Hermanos, hoy con gran cariño, traemos a ustedes esta poderosa oración de la Navidad, para obtener tres milagros en nuestras vidas, para darle pronta solución a los problemas más grandes que tengamos y que nos estén atormentando.
Es importante que hagamos esta plegaria, durante tres días seguidos, con mucho amor, pero sobre todo con mucha fe, para recibir la pronta ayuda, del cielo.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Dulce Jesús mío, mi Niñito amado, Niño del pesebre, nuestro Dios y hermano, tú que sabes y entiendes nuestras penas y dolores, llega a nosotros que con alegría te esperamos, ¡ven a nuestras vidas! ¡ven no tardes tanto!. Te pedimos, que cuando suframos angustias, siempre recordemos que nos has salvado y que estás a nuestro lado para cobijarnos.
Dulce Jesús mío, mi niño adorado. ¡Ven a nuestras almas! ¡Ven no tardes tanto! y deja en nosotros el milagro que hoy anhelamos.
PLEGARIA A LA SANTÍSIMA VIRGEN
Soberana Virgen María, Reina de nuestras almas, Madre amorosa de Jesús y bondadosa madre nuestra, que por tus grandes virtudes y humildad, merecisteis que todo un Dios te escogiese por madre suya, te suplico que prepares y dispongas nuestras almas, para el nacimiento espiritual de tu adorado Hijo.
¡Oh dulcísima María llena de virtudes! haz que esperemos la venida del Divino Niño con el mismo profundo recogimiento y divina ternura con la que le aguardaste tú en Nazaret, para que seamos dignos de verle, amarle y adorarle en estas fechas y por toda la eternidad.
Bendita Santa Madre del Niño Dios y Señora nuestra, bajo tu amparo nos acogemos, nos ponemos en tus manos, ruega por nosotros, amabilísima y dulce Señora, ven y quédate por siempre en nuestro hogar para que nos enseñes, gobiernes, cuides y defiendas en todas las horas y momentos de nuestra vida; líbranos de todos los peligros y penas, y recibe benignamente las súplicas que con esperanza te hacemos en las necesidades, para ti Señora no hay nada difícil, nada imposible, pues Tú, mi buena y milagrosa Madre, todo para nosotros lo consigues del Señor, pídele, Virgen María, urgente ayuda en este problema que hoy tengo:
(Haz la primera petición confiando en nuestra Virgen María).
Oh Madre de la Santa esperanza, oh Reina de todo lo creado y abogada nuestra, envíanos desde los Alto tus divinas gracias y favores, vela por nosotros, ampáranos y protégenos y llénanos de alegría, amor y paz.
AMÉN +
PLEGARIA A SAN JOSÉ
Dulce, abnegado y poderoso San José, elegido por la Santísima Trinidad para ser esposo de la Santísima Madre del Señor, cuidador y custodio del Niñito Jesús y cabeza de la Sagrada Familia; tú que tuviste el privilegio de estrechar a Jesús entre tus cálidos y cariñosos brazos y ahora reinas en la cumbre del Cielo junto a tu Esposa ven y quédate en nuestro hogar, en nuestras vidas, sobre todo cuando estemos apesadumbrados y las carencias y las necesidades nos aflijan, y por los miles de milagros y favores que concedes, ten a bien ayudarnos a conseguir lo que hoy te pido con urgencia:
(Haz la segunda petición con gran esperanza en nuestro amado San José).
San José, intercede para que encontremos el alivio que buscamos, pide por nosotros y tómanos bajo tu protección, sé siempre nuestro benéfico mediador y abogado ante cualquier mala circunstancia de la vida, presérvanos del pecado y líbranos de todo mal, haznos humildes y virtuosos como tú, llena nuestros espíritus de bondad, y obtén para nosotros el auxilio maternal de María y la mano de Jesús para que nos socorra y podamos vivir en amor, paz y felicidad.
Bendito seas eternamente, sublime jefe de la Sagrada Familia.
AMÉN +
PLEGARIA AL NIÑO JESÚS
Oh dulcísimo Niño Jesús, mi Dios y Señor, príncipe nacido de Santa María Virgen, tierno Niñito dueño de nuestros corazones, danos tu celestial cariño y ven a nosotros.
Oh Santo Niño te adoramos porque nos amas y nos ofreces un amor bueno, infinito y generoso, te amamos porque nos traes paz, justicia y verdad.
Tú que naciste en Belén para salvarnos a todos, perdona nuestras culpas, apiádate de nosotros, y danos tu gracia para nunca más volverte a ofender.
Oh Divino Infante, Rey de reyes, sabemos que todo es posible para quien tiene fe y que tu Padre dará cosas buenas a quien se las pida en tu Santo Nombre, por ello, con sencillez e inmensa esperanza te pedimos que en esta especial ocasión nos ayudes y nos bendigas.
Mi buen Jesús, Niño preciosísimo, te adoramos como en su momento hicieron los pastores, como los magos que llegaron de Oriente para reconocerte como Rey del mundo y Príncipe de la paz, en tu divino Corazón depositamos nuestras penas, y, confiando en tu generosidad y grandeza, te rogamos nos ayudes en esta urgente dificultad:
(Haz la tercera petición con mucha fe a nuestro amado Niño Jesús).
Bendito seas, oh Jesús, porque por nosotros Tú has nacido, te rogamos nos concedas lo que hemos solicitado y que anhelamos se haga milagro en nuestra vida.
Te suplicamos que te quedes por siempre en nuestra casa y nos llenes de amor, paz y felicidad, y sobre todo, ayúdanos a caminar de día en día por senderos rectos y seguros hasta llegar a ti; todo esto te lo pedimos, adorándote, glorificándote, dándote gracias de corazón y suplicándote en tu Santo Nombre, Jesús, pues tú que eres el Mesías, el Hijo y el Cordero de Dios, y vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos.
AMÉN +
Jesús, José y María: bendecid nuestros hogares
Jesús, José y María: libradnos de todo mal.
Jesús, José y María: salvad nuestras almas.
ASÍ SEA +
Las oraciones y los rezos se repiten durante tres días seguidos.
Recuerda que esta oración se puede hacer durante todo el año como devoción al Nacimiento y la Divina Infancia de Jesús, pero las mejores fechas son los días en los que celebramos la venida del Niño Dios al mundo.
Ahora complementemos nuestra oración haciendo un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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