Queridos hermanos de YO CREO EN DIOS, hay periodos de tiempo en nuestra vida, en el que las enfermedades del cuerpo o del alma nos invaden, llevándonos poco a poco a la depresión y a la tristeza, al no poder estar en condiciones óptimas para afrontar el día a día.
Es por este motivo que es esta ocasión te traemos esta hermosa oración porque Dios nos ama tanto que desea vernos libres de toda enfermedad en nuestros cuerpos y en nuestras almas. Recuerda que Dios siempre nos quiere ver bien, y por eso nos provee sanación por su misericordia, por su infinita bondad y por el amor que nos tiene.
Haz esta oración cada mañana que quieras poner tu vida en las manos Dios, para pedirle que te restaure y se lleve toda enfermedad que te cause sufrimiento y dolor y pase sobre ti su mano sanadora y victoriosa.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo; Amen.
Amado Dios en este día que comienza quiero darte gracias por mi vida y la de mis seres queridos y quiero pedirte de todo corazón por mi salud, deseo que me sanes de mis enfermedades pues tengo plena confianza en ti. Padre tú eres mi medicina y mi doctor, y por eso hoy traigo ante ti este dolor que me causa sufrimiento, que me causa angustia y depresión para que me brindes tu alivio.
Padre Santo, sé que tú puedes sanarme de mis enfermedades, porque la estoy pasando muy mal, pero confío en tu misericordia, dame si es posible tu fuerza para no decaer y dame valor para continuar con optimismo y pensar positivamente sobre esta situación que me trae en abatimiento, ayúdame Padre y escucha mi humilde oración.
Dios mío, mi dulce amor, no me dejes sin tu amparo y protección, socórreme Padre, que necesito de tu sanidad, si tú quieres puedes sanarme, si es tu santa voluntad. Deseo sanidad para servirte, para dar testimonio de tu amor y de tu grandeza, pues yo confío en ti y sé que tú quieres lo mejor para mí, permíteme ser un instrumento tuyo, un mensajero tuyo, sosiégame Dios mío y dame la paz que mi alma necesita.
Padre mío, ten piedad de mí, pasa tu mano vivificante sobre mis heridas y alivia mis dolencias, inspírame a renunciar a la desconfianza y a la duda, tómame en tus brazos victoriosos y cura todo lo que no funciona bien en mi vida, restáuralo Señor por tu amor, por tu infinita misericordia, apacienta mi ser y permíteme vivir en plenitud.
Yo reconozco tu poder, bendito eres Señor, majestuoso eres mi Dios, a ti la gloria y la alabanza por los siglos, bendito es tu Santo nombre, tú eres un Dios justo y compasivo, no permitas que decaigan mis fuerzas por causa de mi enfermedad, ven Señor y sáname, pues tuyos son la grandeza y el poder, el esplendor y la magnificencia por toda la eternidad.
Amado Dios, poderoso y amoroso Padre Celestial, me encuentro al abrigo de tu providencia, dirige mi vida y mis acciones, mis pensamientos y mis sentimientos, y regálame esa mirada tuya hermosa, generosa y compasiva, escucha mi plegaria Señor que hoy te hago desde el fondo de mi corazón lleno de amor por ti, libérame de mis dolores, úngeme con tu Espíritu Santo y estaré en paz, embriágame con tu presencia y guíame Señor hacia ti y yo iré a tus brazos corriendo de alegría.
Señor purifica mi alma, mi mente y mi corazón, cúrame por favor de los resentimientos que pueda tener en mi ignorancia, necesito la sanidad de mi alma Señor, perdóname Padre Santo por todas las veces que he pecado, que he herido a mis hermanos y que te he fallado, te pido Padre que por tu inmenso amor me regales el perdón de mis culpas y me enseñes a perdonar y a olvidar las ofensas que he recibido, pues deseo ser libre de estos sentimientos que me causan amargura y dolor.
(Ahora pídele al Señor perdón por tus ofensas, y dile a Dios qué es lo que te aqueja para que te ayude a sanar).
Amado Dios, tú eres bueno y poderoso, tú aquietas mi espíritu y alivias mis penas, a tu lado soy feliz, tú me inspiras cosas maravillosas, de tus manos recibo siempre amor y bendiciones, por eso te pido Padre Amado que me llenes de vitalidad, de sanidad y de fortaleza. Sana por favor las heridas de mi corazón, para que pueda recibir también la sanidad de mi cuerpo.
Padre bondadoso y clemente, purifícame y líbrame de la ira y del rencor, que tu piedad y tu dulzura me acompañe todos los días de mi vida y que tu Espíritu Santo me de sabiduría, discernimiento y sensatez, permíteme Padre Santo, deshacerme del orgullo, del egoísmo y de la soberbia y también de cualquier otro sentimiento que pueda causarme daño. Enséñame a amarte a ti y a mis hermanos como tú lo deseas, ayúdame a servirles con amor y con caridad, desde la situación en la que me encuentro, para que mi vida sea de tu agrado y así poder experimentar tu amor y tu sanidad.
Padre virtuoso, benevolente y lleno de gracia, transfórmame por tu bondad en un sol radiante lleno de luz, para encender los corazones de las personas que se encuentren a mí alrededor, renuévame y cambia mi mala actitud y así mi vida dará frutos dignos de tu amor. Hazme dócil a ti y a tu voluntad, para honrarte y glorificar tu Santo nombre.
Dios mío, sana también a todos aquellos hermanos que padecen de alguna enfermedad, y corta todo lo malo y échalo fuera en el nombre de Jesús nuestro Señor. También en este momento te pido que extiendas tu mano sanadora sobre cada uno de nosotros y sobre nuestras familias.
Señor Dios mío, obra poderosamente sobre estas enfermedades, destrúyelas y triunfa como siempre sobre el mal, hoy declaro que tú tienes el poder para sanarme, y tienes planes maravillosos para mí vida que hoy acepto, tú me llenas de bienestar y de bendiciones. Padre levántame con tus palabras de vida eterna y ayúdame a recorrer los caminos que has diseñado para mí.
Desde ya te doy gracias Señor Dios mío, por atender mi oración y por darme la paz que mi alma ansía, por darme la sanación de mi cuerpo y de mis sentimientos, en el momento justo que tú lo consideres, y según sea tu voluntad.
ASÍ SEA +
Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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