Queridos hermanos de Yo creo en Dios, que nuestro Señor los colme de sus bendiciones y protección en este nuevo amanecer.
Todos hemos tenido en algún momento, dificultades o situaciones de peligro en las que incluso nuestra vida puede estar comprometida, y a pesar de haber implementado diferentes estrategias para protegernos, sentimos a diario que estamos desamparados.
Esto sucede sin saberlo, porque también necesitamos de la defensa y protección de nuestro Padre Celestial, el cual nos ha dejado una poderosa herramienta para pedir su auxilio y es la oración.
Es por este motivo que en esta ocasión, te traemos esta bella y poderosa oración, como escudo de protección en contra del mal y para entregarnos en sus hermosas manos, pues si abrimos nuestro corazón y confiamos en su infinita misericordia, nos daremos cuenta que los planes de Dios para nuestras vidas son perfectos.
Animémonos y sintámonos impulsados a vivir en la presencia de Dios, porque él todo lo puede y siempre quiere lo mejor para nosotros.
Te invitamos a hacer esta oración durante siete días seguidos o cuando la necesites, para pedir su protección y fortaleza sobre todo en los momentos que nos sintamos angustiados y abatidos por nuestros problemas.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¡Oh mi buen Dios!, en este nuevo día, te alabo y te bendigo y te doy gracias en primer lugar por darme la vida, por permitirme disfrutar de todas las maravillas que has puesto en la tierra para mí, pues sé que como creatura tuya, has dispuesto lo mejor para mí.
También te doy gracias por un día nuevo, por la oportunidad de seguir luchando por un futuro mejor, seguir trabajando y de tu mano, sacar adelante a mi familia y mis proyectos.
Mi Señor, tú eres mi refugio, mi fortaleza y por eso en ti confío, porque el que habita al amparo del altísimo, se acoge a la protección del Todopoderoso. Mi Dios, hoy sé que tú me salvarás de todos los peligros que hay en esta tierra, de los que veo y los que están escondidos. También me ampararás de las enfermedades peligrosas, pues bajo tus alas encontraré siempre buen refugio.
Tu fidelidad mi Señor, será mi escudo y mi muralla protectora, pues contigo, no temeré al terror de la noche, ni a las flechas que lanzan mis enemigos en el día, ni a las plagas que andan en la oscuridad, ni al exterminador que llega a plena luz del día.
En los momentos más difíciles mil caerán a mi izquierda y otros mil a mi derecha, pero a mí no me sucederá nada, porque siempre estás conmigo y veré cómo los malos y perversos recibirán su merecido.
Señor, sé que gracias a que confío en ti y a que quiero que tú seas siempre mi refugio y amparo, nunca me sucederá ningún mal y ninguna plaga, catástrofe o calamidad se acercará a mi morada.
Padre Santo, porque sé que eres bueno y quieres lo mejor para mí, hoy quiero que me ayudes a resolver esta situación que me llena de intranquilidad:
(Cuéntale al Señor tus problemas y pide su poderosa y bendita ayuda)
Gracias infinitas te doy mi Señor, te pido que ordenes a tus poderosos ángeles, que me acompañen y protejan a donde yo vaya, que me lleven en sus manos siempre, para que mis pies no tropiecen con piedra alguna y me alejen de las acechanzas del enemigo.
Señor, te pido me des el poder y la confianza, para que siempre pueda ganar las batallas que se presentan en mi vida, pueda vencer a mis enemigos y triunfar sobre todos las pequeñas y grandes dificultades que se me aparezcan a diario.
Mi buen Dios, sálvame de todo mal y peligro, yo confío en ti. Protégeme en cada instante de mi vida, pues yo te reconozco como mi único Dios y sé que el que pide a ti en momentos de angustia, recibe de ti respuesta, lo rescatarás, lo honrarás, lo saciarás, le darás larga vida y le harás ver tu salvación.
Te lo pido en nombre de tu hijo, nuestro Señor Jesucristo, que es un solo Dios contigo y para siempre.
AMÉN +
Ahora haz el Credo, tres Padrenuestros, tres Avemarías y tres Glorias.
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