Queridos hermanos de Yo creo en Dios, que la paz y el amor de nuestro Divino Niño Jesús, estén con ustedes en este nuevo día.
Cuando sientas que la angustia y la intranquilidad se han apoderado de ti, y creas que estás al borde de la desesperación, que realmente no puedes más, entonces, te invitamos a hacer con nosotros esta bella oración al Divino Niño Jesús, para solicitar su amparo y protección, para entregarle todas nuestras penas, angustias y tribulaciones y también para encomendarnos en sus manos y solicitar su oportuna ayuda en momentos de dificultad.
Te invitamos a hacer esta oración de todo corazón, con un verdadero arrepentimiento y con toda sinceridad, y de seguro, nuestro amado Niño Jesús, escuchará tu plegaria. Encomienda a través de esta oración, tu vida, tu salud y tu familia, al Divino Niño Jesús y confía en que él pronto vendrá en tu auxilio.
Te exhortamos a hacer la oración durante siete días seguidos, o cada vez que necesites de su consuelo y defensa.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Adorado Niño Jesús, dueño de mi corazón, mi tierno y venerado infante, hoy vengo hasta ti con mucha esperanza y suplicando por tu misericordia, pues quiero pedirte que me concedas los abundantes bienes que derramas sobre tus fieles creyentes; yo de antemano te doy gracias por todo tu amor y por la generosidad que siempre me brindas.
Divino Salvador, quédate siempre conmigo para que me preserves de todo mal y peligro, hazme crecer, en sabiduría y gracia, delante de Dios y de los hombres.
Hermoso Niño Jesús, yo te amo y te amaré siempre con toda mi alma, bendíceme, escúchame, fortaléceme, ayúdame, protégeme y atiende todas mis súplicas.
Niño amable de mi vida, consuelo de los cristianos, la gracia que necesito pongo en tus benditas manos, por favor ayúdame en mis penas y en mis aflicciones, porque a veces se apodera de mí, la intranquilidad y la preocupación, y es por eso que hoy vengo ante ti, para dejar en tus benditas manos todo aquello que me causa angustia y sufrimiento y a pedir encarecidamente tu bendita ayuda con esta situación:
(Pide ahora con mucha fe al Divino Niño, lo que necesitas conseguir con urgencia).
Bendito Niño, tú conoces todos mis problemas y todas mis debilidades, por eso necesito que me des mucha fortaleza, ayúdame a ser una mejor persona cada día y concédeme por tu bondad la paz que anhela mi alma, dale alivio a mi agobiado corazón y sé siempre mi guía y mi proveedor.
Oh Dulce Niño Jesús de mi alma, me dirijo a ti en este momento con entera humildad, para pedirte que vuelvas tus ojos sobre mí, y con misericordia me ayudes a que florezcan en mí los más puros sentimientos de amor hacia ti, hacia los míos, hacia mis amigos, pero sobre todo hacia los que no lo son, ya que cuando amamos de verdad, lo hacemos sin mirar a quién.
Venerado Niño, te pido con todo respeto, y sobre todo, con mucha confianza, que me ayudes en esta gran necesidad que embarga mi ser y lo mantiene cautivo con dolores, fatigas y tribulaciones.
Por tu inmenso amor te ruego que me concedas la defensa sobre mis opresores y sobre el maligno que perturba mi paz y mi salud, y por el honor de tu santo nombre dame por favor la salvación de mi alma.
Divino Niño Jesús, ayúdame en mis dificultades, líbrame de los enemigos del alma, ilumíname para hacer siempre lo correcto, confórtame en mis dudas y en mis penas, acompáñame en mi soledad, fortaléceme en mis enfermedades, anímame cuando me desprecien, defiéndeme en las tentaciones, consuélame en las horas de angustia, ámame con tu tierno corazón, protégeme con tu inmenso poder y recíbeme en tus amorosos brazos al expirar mi vida.
Bendíceme Amado Niño y ruega por mí sin cesar, aleja de mi vida las tentaciones, pero si tropiezo tiéndeme tu mano piadosa, y si cien veces caigo, por favor levántame cien veces… y si yo te olvidara, por favor tú nunca te olvides de mí, pues si me dejas Divino Niño Jesús qué sería de mí.
De los peligros del mundo asísteme, quiero vivir y morir bajo tu mano, deseo que mi vida sea de tu agrado, mírame con compasión y no me dejes nunca mi dulce y Amoroso Niño Jesús.
Por tu autoridad y misericordia divina: Sáname Divino Niño; por tu amor y tu dulce simpatía: levántame Niño Amado, porque sé que tú haces posible lo imposible; restabléceme Divino Niño Jesús, y nunca permitas que yo pierda la esperanza de vivir y salir adelante, pese a todas las circunstancias de tristeza y soledad; porque tú eres bueno, piadoso y nos otorgas a los hombres lo que con tanto fervor te pedimos.
Yo te amo Divino Niño Jesús, con todo mi corazón y con toda mi alma, yo te ofrezco un verdadero arrepentimiento de mis pecados y ruego que me des la gracia para siempre enmendar todos mis errores.
Deseo no volver a ofenderte con mi mal actuar, y como signo de mi total arrepentimiento te hago esta bella oración con mucha fe y confiando en tu misericordia, pues de ahora en adelante quiero vivir para ti y hacer solo el bien que me inspiras realizar.
Deseo amar a mi prójimo como a mí mismo para así honrarte y servirte más amorosamente. Niño amable de mi vida, hijo de María y de José, en tus amorosas manos entrego mi vida, mi salud, mi familia y mi trabajo, escucha mis insistentes súplicas Amado mío, y concédeme por los méritos de tu infancia, esta necesidad especial que hoy te pido.
Amado Niño Jesús, bendito sea tu Santo nombre, te pido que se haga en mí según la voluntad de nuestro Padre Celestial, y que la gloria sea por siempre para ti.
ASÍ SEA +Ahora haz con nosotros el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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