Apreciados hermanos que el Santo Espíritu de Dios, llene de gozo y alegría sus vidas, en este nuevo día.
Si pasas por momentos difíciles, si te preguntas por qué están sucediendo cosas malas en tu vida, puede ser que estés alejado de los preceptos del Señor, o que realmente no estás depositando la confianza necesaria en él para que te brinde su ayuda.
Es por ese motivo que hoy venimos a auxiliarte, con esta milagrosa oración al Espíritu Santo de Dios, para que te de sus dones y te ilumine y además te conceda ese milagro que estás necesitando de manera urgente en tu vida.
Realiza la oración durante nueve días seguidos, con toda la fe de tu ser, y ten la plena seguridad y confianza, de que muy pronto, el Santo Espíritu de Dios, te escuchará e iluminará tu vida.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Espíritu Santo, me presento ante ti en el nombre de Jesús, nuestro Rey y Redentor para alabarte, bendecirte y darte gracias por las bendiciones que me das a diario.
Ven Espíritu Santo, inflama mi corazón y enciende el fuego de tu amor, dígnate por favor a escuchar mis súplicas y envía sobre mí tus dones, como los enviaste sobre los apóstoles el día de Pentecostés.
Por los méritos de Jesucristo y por la intercesión de nuestra Santa Madre del Cielo, María Santísima, te suplico que vengas a mi corazón y me comuniques la plenitud de tus dones, para que mi ser, iluminado y confortado por ellos, viva según tu voluntad, muera algún día, entregado a tu amor y así merezca, disfrutar eternamente de tu infinita misericordia.
Hoy conforme a tu voluntad, me dispongo a recibir los siete dones de ti Santo Espíritu:
Espíritu de Verdad, te ruego que me llenes del don del entendimiento, para comprender las verdades reveladas y así aumentar mi fe, distinguiendo con su luz lo que es el bien del mal.
Espíritu de Amor, te ruego que me llenes del don de sabiduría, para que saboree cada día del amor de nuestro amado Dios, y así aumente mi caridad a Dios y al prójimo, actuando siempre movido por ello.
Espíritu Santificador, te ruego que me llenes del don de consejo, para obrar continuamente con prudencia, eligiendo las palabras y acciones más adecuadas a la santificación mía y a la de los demás.
Espíritu de Bondad, te ruego que me llenes del don de Piedad, para poner en práctica la justicia y la piedad de nuestro Dios, para actuar con generosidad y amabilidad para con mis hermanos, y poder así obedecer a los preceptos de nuestro Padre Celestial.
Espíritu Omnipotente, te ruego que me llenes del don de Fortaleza, para perseverar con constancia y confianza en el camino de la perfección cristiana, resistiendo con paciencia las adversidades que se me presenten.
Espíritu de Majestad, te ruego que me llenes del don de Temor de Dios, para no dejarme llevar por las tentaciones del cuerpo y de los sentidos, y así proceder con templanza en el encuentro con mis hermanos.
Espíritu Inmortal, te ruego que me llenes del don de Ciencia, para que me libres de los engaños del mundo, del demonio y de la carne, reduciendo las cosas a su verdadero valor.
Bendito Espíritu, ilumíname con tus Santas inspiraciones, para que mi mente se aclare, sea fuerte y pueda salir de toda mala situación, y por favor dirige mis pasos para que no cometa grandes errores y sí es tu santa voluntad, concédeme el alivio y el consuelo, en los momentos de más dificultad, y en especial, en estos instantes donde la desesperación se ha apoderado de mí, por favor dame tu poderosa y milagrosa ayuda para salir en victoria de este problema que hoy tengo, por favor ayúdame con el milagro que tanto preciso en este momento:
(Ahora cierra tus ojos y pídele al Espíritu Santo de Dios, que te conceda ese milagro que necesitas, pídeselo de corazón, cree en él y muy pronto verás que se hace realidad, en el nombre de Dios)
Santo Espíritu, desde lo más profundo de mi ser y de mi corazón, yo creo, espero y confío en ti, sé que me acompañarás cuando me sienta mal y estarás a mi lado dándome el impulso necesario para seguir adelante. Sé que me guiarás por las mejores sendas, pues tú me iluminas y me inspiras con tus dones, sé que me otorgas tu santo amor para que no sufra y confío y espero que así seguirá siendo siempre, así que por favor, no dejes que desfallezca y dejé de creer ni esperar en ti.
Misericordiosamente guarda todos y cada uno de mis pensamientos y concédeme que yo pueda siempre mirar tu luz, escuchar tu voz y seguir tus inspiraciones. Que la paz reine en mi alma, que no exista mala intención en mi vida, que los que hoy me lastiman se rindan ante tu presencia Santa.
Santo Espíritu, por favor enséñame a orar y a no flaquear, a ser más fuerte, a comprender que me amas y que siempre estás a mi lado, y que este sufrimiento pronto va a pasar, pues tu promesa no olvido y sé que sí camino a tu lado, cuento con el don divino de cuidarme y salvarme, por muy rocoso que sea mi andar, por muy tortuoso que se me presente mi día, eres tú mi refugio y mi alegría.
Espíritu Santo, tercera persona de la Santa Trinidad, gracias por escuchar todas mis tristezas y mis preocupaciones, gracias además porque sé con plena confianza, que me iluminarás, me darás sabiduría y me ayudarás, mediante el milagro que necesito, a resolver mis problemas, yo a cambio, te prometo, alabarte, darte gracias y promulgar tu palabra, por siempre.
ASÍ SEA +Hermanos, ahora para acompañar y fortalecer esta petición al Espíritu Santo, los invito a hacer conmigo el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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