Estimados amigos de Yo creo en Dios, en ocasiones creemos y pensamos que podemos dirigir nuestras vidas de manera correcta, sin la ayuda de nadie y alcanzar el éxito, ilusión que por lo general se desvanece, pues la mayoría de las veces nos encontramos con el fracaso y no sabemos qué hacer o por qué sucedió esta situación y cuando nos encontramos sin fuerzas y desesperados, es entonces cuando reconocemos que no podemos solos y que necesitamos de la ayuda de nuestro buen Dios, para que guíe nuestros pasos y para que de sentido a nuestras vidas.

Y es por esa razón, que en esta oportunidad te traemos esta hermosa oración a nuestro Señor Jesucristo, para ponernos bajo su protección y además reconocerlo como nuestro salvador y amigo fiel, para que todo en nuestra vida mejore, nuestras finanzas, nuestra salud y todas las cosas que hacemos a diario.

Haz esta bella oración durante nueve días seguidos si tienes una gran dificultad, o cada que necesites encontrarte con Dios y decirle lo mucho que lo amas y lo necesitas, de seguro Él estará a tu lado dispuesto a ayudarte.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Oh mi Señor Jesús, verdadero Dios, verdadero hombre y verdadero Rey de los Cielos y de la tierra, Rey de amor, de justicia y paz, Rey de mi vida y de mi corazón, te acepto como mi Dios y mi soberano Señor. Yo reconozco mis pecados y te pido perdón por cada uno de ellos, te presento toda mi vida desde el momento en que fui concebido hasta ahora, en ella están todos mis aciertos, mis alegrías, pero también mis errores, fracasos, angustias, y sufrimientos.

Señor Jesús, hijo del Dios vivo, ten compasión de mí que soy pecador. Sálvame Jesús, perdona mis pecados conocidos y desconocidos. Libérame Señor Jesús, de todo vicio y de todo dominio del mal en mi vida y que tu presencia, me sirva también para perdonar de corazón a todas las personas que me ofendieron, que me hicieron daño y que intentaron el mal contra mí, y así como estoy pidiendo tu perdón para mis pecados, contando con tu gracia, yo, en este momento las perdono de corazón y las entrego a ti, clamando para mí persona y para ellas tu infinita misericordia y tengas compasión de todos nosotros tus hijos.

Y ahora, Amado Jesús, te pido que vengas a mí; yo te recibo como mi dueño, como mi Salvador y mi Señor. Ven a mí, dame la gracia de vivir tu Palabra en todas las circunstancias de mí vida, inúndame con tu Espíritu Santo.

Ven a vivir en mí, Amado Jesús de mi alma, y no permitas que me aleje de ti. Con todo mi corazón profeso la fe de mi bautismo, confiando en que la Gracia que el Padre nos concede a través de ti por el poder del Santo Espíritu, me sanará, me sostendrá y me guiará todos los días de mi vida y por siempre, sobre todo en esta nueva etapa que hoy comienzo a tu lado.

Ayúdame a tener sabiduría Señor Jesús, concédeme tu gracia y que tu misericordia me permita verte. Jesús sabes que yo necesito de ti  para vivir, guíame por el buen camino, guíame en mis decisiones y acciones. Muchas veces he intentado ser una mejor persona a mi manera, pero con cada lucha reconozco que mis fuerzas se agotan al intentar hacer lo correcto, soy débil ante el dolor, ante las adversidades y ante las tentaciones.

Ayúdame Padre, dame ánimo cuando me veas desfallecer, dulce Jesús de mi vida, sin ti no puedo vencer mis miedos, mis temores, mis angustias, sin ti no tengo fuerzas, sin ti el vacío de mi corazón me consume, sin ti todo se ve oscuro y siento que me pierdo. Jesús perdona mis momentos de flaqueza y ayúdame en estos momentos de debilidad.

Señor Jesús, sé que tu fuerza me sostiene, sé que tu misericordia para conmigo es infinita, ayúdame a permanecer fiel a tu palabra y a tener confianza en ti cada día, porque tus planes para mí son perfectos, ayúdame a darme cuenta que en ti todo lo puedo, que te necesito y mi alma tiene sed de ti, reconozco las muchas bendiciones que de ti recibo.

Eres mi fortaleza, mi paz, mi alegría, eres mi esperanza, mi amor y mi valentía, eres mi auxilio, mi padre y mi proveedor, te necesito Señor Jesús. Acudo a ti Señor, aleja de mi todo lo que me cause daño. En ti puedo descansar de mis cargas pesadas, hazme manso y humilde de corazón y escucha por favor mis súplicas.

(Ahora dile a nuestro Señor Jesucristo tu problema o necesidad y la ayuda que se deseas recibir de los Cielos).

Dulcísimo Jesús de mi alma, digno y generoso Padre, sé que quieres lo mejor para mí y por eso me concederás únicamente lo que me conviene y desde ya te doy gracias. Te amo y te proclamo como mi bienhechor y mi salvador, tuya es mi alma y mi ser por siempre, abre mis labios, mi corazón y mi mente para que sepa honrarte como mi único Rey y Señor.

Tú mi buen Jesús, mi amado Jesús, quédate a mi lado, refúgiame en tu Sagrado Corazón: que tu Presencia sea la luz radiante que necesito para salir de la oscuridad, que tu Amor me envuelva, y que tu justicia y tu verdad sean los que inspiren mis pasos cada día.

Bendice la vida de mis seres queridos, bendice también la mía, bendice mi hogar, bendice mi trabajo y mis actividades, abre tus divinos brazos y concédenos tu protección, tu sabiduría y tu misericordia. Gracias Padre, porque me amas y me enseñas a amarte, en tus manos encomiendo mi vida y todo mi ser.

ASÍ SEA +

Ahora haz el Credo, un Padrenuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.