Hermanos, que la gracia y el amor de Dios, estén con todos ustedes.
Los Ángeles de la Guarda son seres espirituales con una gran inteligencia y sabiduría, y tienen una misión muy especial en el mundo, pues se encargan de cuidar y velar por el bienestar de la persona a la cual han sido asignados; de hecho, este es el motivo por el que también se les conoce como Ángeles Custodios, Ángeles Guardianes o Ángeles Protectores.
Tú tienes un Ángel de la Guarda especial, al cual Dios le ha delegado la tarea de alejarte de todo mal y peligro, así como de guiarte en la vida a través de tu conciencia para que tomes siempre el camino que más te favorece, más aún cuando te enfrentas a situaciones de tensión, problemas o retos que pueden hacerte crecer como persona.
Por esa razón, hoy te traemos esta poderosa oración al Ángel de la Guarda, para que le pidas su bendita ayuda y te mantenga siempre de nuestro amado Dios. Haz la oración con mucha fe y amor, y si tienes alguna petición en especial, recuerda hacerla durante siete días seguidos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Ángel de mi guarda, Ángel de la luz de Dios, que me fue enviado desde el cielo como compañero en la tierra, en este nuevo día te saludo y te doy las gracias por estar en cada instante de mi vida, cuidándome y protegiéndome de todo mal y peligro, gracias a la gloria de nuestro amado Dios y Creador.
Bendito Ángel de mi guarda, tú que eres mi Santo Protector, ayúdame a caminar siempre como un hijo del Señor. Aléjame por favor, de todas las trampas del enemigo que intentan sacarme del sendero por el que debo andar y que el Señor ha trazado para mí.
Ángel bueno, tú que me fuiste asignado el día de mi nacimiento, e incluso antes, cuando solo era una idea en la mente universal, tú que eres mi conexión con el mundo espiritual y me sigues siempre en el mundo físico, te pido que escuches hoy mis plegarias y para eso en este instante, abro mi corazón a ti, para que me muestres el mundo de forma clara y entendible, por medio de mensajes y señales que pueda comprender.
Te ruego mi Ángel bello, que te quedes junto a mí en la noche, para que no tenga ninguna clase de temor cuando esté oscuro, que no me pierdas de vista durante el día para que mi vida sea más fácil y que me protejas siempre para que mi confianza sea grande, y pueda sentir en mi corazón la presencia de Dios nuestro Señor.
Mi glorioso Ángel Custodio, espíritu puro y bienaventurado, que iluminas los senderos que he de atravesar; por el poder que Dios te ha conferido, te ruego me auxilies en estos momentos tan difíciles por los que estoy atravesando. Ante ti pido que mis graves problemas sean atendidos por el Altísimo con tu ayuda, para que pueda conseguir esto que tanto necesito y que tanto anhelo en este momento:
(Ahora dile al Santo Ángel de la Guarda, lo que necesitas o anhelas y pídele que acuda pronto en tu ayuda)
Bendito ser celestial, yo confío en ti plenamente y confío en tu poderosa y sagrada presencia, para recorrer juntos el camino hacia la iluminación, sorteando cualquier tipo de cambio en la vida si es necesario. Ángel de Dios, ayúdame a conocer la verdad y siempre vivir por la verdad; no me dejes caer, sobre todo ahora cuando siento que no puedo cargar más con este peso, y cuando todo parece estar más oscuro de lo normal.
Ángel de mi Guarda, mi dulce compañía, por favor no me desampares ni de noche ni de día, ven siempre en mi auxilio te lo pido, pues ya sabes que me perdería, sobre todo en los momentos donde esté pasando apuros y difíciles problemas, sobre todo cuando la tristeza o el desánimo me hayan invadido, para que no llegue a mí la depresión, para que no permita que la derrota se apodere de mí, y logre levantarme nuevamente y seguir adelante con todo lo que me he propuesto.
Santo y bendito Ángel de mi Guarda, nunca me retires tu apoyo, no me dejes sin tu compañía ni un solo instante, oriéntame para que mis actos siempre sean los correctos y en mi alma nunca deje de alabar a nuestro Padre Celestial y a mi compasiva madre, la Santísima Virgen María, yo en ti confío y confiaré, así es y así será, por los siglos de los siglos.
AMÉN +
Ahora terminemos nuestra oración, haciendo un Credo y un Padre Nuestro a nuestro Dios, un Ave María a nuestra adorada madre celestial y un Gloria a la Santísima Trinidad.
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