Estimados amigos de Yo creo en Dios, que nuestro Señor todo poderoso los proteja y guíe en este maravilloso día.
Una de las grandes bendiciones que nuestro Señor nos ha dado, es la posibilidad de unirnos en sagrado matrimonio a nuestra pareja, para amarnos toda la vida y ser felices para siempre. Sin embargo, en ocasiones pasamos por grandes dificultades que ponen al borde del abismo nuestra relación y hasta llegamos a pensar que lo mejor es terminar con nuestro matrimonio.
Para esos momentos difíciles y llenos de problemas, te traemos esta milagrosa oración a nuestro amado Dios, para pedirle nos ayude a solucionar todos nuestras dificultades e inconvenientes, y salve nuestro matrimonio de la destrucción.
Te invitamos a hacer esta oración durante nueve días seguidos, con mucha fe y amor, con el convencimiento de que muy pronto vendrá la ayuda de nuestro Señor.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Señor Jesús, en este momento quiero ponerme delante de tu presencia, y pedirte que envíes a tus ángeles para que estén conmigo, acompañándome y se unan a mi plegaria en mi favor y en la de mi familia.
Hoy quiero contarte Señor, que en nuestra casa hemos pasado por momentos difíciles, momentos dolorosos, situaciones que nos han quitado la paz y la tranquilidad a toda nuestra familia. Situaciones que han generado angustia en nosotros, miedos, incertidumbres, desconfianzas y por consiguiente, desunión y tristezas.
Señor Jesús, tú que me conoces, sabes que he fallado muchas veces, que en ocasiones no he hecho lo mejor, que he herido a mi pareja y que también he querido dejarlo todo y salir corriendo. Pero también sabes que he reflexionado y me he arrepentido, porque he entendido que mi familia, después de ti Señor, son lo más importante que hay en mi vida y por eso estoy aquí presente para luchar por ella, pero no puedo hacerlo sin tu ayuda; por eso hoy quiero pedirte que me ayudes con este favor en especial:
(Cuéntale a nuestro Señor Jesús, tus dificultades y pide su milagrosa ayuda)
Venerado Jesús, por el poder de tu nombre, le pido a Dios, para que rompa las ataduras y patrones negativos que se crearon de matrimonios y relaciones que mis antepasados tuvieron, y que han influido en nuestra familia hasta nuestros días. Patrones de infelicidad en la vida matrimonial, patrones de desconfianza entre los cónyuges, hábitos de pecados que se han ido arrastrando de generación en generación, y que nos han condenado a tener una vida de pecado, violencia y tristeza. Te pido Dios, que se rompan ahora, por el poder del nombre y la sangre de nuestro Señor Jesucristo.
No importa Padre Santo, dónde comenzó todo, cuáles fueron las causas; quiero, por la autoridad de tu nombre, clamar que tu amor sea derramado sobre todas las generaciones pasadas, para que toda la sanación y liberación que es necesaria, nos alcance a todos ahora mismo, por el poder de tu sangre redentora que nos purificará y ayudará a cambiar de manera positiva.
En especial, Señor Jesús, te pido que rompas cualquier expresión de desamor que se pueda estar viviendo en mi familia, situaciones de odio, rencor, envidia, rabia, deseos de venganza, deseos de terminar nuestra relación y de seguir solos en la vida; que todo eso se derrumbe mi buen Jesús, y que gane tu presencia en medio de nosotros.
Con el poder de tu sangre amado Jesús, pongo fin a todo el comportamiento de indiferencia dentro de mi casa, pues ha estado matando nuestro amor. Desde este momento, renuncio al orgullo de pedir perdón y de reconocer mis errores; renuncio a las palabras malditas que le dije a mi cónyuge, palabras de maldición, palabras de humillación, palabras que causan heridas, que lastiman y dejan marcas negativas en su corazón.
Te pido perdón por esas palabras que salieron de un momento de ira, que le causaron daño y que realmente no quería decir; clamo y ruego a tu sangre redentora para que las borres de nuestro corazón y cures nuestras heridas. Señor cúranos y libéranos de las consecuencias que hoy se reflejan en nuestras vidas debido a esos malos momentos.
Hoy quiero decirte que renuncio a las palabras injuriosas que proferí en contra de mis seres queridos, o de la casa donde habito, por la insatisfacción de vivir aquí, de no sentirme feliz, renuncio a todo lo que yo pueda haber dicho negativamente y que haya causado daño a mi familia.
También renuncio a las palabras de insatisfacción que dije sobre nuestra realidad económica, pues a pesar de que creemos recibir poco, a pesar de que creemos que el dinero es muy escaso, gracias a ti, nunca nos ha faltado nada. Por eso también te pido perdón, por la ingratitud y por no lograr ver en mi familia a la familia adecuada para mí.
Querido Jesús, también te pido que perdones a todos mis familiares, por las veces que alguno de ellos deshonró el sacramento del matrimonio, míralos con misericordia, y restablece la paz en sus corazones.
Quiero pedirte Señor, que derrames el Espíritu Santo sobre todos nosotros, sobre cada miembro de mi familia, que el Espíritu Santo pueda con tu fuerza y tu luz, bendecir a todas mis generaciones pasadas, presentes y futuras.
Que a partir de hoy pueda surgir en mi matrimonio y en el matrimonio de mis familiares, un linaje de familias comprometidas contigo y con tu Evangelio, que surja una estirpe de matrimonios profundamente comprometidos con la sacralidad del matrimonio, llenos de amor, fidelidad, paciencia, bondad y respeto.
Gracias Jesús, porque has escuchado mi plegaria, y te inclinas para oír mi clamor.
AMÉN+
Ahora haz un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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