Apreciados amigos de Yo creo en Dios, que el Señor los proteja y libre de todo mal, en este nuevo día.
Si estás pasando por momentos difíciles, si sientes que las cosas no van bien, si alrededor tuyo has descubierto que hay mentiras, personas envidiosas, traiciones o gente resentida que quiere perjudicarte, es momento que pidas la ayuda urgente del Señor para que tu vida se aleje de todas estas cosas.
Por ese motivo, hoy compartimos contigo esta poderosa Oración a San Alejo, mártir y Santo, para que por su intermediación, nuestro Dios y Señor, nos regale toda su protección, y aparte de una vez por todas, a toda persona que quiera lastimarnos, y a todas las oscuras intenciones que se hayan hecho en contra nuestra, y así, poder llenarnos de la luz renovadora del Señor y transformar de manera positiva nuestra vida.
Te recomendamos hacer la oración en las noches, durante nueve días seguidos si tienes alguna intención en particular, o cada vez que sientas que necesitas la ayuda y la protección de nuestro Creador.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
¡Oh san Alejo bendito, hombre elegido de Dios!, que con abnegación y entrega viviste la vida de mendigo y después, por tu buen corazón, fuiste venerado como santo, tú que caminaste por las sendas de la humildad, la caridad y la virtud, sabiendo que son las únicas que llevan al Señor, tú que eres protector y gloria de los pobres y necesitados, y verdadero amador de la pobreza e ignominia de Cristo, hoy te pido seas clemente y ruegues por nosotros los hijos de Dios.
Que tu espíritu de sacrificio me enseñe a ser mejor persona, que tu afán por agradar al Señor sea mi inspiración para no dejar de amar a Dios y que me permita tener un buen corazón y saber compartir más con los demás.
¡Oh Alejo santo glorioso!, santo consagrado a Dios y a la Virgen, que en la flor de tu juventud, cuando todo tenías, por obedecer a la inspiración del Señor, dejaste a tu esposa y saliste así como Abraham de la casa de tus padres, y habiendo repartido lo que llevabas con los más necesitados, viviste como el más pobre y mendigo, tantos años desconocido y menospreciado entre los hombres.
Querido Santo, tú fuiste muy regalado y favorecido de la Virgen María, nuestra Reina y Señora, y huyendo de las alabanzas de los hombres, volviste por inspiración de Dios a la casa familiar para darnos ejemplo de sencillez, de recogimiento, de paciencia, de sufrimiento y constancia, y para triunfar de ti y del resto del mundo con un género de victoria tan nuevo y tan glorioso que no fue comprendido entre los hombres.
¡Oh santo bienaventurado! santo vencedor de la adversidad, rico y pobre, noble y humilde, casado y puro, llorado por tus padres, denostado por tus criados, desestimado por los hombres y honrado por los ángeles, abatido en el suelo y sublimado en el cielo, yo te suplico con todo mi ser, Alejo santo dulcísimo, que por tus merecimientos, virtudes y oraciones, yo alcance del Señor gracia ante sus misericordiosos ojos, y alivio en las penas y sufrimientos que hoy me oprimen.
San Alejo bendito, que por tu poder de mediación pueda hallar cuanto antes alivio y solución para los graves problemas por los que paso y que no me permiten vivir con plena tranquilidad.
Aleja de mí las dificultades, los males y peligros, aleja a las personas que por rencor, odio, envidia o maldad, me hacen la vida difícil y me causan confusión, separa de mi hogar a quien quiera romper mi unión de pareja, aleja de mi alrededor a todo enemigo, mentira o traición, y a quien desee que no tenga paz y felicidad; Santo mío, en especial ayúdame a solucionar lo que en estos momentos tanto me amarga, tanto me angustia y me hace sufrir:
(Ahora exprésale a San Alejo, el problema que deseas solucionar o lo que deseas conseguir, para que Dios te lo conceda).
San Alejo, intercede por favor y lleva mis peticiones ante Dios y la Santísima Virgen, para que derramen sus bendiciones y favores sobre mí y así mis días y mis noches estén llenas de bienestar y dicha.
San Alejo, también quiero pedirte que no te separes de mí cuando veas que me aparto de las buenas sendas, despeja mis caminos para que queden libres de obstáculos y de cualquier enemigo que me perturbe o dañe, libérame de lo que me perjudica y atrae hacia mí solo bondades, que tu milagroso auxilio me ayude a salir de los problemas y a vivir rodeado de armonía y de mucha bonanza.
San Alejo glorioso, confío en tu poder y tu bondad, ten compasión de mí y dame lo que solicito en este día, y tú tendrás mi veneración y agradecimiento por siempre y estarás presente en todas mis oraciones.
AMÉN +
Ahora para que nuestra plegaria y nuestra petición llegue al Señor nuestro Dios, hagamos el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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