Queridos amigos de Yo creo en Dios, que toda la protección del Señor llegue a ustedes en este nuevo día.
En muchas oportunidades sentimos que no avanzamos, pues las cosas en general no nos salen bien, el dinero no llega, no tenemos suerte en el amor, nuestras relaciones personales no son buenas, e incluso por algún motivo, tenemos el infortunio de tener personas que no gustan de nosotros y se convierten incluso en nuestros enemigos.
Debido a esto, en esta oportunidad te traemos esta milagrosa oración al Arcángel San Miguel, para que nos proteja de todo mal y peligro, y aleje de nuestras vidas a todos nuestros enemigos y todo aquello que nos pueda perjudicar.
Te animamos a hacer esta oración en las mañanas, durante nueve días seguidos, con mucha fe y amor, con el convencimiento, de que recibiremos la ayuda de nuestro Creador a través del Arcángel San Miguel.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bendito Arcángel San Miguel, príncipe y general de los ejércitos celestiales, custodio y defensor de las almas, guardián de la Iglesia, dominador y vencedor de los espíritus rebeldes de la oscuridad, hoy acudo a ti con desespero, para pedir tu gloriosa ayuda, para que por favor te dignes ser el defensor de mi vida y de la de mis seres queridos.
Oh Glorioso príncipe de la Huestes Celestiales, San Miguel Arcángel, por favor defiéndeme en todas las batallas, y sobre todo en el terrible combate por el que estoy pasando en estos momentos, pues es cierto que los espíritus del mal acechan en todo momento, por culpa de la potestad del aire, el cual actúa por medio de los que desobedecen a Dios, y yo no quiero hacer parte de las ovejas perdidas del rebaño, pues realmente necesito del Señor para que mi vida mejore.
San Miguel, humildemente te ruego, me libres de todo mal, peligro y enemigo que pueda dañarme o perjudicarme, ya que soy una persona que confía mucho en los demás, que les brinda todo de sí, esperando cosas buenas, pero en ocasiones suelo encontrarme con gente que quiere perjudicarme, que se aprovecha de mí y que me ha hecho mucho daño, y la verdad siento que necesito de tu protección de manera urgente, para que no me sigan pasando cosas malas.
Oh bendito San Miguel, noble Arcángel del Señor, que tu favor me ampare, tu fortaleza me defienda y que mediante tu incomparable protección, me concedas tu poderosa ayuda para salir de todo mal por el que esté atravesando, en especial, en este día, te pido tu bendita ayuda, para superar esta situación que me causa tanta intranquilidad:
(En este instante dile a San Miguel Arcángel tu problema, y pídele que te proteja y ayude, en el nombre del Señor)
Invencible San Miguel, poderoso Arcángel, baja lo más pronto posible en mi ayuda, no permitas que el desespero y la intranquilidad se apoderen de mí, por el contrario, inyecta en mi vida la fortaleza necesaria para superar toda adversidad que se presente en mi camino, que se aleje todo enemigo de mí y que ninguna fuerza oscura pueda de ahora en adelante hacerme daño.
También te pido que protejas amado San Miguel, a mis seres queridos, sobre todo los que hayan pasado por situaciones difíciles, los que hayan sufrido opresión, agresiones, injurias, calumnias, o cualquier acto injusto, que haya afectado sus vidas, por favor ampáralos de ahora en adelante.
Milagroso Arcángel, que tu virtud nos preserve todos los días de nuestras vidas y en el difícil trance de la muerte, para que defendidos por tu poder, del infernal dragón y de todas sus asechanzas, cuando salgamos de este mundo seamos presentados por ti, libres de toda culpa, ante la Divina Majestad.
Entonces levántate, oh Príncipe invencible, dale ayuda al pueblo de Dios en contra de los ataques de los espíritus perdidos. Dale la victoria al pueblo del Señor: ellos te veneran como su protector y patrón; en ti la gloriosa Iglesia se regocija con tu defensa contra el maligno poder de las tinieblas; a ti Arcángel Santo, te ha confiado Dios las almas de los hombres para que sean establecidas en bienaventuranzas celestiales.
Glorioso Príncipe Miguel, capitán de las huestes Celestiales, poderoso guerrero de Luz, caudillo y fiel siervo de Dios, guardián amoroso de nuestras almas y vencedor eficaz de los ángeles rebeldes, tú que eres nuestro poderoso defensor y protector, tú que gozas de las virtudes celestiales, líbranos de todo mal y líbranos por favor de todo enemigo.
Acude, bendito Miguel, a nuestro lado, consuélanos cuando nos sintamos afligidos, defiéndenos cuando nos veas indefensos y las malas personas quieran nuestra perdición, vuela hacia nosotros cuando estemos en peligro y llénanos de paz, tranquilidad y de bendición, en toda ocasión y momento, y sobre todo, que tu amparo nos ayude a ser mejores y a ser más fieles a Dios y a su Palabra, por siempre.
ASÍ SEA +
Miren la Cruz del Señor; y sean dispersos los poderes enemigos. El León de la tribu de Judá ha conquistado la raíz de David. Que tu misericordia esté sobre nosotros, oh Señor. Así como hemos tenido esperanza en Ti, oh Señor, escucha nuestra oración, y deja que mi llanto llegue a Ti.
AMÉN +Ahora te invitamos a hacer el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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