Queridos amigos de Yo creo en Dios, en muchas ocasiones las angustias y las preocupaciones no nos dejan dormir, pues al tratar de hacerlo, en nuestra mente solo rondan los pensamientos de ansiedad e intranquilidad, pues sentimos que nos invade el miedo, de no poder resolver todos nuestros problemas.
Esto pasa porque a menudo queremos resolver todas esas dificultades solo con nuestras fuerzas, olvidando por completo que necesitamos del auxilio de nuestro buen Dios, quien siempre está dispuesto a ayudarnos y a acompañarnos para que todo sea más fácil.
Y es por eso que en esta ocasión, te traemos esta bella oración dirigida a nuestro Señor, para que con su mano poderosa tranquilice nuestra mente y nuestro corazón y así podamos tener un descanso reparador y tener la suficiente lucidez para analizar y resolver todas nuestras dificultades.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, amén.
Amado Dios, hoy vengo ante Ti, porque Tú, mejor que nadie, conoces mis problemas y me puedes ayudar a solucionarlos. Te pido señor, con todo el amor y el respeto que un hijo puede tener a su padre, en esta noche, me ayudes a conciliar el sueño.
Padre Santo, en este momento, te pido que alejes de mi mente todas las preocupaciones y problemas que me agobian, me generan intranquilidad y no me dejan dormir.
Ayúdame a descansar plácidamente durante esta y durante todas las noches de mi vida, para que se alejen todos los tormentos que quieran llegar a mi vida, te pido que dejes que tu bendición descienda, como un mágico y tierno sueño que se pose en mí.
Permite Padre Celestial, que tu tierna luz de amor, ilumine mis horas de sueño. Regálame un descanso reparador para que, en cada nuevo amanecer pueda despertar con salud, vida y energía para enaltecer tu santo y poderoso nombre.
Señor, protégeme y defiéndeme esta noche de toda pesadilla o peligro que se pueda acercar a mi vida, permite que la luz de los cielos, alumbre mis sueños y déjame soñar con tu paraíso de inmensidad y de amor.
Te ruego Dios, que tu tranquilidad me envuelva esta noche, que mi hogar este protegido y que tus tiernos ángeles velen por mí y alejen todo mal de mi existencia y de la de mi familia. Visita, Padre, esta noche mi habitación y aleja de esta, las insidias del mal y haz que tu amorosa bendición permanezca siempre conmigo.
Te agradezco, Señor, porque al nombrarte, desaparecen las preocupaciones, los malos sueños, y toda presencia de angustia y preocupación que pueda haber en mi vida, porque con tu manto me ha cubierto y bendecido para que ningún mal pueda perturbar mi calma, porque has alejado al maligno de esta casa, dejando solo tu presencia de amor y paz en mi hogar.
Aquí y ahora me declaro bendecido y encomendado a ti. Gracias mi buen Dios, por custodiar esta noche mis placenteros sueños, gracias señor por habitar y gobernar sobre mis pensamientos.
Así Sea +
Ahora haz un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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