Queridos hermanos de Yo creo en Dios, en muchos momentos de nuestra existencia nos sentimos solos, angustiados, desesperados e infelices y se nos olvida que Dios nos ama, está siempre atento a nuestras necesidades y nos escucha porque somos sus hijos y su más preciada creación.
Por eso con toda confianza en su infinito amor debemos orarle y contarle acerca de todo aquello que nos desvela y nos impide avanzar.
Te invitamos a hacer esta bella oración de la noche por siete días o cuando necesites de su orientación y guía, para que puedas dejar en sus manos todas tus pesadas cargas y toda tu vida él y de esta manera confiar en que Dios te ayudará muy pronto.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Buenas noches Señor Jesús, quiero que este tiempo de adoración sea dedicado a ti, pues deseo liberar todos mis malos pensamientos y que seas tú quien me ilumine con tu presencia. Deseo buscarte y encontrarte en esta mi oración y que seas tú Señor, el que renueve mi vida y todo mi ser, pues no puedo caminar en soledad porque constantemente equivoco mis pasos y caigo en tentación, pero contigo mi vida es diferente, sé que tú me amas y por eso quiero estar a tu lado.
Señor, necesito de tu ayuda, quiero dejar en ti todas mis cargas, mis agobios y mis penas; en ocasiones me siento mal y me distraigo con los afanes del mundo, pero tú me indicas lo que debo hacer para tener paz. Yo sé que tú tienes bellos propósitos para mi vida, y por eso hoy me entrego a ti y dispongo mi corazón para que entres y transformes todo lo malo que haya en mí.
Divino Maestro, hoy quiero agradecerte por todo lo que haces con mi vida, tú me has librado del castigo por mis culpas, tú me renuevas y me sostienes para que mis pies no tropiecen con piedra alguna, así que te doy gracias Señor Jesús, porque tú me das las fuerzas para continuar cada día.
Mi Dios, tú me diste la salvación de mi alma y en tu misericordia hoy puedo decir que me has rescatado de mis miedos y de mis temores limitantes; gracias por el techo, por mis hijos y por mi familia; llévate todo lo malo de mí, llévate todo lo que me hace juzgar y murmurar, pues hoy deseo edificar a otros con mis palabras y con mi ejemplo.
Señor, celebro que tu presencia esté en mi vida, gracias por permitirme escuchar tu dulce voz, ya que deseo que tú me guíes y pueda descansar en ti, gracias por ser tan bueno conmigo y por todo lo que dispones en mi vida, que es para mi bien.
Querido Jesucristo, hoy reconozco que solo tú eres digno de honor y de alabanza, gracias porque me liberas de la destrucción y por limpiar la maldad de mi alma, ayúdame a librarme del deseo de pecar y no permitas que las adversidades me nublen la mente. Te pido Señor, que me acojas en esta noche, para encontrar la paz y el descanso en ti, y que por favor te lleves mis sufrimientos:
(En este momento cuéntale a Dios todo lo que te aflige, te esté robando la paz y te quite el sueño, para que te dé su bendita ayuda)
Mi amado Señor Jesús, tú eres bueno, tierno y amoroso, tú eres fiel y me cuidas, me proteges y bendices. Señor mío, tú no tienes en cuenta mis fallas, ni mis errores o fracasos; y a pesar de mis imperfecciones, nunca me has dejado de amar, ni te separas de mí, tú nunca me rechazas por mayores que sean mis faltas, solo te apiadas de mí y me regalas tu misericordia, pues tu amor es único, infinito e incondicional.
Amado Creador, tú deseas siempre lo mejor para mí y me vas llevando por sendas de paz y de armonía, yo me arrojaré a tus brazos y me dejaré guiar por ti, porque confío en que todo lo que me presentas en mi vida es lo correcto, está bien y es perfecto para mí.
Señor te suplico que me guíes, que me dirijas y me orientes, que pongas en mi mente y en mi corazón lo que debo hacer y lo que debo emprender cada día; gracias Dios mío por curarme de mis heridas y quebrantos y por levantarme del suelo en el que me dejan mis pecados.
Dios mío, tú eres mi amparo y mi fortaleza, mi ayuda y mi consuelo y mi roca firme en todo tiempo, no hay nada imposible para ti, pues tú eres todopoderoso y supremo, tú eres mi hacedor, mi creador y después de ti no hay nada. Tu sabiduría y tu bondad son infinitas y siempre quieres que yo esté bien, que no sufra y que esté tranquilo y en armonía con todos mis hermanos, permíteme hacer tu Santa voluntad y ser dócil a tu dirección porque solo así encontraré mi verdadera felicidad.
Gracias por escuchar mi oración, por amarme tanto y por darle paz a mi alma.
AMÉN +
Y ahora, para que nuestro amado Jesús nos escuche aún más, te invitamos a hacer el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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