi pastor, porque siempre iluminas mis caminos y mi vida y guías cada paso que doy, tú siempre me escuchas y atiendes todos mis clamores y súplicas, yo también escucho tu voz y corro hacia ti para seguirte, pero en ocasiones me extravío del camino o me distraigo en vanalidades.

Nada me falta a tu lado, porque tú me provees de todo lo que necesito para vivir, gracias Señor por ser tan generoso conmigo y con mi familia.

En verdes praderas me haces descansar, y alivias mis cargas pesadas para que sean llevaderas, tú me alientas a seguir luchando cuando tengo deseos de claudicar, tú me proporcionas reposo, tranquilidad y eres regocijo para mi alma.

Hacia aguas serenas me conduces, porque siempre me cuidas y me proteges y envías tus ángeles a mi puerta para que me muestren las sendas de amor y de paz. Tú me das nuevas fuerzas, porque sanas las heridas de mi cuerpo y le das gozo a mi alma, tú me consuelas en medio de mi aflicción y de mis penas.

Gracias mi dulce Señor Jesús, porque me llevas por caminos de rectitud, haciendo honor a tu nombre, y gracias porque guías mis pasos hacia el camino que lleva a la vida; Tú no me dejas perderme y me regalas un propósito de vida cada día.

Aunque pase por sendas oscuras tú siempre estarás conmigo, no importa si son pruebas difíciles, que pongan a prueba mi fe, pues sé que a veces tenemos que atravesar momentos complicados, para dar testimonio de la confianza que tenemos en ti y en tu palabra.

Señor hoy nada temo porque tú vas conmigo, y te siento cerca de mí, hasta en mis pensamientos. En este momento tengo el convencimiento, de que tus caminos son rectos y seguros, y que en todo momento tu fidelidad me acompaña, así que te doy gracias Señor Jesús, porque a pesar de mis múltiples desprecios hacia ti, tú nunca me fallas, ni me abandonas, ni me pagas con indiferencia, sino que me escuchas y atiendes mis súplicas favorablemente, y por eso en este momento, deseo pedirte esto que no he podido resolver y que me llena de desasosiego.

(Si deseas pedirle algo al Señor, hazlo en este momento)

Tu vara y tu cayado me sostienen y me inspiran confianza, esperanza y sabiduría. Me has preparado un banquete ante los ojos de mis enemigos, porque tú me alimentas con palabras de vida eterna y me brindas tu protección y tu auxilio.

Divino Maestro, tú me has ungido con perfume la cabeza, y a través de este acto, siento que me invitas a la pureza espiritual, a la conversión de mi alma y a la integridad de mi ser, porque sé que me amas.

Tú siempre llenas mi copa hasta rebosar, dándome bendiciones en abundancia y derramando tu generosidad sobre mí y sobre los míos.

Tu bondad y tu misericordia me acompañan todos los días de mi vida, y por eso hoy también te doy gracias Señor Jesús, porque no tienes asco de mis pecados ni de mis faltas, y por eso no me arrojas al abismo, ni dejas que la muerte me consuma.

Señor, tú eres generoso y amoroso y por eso viviré siendo feliz en tu casa por siempre, porque me diste la promesa de quien vive de acuerdo a tus preceptos, poder habitar a tu lado por la eternidad y por eso quiero en adelante, vivir de acuerdo a tus mandatos y así obtener la vida eterna.

Rey mío tú eres mi bienhechor, eres mi libertador, mi tesoro y mi gran bendición, todos los días de mi vida.

ASÍ SEA +

Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.