Queridos hermanos de Yo creo en Dios, bienvenidos una vez más, y deseamos de todo corazón que el Señor los colme de bendiciones.
Una de las cosas que más anhelamos en nuestra existencia, es que nuestra vida sea alegre y bendecida, pues es lo que quiere nuestro Señor para nosotros. Sin embargo, en ocasiones experimentamos en nuestra vida la tristeza y no sabemos cómo enfrentarla, parece que la felicidad se escapa de nosotros y no hay nada que logre animarnos.
Sin embargo, de lo que no nos damos cuenta, es que la verdadera alegría viene de nuestro Dios, y solo el enemigo quiere vernos tristes y derrotados.
Y es por eso, que en esta ocasión, les traemos esta oración a nuestro Creador, para que nos ayude a dejar la tristeza a un lado, y pueda sanar nuestro corazón turbado.
Te invitamos a hacer esta oración durante nueve días seguidos, con toda la fe y el amor de tu corazón, a la espera de la ayuda de nuestro Señor.
En el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Señor Jesús, tú conoces mi tristeza que ahoga mi corazón y sabes el origen de ella. Hoy me presento ante ti y te pido, que me ayudes a sanar este desconsuelo, pues ya no puedo seguir así.
Sé que tú, me llamas a vivir en paz, con serenidad, gozo y alegría, incluso en medio de las dificultades cotidianas. Por eso, hoy te pido que pongas tus benditas manos sobre mi ser, pues he sido muy sensible a los problemas, por eso quiero que me liberes de la tendencia a la tristeza y a la melancolía que anida en mí.
Hoy también te pido, que tu gracia vaya restaurando mi vida, a fin de no vivir esclavizado por el recuerdo amargo, de los acontecimientos dolorosos de mi pasado. Hoy sé, que estos sucesos, ya no existen, y es por eso que hoy te entrego la carga que llevé, y también el sufrimiento que tuvieron que soportar las personas que amo.
Mi Señor, porque sé que solo tú tienes el poder para sanarme, hoy quiero pedirte esta gracia en mi vida:
(Ahora cuéntale al Señor, el milagro que necesitas en tu vida)
Mi buen Dios, en este día, quiero perdonar a los que me afectaron, pero sobre todo perdonarme a mí mismo, pues no quiero cargar con culpas del pasado que me han hecho sufrir.
Hoy te entrego las tristezas unidas a las preocupaciones o a los temores del mañana, pues también sé que ese mañana tampoco ha llegado, por lo tanto no debo de tener miedo, sino solo confianza en que tú estarás ahí para ayudarme. Sólo hoy debo vivir y sólo hoy debo caminar en tu alegría.
Padre, aumenta mi confianza en ti, para que crezca en mi alma el regocijo y en mi corazón el amor. Tú eres Dios y Señor de la historia y de la vida, de nuestras vidas, por eso te entrego hoy mi existencia y la existencia de las personas que amo, con todos nuestros quebrantos, con todas nuestras necesidades y sé que con la ayuda de tu poderoso amor, llegará a nuestras vidas la alegría de tenerte a nuestro lado.
Así Sea +
Ahora haz tres Padre Nuestros, un Ave María y un Gloria.
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