Queridos hermanos de Yo creo en Dios, cada mañana es un nuevo comienzo, una nueva oportunidad de vivir y hacer mejor las cosas, por eso te deseamos que el Señor te bendiga y te renueve en este nuevo día.
Existen ocasiones en nuestras vidas, en las que nos vemos envueltos en dificultades, a lo mejor por situaciones externas, problemas que nos llegan y no hemos podido resolver o incluso por problemas creados por nosotros mismos y que nos llevan a la desesperación.
Es por este motivo que en esta ocasión te traemos esta dulce oración al Ángel de la guarda para que su presencia nos inspire a hacer el bien, podamos solucionar nuestros inconvenientes y que a la vez nuestros actos sean agradables al Padre Celestial.
Haz esta oración con mucha fe y amor durante nueve días seguidos, o siempre que necesites un refugio seguro, un consejero espiritual, un gran defensor y un amigo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Ángel de mi Guarda, Ángel bendito lleno de amor y bienestar, Ángel custodio que fuiste asignado a mí por el poder, sabiduría y bondad de Dios, defiéndeme y acompáñame en mi caminar por la vida y después de la muerte, no te apartes de mí un solo instante, yo siempre espero tu auxilio y con todo mi ser en ti confío.
Ángel mío, presencia amorosa de Dios en mi vida, cuida y guía todos mis pasos, y cuando te llame por favor, ven con prontitud a socorrerme, intercede por mí ante el Padre Celestial, llevándole mis mensajes de amor y arrepentimiento por mis pecados y exponiéndole mis necesidades, para recibir de sus manos piadosas todas sus bendiciones y sus gracias. Ángel bueno, ángel guardián, te pido que me sigas asistiendo en todo tiempo y lugar, y que vengas a mí encuentro siempre que te llame, para hacerme compañía.
Ángel Santo del Señor, que con entrega me guardas y vigilas, te invoco con todo mi corazón y me encomiendo a ti pues preciso de tu poder, dulce Ángel de mi guarda, mensajero de Dios en la tierra, pídele a mi Padre, Dios del Cielo, que me aleje de la tristeza, la angustia y las aflicciones del cuerpo y del alma, y ayúdame a seguir sus instrucciones para que no desvíe mis sendas del bien.
Ángel bueno, ministro de Dios, abre mis caminos a la verdad, la justicia y la paz, y ayúdame para que a imagen tuya, pueda yo también cumplir los mandatos de mi amado Dios, guíame para hacer la voluntad de mi Padre y que mi vida dé buen fruto y sea de su agrado.
Entra Ángel mío en mi corazón, otórgame sabiduría para hacer lo correcto e ilumíname en momentos de peligro. Mi buen Amigo y protector no me desampares nunca y presérvame del mal. Ángel mío, Ángel bello, cúbreme con tus portentosas alas y defiéndeme del enemigo que quiera hacerme daño. Ángel de mi guarda, mi fiel compañero, tú que me asistes siempre y quieres lo mejor para mí, te pido intercedas ante nuestro Señor, para que me ayudes a solucionar esta difícil situación que hoy me llena de tristeza:
(Ahora cuéntale al Ángel de la Guarda tu dificultad y pídele con fe que te ayude a encontrar la solución).
Ángel bueno, lucerito radiante, anúnciame todo el día lo que le agrada a mi Dios, cómo debo orarle, qué debo pedirle y cómo amarle, haz que mi vida esté llena de luz y de bendición, y protégeme y cuídame para que mi alma no se vea amenazada con tantos peligros existentes. Ángel de la guarda, mi dulce mediador, tú que estás delante de la presencia de Dios, aboga por mí en todo momento, ya que eres mi buen tutor y mi guía espiritual.
Espíritu celestial, líbrame de caer en tentación, custodia mis pensamientos día y noche e ilumina mi entendimiento para administrar adecuadamente mi vida, mi hogar, mi trabajo, mis finanzas, mis amistades, mis acciones y mis sentimientos, para vivir en plenitud y nunca jamás ofender a mi buen Dios.
Ángel bueno, aléjame del pecado, ilumíname con tu resplandor, y ya que soy fiel devoto tuyo, te pido por favor que me enseñes el camino de la salvación. Dulce Ángel de la guarda, que provienes del amor de Dios, dale paz a mi mente, a mi cuerpo y a mi alma. Tú que eres mi bienhechor, mi amigo y mi guía, te doy gracias porque me libras de la caída, me hablas al oído y me inspiras cosas maravillosas, obras bellas y agradables a Dios.
Mensajero del cielo y amigo fiel, no permitas que mi alma se pierda, líbrame de los chismes, envidias, celos, temores y dudas y ayúdame en mis momentos de debilidad, de desobediencia hacia el Padre, pues deseo hacer el bien, pero en ocasiones es el mal el que sale de mí.
Ángel de mi guarda, le doy gracias a Dios por ponerte en mi camino y porque con tu magnífica presencia y defensa, me libras del mal, eres mi escudo, mi protector y mi dulce compañía. Te pido que sigas siendo siempre mi protección y mi guía, para ser una mejor persona cada día, que dé buenos frutos en la vida, por eso confío y siempre confiaré en ti Santo Ángel.
ASÍ SEA +
Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
Comentarios