Queridos hermanos de YO CREO EN DIOS en esta bella mañana podemos poner todas nuestras angustias, preocupaciones o situaciones difíciles que tengamos en las manos de nuestro Padre celestial, porque a través de su amado hijo Jesús, nos escucha y nos permite descansar de nuestras pesad as cargas.
Es por este motivo que es esta ocasión te traemos esta hermosa oración a nuestro buen Jesús para entregarle nuestro corazón y decirle que necesitamos de él, necesitamos de su amor y de su bendita misericordia.
Haz esta oración cada mañana para que entres en comunicación con Jesús y puedas exponerle todo aquello que te aqueja, pues él más que nadie nos conoce y sabe que podemos caer, pero también sabe que queremos levantarnos y entregarle nuestra debilidad para que él en su infinita bondad la transforme en fortaleza.
En el nombre del padre y del hijo y del espíritu santo, Amén.
Amado Jesús de mi vida, gracias por este lindo amanecer que me regalas, tú me levantas en esta mañana colmándome de bendiciones, te llevas mi debilidad y me alzas aún en la enfermedad, del desierto me rescatas, porque sabes que te lo he pedido con todo el corazón en mis oraciones.
Dulce Jesús Mío, tú eres mi fuerza y mi baluarte, cada vez que tengo preocupaciones, angustias o que estoy intranquilo por algo, acudo a ti y tú me escuchas Señor, tú eres mi buen Dios y me regalas tu Espíritu Santo para que yo tenga paz y tranquilidad.
Amado Jesús, hoy quiero presentarte todas mis necesidades, mis preocupaciones, mis angustias y mis debilidades, ponerlas en tus manos, para que se alejen de mí todos esos miedos y temores y pueda tener paz en mi corazón y comprender que hay circunstancias que no puedo cambiar o que no dependen de mí y que tú tienes un plan de vida perfecto para cada uno de nosotros por lo que nunca me darás cargas más pesadas de las que puedo soportar, porque me conoces.
Todo esto que no comprendo Señor, lo pongo en tus manos porque tú has dicho “pedid y se os dará”. También has dicho, “el que pide recibe pero pedid con fe, pues no hay nada demasiado grande para ti, ni tampoco nada imposible” y es por eso que hoy quiero pedirte me ayudes a cumplir esta intención que quiero para mi vida:
(Ahora pídele a nuestro gran Dios, por intermedio de nuestro amadísimo Jesús el favor que deseas alcanzar)
Adorado Jesús, hoy quiero invitarte a mi vida, a mi casa, a mi hogar, te abro las puertas de mi corazón para que me llenes de la luz de tu presencia, saca afuera todo aquello que no sea de tu agrado, que sea limpio de toda impureza, sáname Señor de toda maldad, permite que yo pueda descansar en ti tranquilamente de todas mis angustias y preocupaciones que me aquejan cada día.
Tú nos has dicho: “venid a mi todos los que estéis cansados y yo os haré descansar”, por eso esta mañana quiero que le hables a mi corazón, quiero poner en tus manos toda mi existencia y confiar en tu sabiduría. Posesiónate de mi vida, hazte tú cargo y renuévame con tu amor. Restablece Señor todo aquello que está dañado, lo que he echado a perder por mi negligencia, por mi soberbia, por mi mal comportamiento, quédate en mi corazón, pues eres tú el dueño de mi vida desde hoy y por siempre.
Señor tú eres misericordioso y sabes escuchar con atención todas mis súplicas, también escuchas al que está arrepentido de corazón, al que con humildad viene a ti y por eso sé que en ti puedo confiar y que mi alma no quedará defraudada. Gracias Señor porque cuando te entrego todas mis penas solo puedo esperar de ti paz y tranquilidad, discernimiento y sosiego, porque a través de tu Espíritu Santo, me proporcionas todo esto y muchas bendiciones más.
Señor derrama tu amor sobre mi vida, infúndeme sabiduría en todo mi ser, para tomar las decisiones correctas, permíteme disfrutar de tu entendimiento. Dulce Jesús de mi alma, no te olvides de mí y no me abandones ahora que más necesito de tu amor, guíame, cuídame, protégeme y bendíceme.
Amado Jesús, tú eres mi bálsamo, el único que puede vencer la muerte y cambiar mi sufrimiento en alegría, a ti acudo Señor, tú eres mi refugio, tú eres mi esperanza, eres todo lo que tengo. Señor envuélveme con tu presencia y por favor dame la paz que sobrepasa todo entendimiento. Mi Dios, tú me instruyes para mostrarme el camino correcto, me aconsejas y velas por mí, tú eres mi Rey y mi Salvador.
Amado Padre, tú eres la luz que me ilumina y que nunca me falla. Cuando me acerco a ti a través de la oración, siento que tú me escuchas y renuevas mis fuerzas, contigo no tengo temor de mis enemigos, porque tú me das la victoria, contigo el miedo desaparece de mi vida. A ti clamo Señor, y tú al instante me ayudas en mi debilidad, en mi falta de fe, en mi desánimo. Ayúdame también Señor a enfrentar la vida con responsabilidad haciéndome cargo de mis errores para poder reconocerlos y corregirlos.
Tú mi buen Jesús, estás conmigo a donde quiera que yo voy, y por eso hoy soy vencedor, porque tu peleas por mí, te declaras por mí y yo por tu gracia infinita, recibo todas tus bendiciones, por eso te alabo Señor, exalto hoy tu nombre Señor mío, tú tienes el honor y la gloria por siempre.
Reconozco también que eres el proveedor de mi vida, el que sabe lo que necesito y por eso, solo me darás lo que me conviene, gracias por cumplir tu propósito en mi vida. Ayúdame a interpretar tus acciones en mi vida mi buen Jesús, pues hoy quiero ser instrumento de tu amor, de tu paz y de tu alegría para todos los que me rodean.
Hermoso Jesús de mi alma, yo espero en ti… tú me das y yo recojo, tú abres tus manos y me sacias de bendiciones, no por mérito propio, sino porque en verdad me amas.
Ayúdame a dar buen fruto con todo lo que me has dado, líbrame de mis esclavitudes para que no me devoren, habitare seguro en tu morada, clamaré a ti sin descanso y nada me atemorizará porque tú Señor estarás conmigo día y noche por siempre.
ASÍ SEA +
Ahora haz un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria.
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