Queridos amigos de Yo creo en Dios, que nuestro Padre Celestial los llene de bendiciones en este nuevo y bello día.

En ciertos momentos de nuestras vidas, pueden presentarse muchos problemas, las cosas no nos salen como queremos, el dinero es escaso, no tenemos un trabajo estable, las enfermedades se manifiestan, no tenemos éxito en el amor, y nuestra vida es un caos.

Todas estas circunstancias pueden llevarnos a que entremos en depresión, a que nos desesperemos y por ende, perdamos la fe en Dios, en nuestros hermanos y en nosotros mismos.

Es por esta razón, que en esta ocasión, te traemos esta poderosa oración a nuestro Padre Celestial, para que nos dé la oportunidad de comenzar nuevamente, y de solucionar todos los problemas y conflictos que tengamos en nuestra vida.

Te invitamos a hacer esta oración durante 21 días seguidos, antes de ir a descansar, con toda la fe y el amor de tu corazón, con el convencimiento de que Dios te permitirá derrumbar todas las montañas que te han traído dificultades a tu vida.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Espíritu Santo, Señor y dador de vida, luz de potente consuelo y guía de mi alma, sabor que endulza mi vida fraterna, impulso que me ayuda a avanzar en este camino espiritual, hoy te saludo y te doy gracias por permitirme despertar un día más y por todas las bendiciones que a diario llegan a mi vida.

Bajo tu luz me cobijo hoy y busco en ti encender la llama de tu amor en mi fe, que pueda yo reconocerte y alabarte, que sienta gozo con tu presencia santa, que no me aflija con el sufrimiento, ni con los problemas, porque de ahora en adelante, estaré bajo tu protección y bajo tu amparo.

Mi buen Dios, en este momento de mi vida, cuando atravieso mil dificultades y cuando siento que mi fe se desmorona, me avergüenzo de mi poca lealtad, pues muchas veces pierdo las esperanzas y siento que me hundo y desfallezco. Pero hoy, todo ha cambiado, pues siento tu presencia en mí, y sé que de ahora en adelante te buscaré y tú me responderás, pues tú no huyes de mí, como mis enemigos o como los cobardes, sino por el contrario me tomas de tu mano y me llevas hacia ti, para protegerme y salvarme de todo mal y peligro.

Señor, junto a ti yo quiero caminar y aunque parezca imposible apoyar mis pies en el camino rocoso, tú me ayudarás a soportar todo dolor y toda dificultad. Mi Dios, hoy reconozco todas mis debilidades, todos los errores que he cometido que me han llevado hacia la oscuridad, y han hecho que por momentos haya ofendido y lastimado a otras personas, por eso te pido tu perdón y sin querer mirar atrás pero con mucho arrepentimiento, vengo para que me impulses por tu senda misericordiosa, que mis oraciones lleguen a tus oídos y que mis lamentos, puedan acabarse muy pronto.

Mi Dios, sé que no merezco ni siquiera  tu mirada, pero confió en tu gran poder, y sé que con esta Poderosa Oración, tú me escucharás y me ayudarás en estos momentos de grandes dificultades que tengo, por eso te pido que te apiades de mí, y me ayudes a solucionar esta situación que me trae en sufrimiento:

(En este momento cuéntale a nuestro buen Dios, el problema que tienes y pídele su milagrosa ayuda)

Señor, tú dijiste que si teníamos fe aunque sea como un grano de mostaza, seríamos capaces de mover montañas, y por eso hoy con gran fe, clamo a ti, a tu poderosa mano y a tu gran misericordia, para que seas tú, el que pase sanándome, ayudándome y dándome las fuerzas necesarias, para mover de mi vida, las montañas de la pobreza, de las enfermedades, del desamor y de todo lo que ha traído mal a mi vida, para que pueda dar gloria a tu bendito nombre y sea testimonio de tu amor.

Mi Dios, hoy te alabo con mi voz y en silencio yo te busco, mis manos se levantan y te rinden culto, mis rodillas se doblan y caen rendidas ante ti, reconociendo que tú eres el único Dios en mi vida, por eso hoy te digo que te alabo con el corazón Padre mío y que cantaré alabanzas en tu honor, y lo haré en voz alta para que todos escuchen mi testimonio.

Tú vives en mí y en todas mis cosas, tú eres mi fuente y mi luz, tú eres la estrella de mi vida, tú eres mi gran protector. Que el enemigo se esconda, que la maldad se opaque ya,  que la luz resplandezca en cielo y en la tierra y que tu amor invada mi alma ya.

Señor, todas las naciones hoy te alaban, en todo lugar hoy estás, te invitamos a que permanezcas en nuestras vidas y en nuestro corazón, que los niños te proclamen, que los jóvenes te reconozcan y que los hombres y mujeres se inclinen y te adoren por siempre.

Hoy se asoma ya el sol, la luna se está ocultando, tú llenas  mi mundo, tú me das paz y amor, gracias te damos todos, gracias te doy yo a ti, confió y en ti creo, Gloria a ti mi gran Señor, te amo y te adoro Padre Celestial.

Hoy mi fe en ti se acrecienta, ya no dudaré y en nombre tuyo expulsaré de mi vida todo lo que me hace daño, y tengo la seguridad al estar a tu lado, que todo lo bueno vendrá.

ASÍ SEA +

Ahora haz el Credo un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.