Apreciados hermanos, que el Señor con su poder, los proteja de todo mal y enemigo que quiera lastimarlos.
Hay momentos en nuestras vidas, en las que podemos pasar por situaciones difíciles, en donde aparecen personas que nos quieren ver mal, no desean que prosperemos e incluso pueden desear hacernos daño.
Por esa razón, hoy traemos a ustedes, esta Poderosa Oración, para tapar la boca de nuestros enemigos, poder callar malas lenguas que nos deseen mal, y alejar a las personas que nos tengan envidia, que nos calumnien o que vivan para sembrar chismes o hablar mal de nosotros.
Realiza esta oración con mucha fe y esperanza, durante siete días seguidos si tienes algún problema en especial, o siempre que desees que Dios te proteja y ampare de tus enemigos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En ti oh Señor hoy me refugio, te pido que jamás sea yo avergonzado, líbrame por favor en tu justicia, inclina a mí tu oído, rescátame pronto, sé para mí roca fuerte y fortaleza para salvarme.
Porque tú eres mi roca y mi baluarte, y por amor de tu nombre me conducirás y me guiarás por el camino del bien. Me sacarás de la red que en secreto me han tendido mis enemigos, porque tú eres mi refugio y en tu mano encomiendo mi espíritu, pues tú me has redimido, oh Señor, Dios de verdad.
Yo solo confío en ti Señor, porque eres mi luz y mi salvación. Me gozaré y me alegraré en tu misericordia, porque tú has visto mi aflicción, has conocido las angustias de mi alma y mi pecado, y no me has entregado en manos del enemigo, por el contrario, tú has puesto mis pies en lugar espacioso y no me has juzgado.
Ten piedad de mí, oh Señor, porque estoy en angustia, se consumen de sufrir mis ojos, mi alma y mis entrañas, pues mi vida se gasta en tristeza y mis años en suspiros, mis fuerzas se agotan a causa de mi iniquidad, y mi cuerpo se consume día tras día.
Mi Dios, hoy acudo a ti con desespero, pues a causa de todos mis adversarios, en ocasiones he llegado a ser objeto de oprobio, de infamia, especialmente para mis vecinos, y causa de escándalo para mis conocidos, incluso en diferentes oportunidades siento que los que me ven en la calle huyen de mí.
Señor, hoy me siento que soy olvidado por mis hermanos e incluso por ti, soy semejante a un vaso roto, que han tirado mis enemigos, porque he oído la calumnia de muchos, y mi vida se llena de miedo e incertidumbre, pues ellos desean quitarme la tranquilidad, mi amor propio e incluso mi fe hacia ti.
Pero yo, oh Señor, en ti confío con todas mis fuerzas, pues tú eres mi Dios y mi Salvador, eres el motor de mi vida, el que me da nuevas esperanzas y me salva del abismo. Por favor Señor, líbrame de la mano de mis enemigos, de los que me tienen envidia, de los chismosos o calumniadores y en general de los que me persiguen y quieren el mal para mí, te pido que hagas resplandecer tu rostro sobre este tu siervo, te ruego, sálvame en tu misericordia.
(En este momento cuéntale tu problema al Señor y pídele con todas tus fuerzas que te ayude a combatir a tus enemigos)
Oh Señor, que no sea yo humillado por ninguna razón, porque en ti confío, por el contrario, a todos aquellos que desean mal a los demás, que desean verme derrotado, que sean devueltas sus intenciones a ellos mismos, para que sientan en carne propia la ignominia de las calumnias y mentiras. Enmudece por favor, los labios mentirosos que arrogantes hablan contra el justo con soberbia y con desprecio.
Padre Celestial, tu bondad es muy grande, tú te guardas para los que te temen, obras para los que en ti se refugian, de las conspiraciones de los hombres tú nos escondes en lo secreto de tu presencia; en un refugio nos pondrás a cubierto de los enredos de las lenguas, por eso eres bendito Señor, porque haces maravillosa tu misericordia para mí y me proteges de los falsos, traidores e infieles.
Ahora en nombre de nuestro Señor y Salvador Jesús, declaro que ninguna persona tiene el poder para controlar o manipular mi vida ni de hechos ni de palabra. Toda persona que venga en mi contra se sentirá desaprobada y se arrepentirá de sus acciones.
El Señor me bendice con su gracia divina, él no me falla ni me abandona, mantiene mi semblante alto y mis ojos enfocados en la justicia divina.
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece y me sostiene cuando estoy débil o cansado. Cuando haya problemas a mi alrededor, no me angustiaré, cuando el mundo que me rodea se torne confuso, no desesperaré.
Puede que tenga momentos de persecución, pero sé que tú Señor, nunca me abandonarás ni dejarás que los problemas me afecten. Tú me cuidas Señor, lo que me has dado es suficiente y lo agradezco.
Cuando camine por el valle de las sombras de la muerte, tú estarás conmigo, porque eres mi Padre Celestial.
Estoy verdaderamente bendecido y mi copa rebosa de bendiciones. Tu bondad y misericordia siempre están conmigo, pues en ti me refugio y en ti confío.
Dios mío, tú eres mi libertador, eres mi escudo ante el enemigo, y por eso me sacarás del camino del mal. Tú me has dado tus ángeles para protegerme y mantenerme a salvo.
Señor, cuando te llamé me respondiste y ahora estarás conmigo cuando tenga que atravesar una temporada de angustia, porque sé que tú me amas.
Yo también te amo mi Señor, por eso te pido que me muestres cómo ser salvo y así poder llegar al cielo para estar contigo.
El Señor es poderoso, él me defenderá, manteniéndome a salvo de los malvados y fuera de todo mal y peligro.
En el nombre de Jesucristo, reprendo y anulo toda especie de calumnia que otros hablen en contra mía.
Por la Sangre de Jesús apago el fuego de los rumores, mentiras y chismes que se han dicho en contra mía.
Toda lengua mentirosa será expuesta y deshonrada por el poder de Dios.
Que se rompa toda unidad colectiva, malvada, organizada contra mí, en el nombre de Jesús.
Que se frustre toda lengua formada contra mi progreso y contra mi prosperidad, en el nombre de Jesús.
Hay gente engañosa que está hablando en mi contra, esparciendo mentiras y rumores para difamarme, sin embargo, Padre Santo, sé que traerás paz a mi vida y protegerás mi reputación para que siempre te traiga la gloria.
Lo decreto y te lo pido, en el nombre de nuestro Señor y Salvador, Jesús de Nazaret.
AMÉN +
Ahora complementemos nuestra oración y nuestra petición al Señor, haciendo el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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