No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo que es perfecto.
Romanos 12: 2.
La versatilidad es una cualidad algo difícil de lograr, sin embargo si te permites explorar nuevas cosas y te adaptas a los cambios, es decir eres versátil, tu vida tendría mayor sentido porque esto te permitirá tener un espectro mayor acerca del camino que tienes por recorrer.
Aceptar una transformación es vivir mejor, y para alcanzar esto es importante modificar tus pensamientos, porque muchos de ellos son los que te llevan a sentir miedo ante los cambios que la vida te presenta. A veces incluso te hacen ver el abismo más grande de lo que en realidad es.
Porque aún en los momentos de prueba, en esos instantes donde te sientes hundido, ahogado, fatigado, exhausto, entre otras, Dios no te abandona. Además recuerda que las pruebas son oportunidades que te son otorgadas para que tu vida cambie y conozcas en plenitud la felicidad y la gloria.
Por esta razón están ustedes llenos de alegría, aun cuando sea necesario que durante un poco de tiempo pasen por muchas pruebas.
Porque la fe de ustedes es como el oro: su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser así probada, merecerá aprobación, gloria y honor cuando Jesucristo aparezca.
1 pedro 1: 6-7.
Ser versátil implica comprender que Dios prueba tu fe para que goces de la vida eterna, para que puedas disfrutar de tu vida, y seas feliz incluso en la adversidad. Porque lo mejor del cambio es lo que aprendes de ti mismo, las capacidades que descubres en ti y las cualidades que exploras al superar cada obstáculo que aparece en el camino.
Igualmente no olvides que Dios te fortalece con cada experiencia que tienes en la vida, acuérdate que como dicen por ahí no es fuerte quien nunca ha caído, sino aquel que aprende a levantarse con más fuerza y esperanza.
Por tanto confía en Dios y mantente alerta, cambia toda forma de pensar que te aleje de ti, de tus creencias, de tus pasiones y de lo que te hace feliz, todo aquello que te lleve a traicionarte a ti mismo, que te haga infeliz no vale la pena seguirlo y ante el miedo a una nueva oportunidad que cambie tu vida por completo alegra tu corazón y confía en el Señor, Él sabrá iluminar tu camino.
No endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron y pusieron a Dios a prueba en el desierto.
Hebreos 3: 8.
Todo cambio asusta, sin embargo, no dudes de Dios, no intentes probar si te ha abandonado porque seguramente es el miedo quien está hablando por ti y si hay una ocasión de transformación en tu camino es porque es necesaria y lo que viene después es mejor que lo que tienes en el momento.
O quizás si no es mejor es algo diferente pero no malo, ni peor de lo que tienes o por lo que estás pasando, porque un padre no quiere algo malo para sus hijos, Dios no te olvida, en todo momento te protege y lo único que desea es la felicidad para ti.
Abre tu corazón y tu mente, cámbialos para que tu modo de vida se modifique y así alcances la voluntad de Dios y puedas ser testimonio para otros, para que con tu ejemplo animes a tu prójimo a aceptar el cambio y vivir plenamente, lleno de gozo y amor. Sin miedo a que su vida sea transformada, porque no olvides que el miedo es el arma más peligrosa que existe.
Quien no quiere que seas feliz y que progreses siembra miedo en ti para paralizarte y mantenerte en un mismo punto sin que te preguntes nada, ni sientas curiosidad por probar cosas nuevas y explorar algo diferente a lo que te presente esa o esas personas o situaciones.
Que el señor los ayude a amar como Dios ama y a tener en el sufrimiento la fortaleza de Cristo.
2 Tesalonicenses 3: 5.
Transforma también aquellos sentimientos de odio, venganza, rencor y lo que aqueje tu corazón y tu mente. Arranca toda idea que te lastime, te ocasione sufrimiento y te hiera, el cambio inicia por tu corazón y tu cabeza, modifícalos, decide seguir el camino del amor, guíate por el amor de Dios.
Porqué constantemente te enfrentas a tomar decisiones, a dar respuesta a nuevas opciones, debes saber que esto facilita que fluyas y nada mejor que hacerlo en el amor, que asimismo te ayuda a creer en la posibilidad de cambio. Pero sobre todo te motiva a actuar, que es más importante que únicamente tener la intención de hacerlo.
No olvides que es mejor arriesgarte a perder que no intentarlo jamás, y en el sufrimiento es vital ver más allá de él, y tener fortaleza apoyándose en Cristo, el mayor cambio que puedes realizar en tu vida es acercarte a todo lo que te genere paz y tranquilidad.
Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara, somos como un espejo que refleja la gloria del Señor, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del Señor, que es el Espíritu.
2 Corintios 3: 18.
Si deseas tener una mejor vida permítete reflejar los aprendizajes que quedan de los cambios, mantenerse en constante cambio depende de iniciativas pequeñas y da cuenta de lo que hay en tu corazón.
Asimilar cada transformación habla de tu capacidad para aceptar lo que Dios ponga en tu camino y de la habilidad para superar las adversidades aprendiendo de cada experiencia y así revelar tu espíritu que es reflejo de la presencia de Dios en tu vida.
Una vez reconoces que el cambio es oportunidad para mejorar lo único que te hace falta es no dejarte vencer nuevamente por el temor. Ser imagen de Dios es dejar actuar al Espíritu y no negarte a pasar cada obstáculo que se presente en tu vida.
Cambiar hace de ti una mejor persona cada día y permanecer en sintonía con los demás, con la mejor energía del universo que es el amor de nuestro buen Dios.
Que Dios te ilumine y te bendiga.
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