Estimados hermanos de Yo creo en Dios, hay momentos en nuestra vida, que pasamos por sufrimientos o angustias, debido a las dificultades que nos trae nuestro diario vivir, ya sea en el ámbito económico, amoroso o laboral, y es en esos instantes que necesitamos la ayuda celestial, para poder superar todos estos problemas.
Es por eso que en esta oportunidad te traemos esta bella oración dirigida a la Virgen de la Consolación, para pedirle su ayuda e intercesión ante nuestro Dios y Creador, para que nos guíe y ayude a solucionar aquella situación que no hemos podido resolver por nuestras fuerzas.
Te invitamos a hacer esta oración durante nueve días seguidos, con todo el amor y la fe de tu corazón, con la seguridad de que nuestro ruego será escuchado por nuestra madre, la Santísima Virgen María.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¡Madre del alma, celestial Virgen María! que bajo la advocación de Madre de Consolación nos tiendes tus prodigiosas manos para darnos auxilio y repartes entre nosotros tus bondades, y (di tu nombre), con toda la ternura, amor y deseo de mi corazón, te elijo desde hoy como Reina, Señora y Madre mía y te suplico que guíes y cuides mi vida, dirijas mis obras y palabras y me enseñes a ser mejor.
Que tu ternura, tu caridad, tu compasión, y el consuelo que me prodigas con tanto amor, me acompañen tanto en las penas como en las alegrías, que tu maternal amparo me rodee día a día y tu auxilio y asistencia me llenen de favores cuando sufra y cuando la aflicción no me permita ser feliz.
Ante ti acudo, bendita María, Madre del Salvador, para suplicar me ayudes a aliviar y remediar esta pena que llevo en el corazón.
Vuelve tus ojos bellos y puros hacia mí y libérame de tanta angustia y desesperación.
Confiadamente imploro tu celestial intercesión para que se arregle la muy difícil situación por la que paso, concédeme la dicha de ser mi mediadora ante el Señor y consigue que yo obtenga de su inmensa generosidad, este especial favor que pido con toda mi fe y con toda mi esperanza: (di el favor que necesitas del Señor).
Nuestra Señora de la Consolación, fiel y muy eficaz consuelo de los que sufrimos, hoy invoco la sublime influencia de tu poder para que me brindes tu amorosa protección, recíbeme y cobíjame bajo tu manto, que tu dulcísima bendición siempre me acompañe, me enseñe a seguir por el camino recto y me defienda contra los enemigos del alma; que tu ejemplo me anime en la lucha contra el mal y me sostenga en la práctica del bien.
Te pido ruegues a tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, por tu gracia y amparo, me otorgue lo antes posible, lo que confiadamente te pido en esta plegaria, de igual manera te pido, me concedas constancia en la oración, fortaleza en la fe, seguridad en la esperanza y una caridad y un amor abierto y generoso para con los demás.
Te lo pido por nuestro Señor Jesucristo.
Así sea. +
Ahora haz un Padre Nuestro, cinco Avemarías y un Gloria.
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