Amados hermanos de Yo creo en Dios, gracias por acompañarnos una vez más y que el Señor todopoderoso derrame sobre ustedes miles de bendiciones de sanidad en este día.
Es muy común en nuestro día a día, sentirnos enfermos, no solo físicamente, sino mental y espiritualmente, pues a diario nos vemos sometidos a consumir productos alimenticios de pésima calidad, adquirimos vicios como el tabaco y el alcohol, intoxicamos nuestra mente con las malas noticias de los medios, y no nos alimentamos espiritualmente de la palabra del Señor, por lo que nos sentimos cansados, pesimistas y apesadumbrados.
Es por eso que hoy te traemos una buena nueva, esta milagrosa oración para pedirle a nuestro amado creador la sanidad de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestra alma, y de esa manera, poner nuestras vidas en manos de Dios.
Te invitamos a realizar la oración en las mañanas, con mucho amor y con mucha fe, durante nueve días seguidos si tienes alguna dolencia o durante 21 si tu enfermedad es grave y deseas sanarte, con la esperanza y la seguridad, de que muy pronto vendrá el auxilio del Señor.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mi amado Señor Jesús, mi redentor y fiel compañero, hoy te doy gracias porque tú estás en mi vida llenándome de bendiciones, tú soplas aliento de vida sobre mí, tú me guías por el camino del bien, me proteges y me das la sanidad de mi mente, de mi cuerpo y de mi alma, tú vienes a mí y me levantas del fango, tú me auxilias y me muestras tu poder y autoridad sobre todo mal.
Quiero Señor Jesús pedirte que me hagas sensible a tu amor, a tu voz y a tu presencia, quiero aumentar mi fe en ti, y te suplico que me alejes de las distracciones del mundo, pues quiero creer solo en ti y en tu palabra; tú estás tan cerca de mí Señor que deseo tocarte y experimentar la sanación de mi espíritu y de todo mi ser.
Yo confío en tu misericordia y en tu poder Señor Jesús, porque tú nunca me has dejado solo, por el contrario me has llevado de tu mano para afrontar los dos, con mucha valentía todos mis problemas, y por eso sé que con esta enfermedad no será diferente, pues tú me sacarás de mi tristeza y aflicción, tú me ayudarás a combatir con fortaleza este dolor que me hace sentir quebrantado y doblegado por el sufrimiento y la enfermedad.
Mi Dios, hoy te necesito en mi vida con urgencia, pues tú eres mi salvador y mi libertador y no quiero soltarme nunca de tu mano mi buen Jesús, pues tú eres el altísimo, el todopoderoso, un Dios bueno e inigualable; tú me diste la gracia de ser tu hijo y de tener la autoridad sobre los espíritus del mal que quieren dañarme.
Quiero Señor Jesús curarme de todos mil males, por favor sácame de esta enfermedad, rompe las cadenas de mi abatimiento, yo te necesito hermoso mío, remedia mi dolor, calma mis penas, sosiégame y ten piedad de mí, pues yo en ti confío y no temo a nada porque tú me proteges, me cuidas y me devuelves la salud perdida, tú me liberas de la enfermedad y de la opresión del maligno.
Amado Señor Jesús, tú conoces mi aflicción y por eso te ruego que me sanes y me alejes de cualquier bloqueo espiritual o mental que impida mi sanidad, por tu amor y por tu inmensa piedad, pelea por mi Señor Jesús y quítame estos miedos, dudas y temores que tengo y dame si es tu voluntad, la esperanza de mi sanidad.
Tú mi Amado Jesús, me redimiste en la cruz, te llevaste contigo toda la maldad y pecado del mundo entero y me diste la salvación de mi alma y de todo mi ser. Por tu amor me regalas la vida eterna, tú Dios mío, y en mi defensa me llenas de paz y consuelo; tú me alejas del mal y me libras del castigo por mis culpas, tú cargaste en la cruz todas mis enfermedades, mis penas y la maldad de mi pecado.
Por eso yo creo en tu infinita bondad y en tú poder, y por eso estoy seguro que me curarás y me levantarás en victoria hoy y por siempre. Señor Jesús por favor permíteme ver la bondad de tu alma, llevándote esta enfermedad que me atormenta y me entristece, tú eres un Padre piadoso y en toda medida fiel, tu sangre Señor mío me liberó de la esclavitud del pecado y por eso yo creo en ti, porque tú tienes potestad sobre el mal y le dices a mi corazón que todo estará bien y por eso en este día te pido me ayudes en especial a curarme de esto que tanto me atormenta:
(Ahora dile a nuestro buen Dios, del mal que te aqueja y pídele que te sane)
Tú mi Dios omnipotente ganaste la batalla de mi enfermedad en la cruz y por eso quiero alabarte y darte gracias, porque tú me dejas ver el inmenso amor que me tienes, y me das la victoria frente a la enfermedad y frente a cualquier padecimiento, por eso hoy te doy gracias por tu gran compasión y exalto tu nombre.
Padre mío, hoy también te suplico por todos aquellos hermanos míos que padecen de alguna enfermedad, para que tú al igual que a mí los sanes de sus tormentos y les des la salud y tus bendiciones, les protejas de todo mal y les otorgues el perdón de sus culpas, porque eres tan bueno y misericordioso que siempre tienes piedad de tu pueblo.
Gracias Amado mío porque tú eres mi milagro de amor, gracias por la ternura con la que me miras y porque no tienes en cuenta mis faltas, ni mis equivocaciones. Gracias Señor Jesús porque tú haces posible lo imposible para el hombre, tú superas todas las barreras, las expectativas y los anhelos de mi corazón, tú todo lo haces perfecto, bendito y alabado eres Señor Jesús, grande eres y lleno de piedad.
Rey mío, en la cruz has dejado la muerte y resucitaste para darnos vida eterna, mi fe está puesta en ti, líbrame por favor de mi dolor y de la opresión del enemigo a través de esta enfermedad. Tú Señor, soportaste esos males y esas penas en la cruz para darme la sanidad de mi ser, tú cargaste mis culpas y mis pecados, para darme el perdón y la vida, gracias Señor Jesús por derrotar por mí la enfermedad y la muerte.
Yo reconozco mi amado creador, que he lastimado mi cuerpo y mi ser con malas decisiones que he tomado en el pasado, por los malos hábitos de vida, en la alimentación, por mi sedentarismo y por mis vicios, y por eso te pido perdón y te imploro Padre mío, que te lleves de mi vida el dolor, la amargura, el resentimiento y las maldiciones generacionales, mi negatividad, mi mal actuar, mi mal genio y mi falta de amor propio hacia los demás.
Yo soy la obra de tus manos mi Señor Jesús, yo quiero ser templo de tu Espíritu Santo y el hijo de tu amor y de tu misericordia. Dios de bondad por eso la maldad y la enfermedad no tienen, ni tendrán ningún poder sobre mi vida. Rey mío yo te proclamo como mi salvador y el sanador de todo mí ser.
Hoy te doy infinitas gracias mi bendecido Jesús por tu amor, y en tu nombre echo fuera todos los demonios que quieren apoderarse de mi cuerpo y de mi mente, los saco lejos de mi vida, y declaro en tu nombre Santo Jesús, que mi cuerpo es sano porque hoy acepto la curación que me brindas a través de tu palabra, y de ahora en adelante te entrego todo mi ser para que esté lleno de sanidad y de bendición, para servirte y alabarte por siempre.
ASÍ SEA +
Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias con mucha fe y amor con la esperanza de que nuestro amado Dios te traiga la sanidad muy pronto.
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