Con esta sensacional oración, hoy daremos gracias a Dios, por todas las bendiciones que nos da y por lo maravilloso que es con nosotros, así que alístate porque desde este momento nos conectaremos con el Señor.
Apreciados hermanos de Yo creo en Dios, así como a diario le pedimos al Señor nuestro Dios, toda su ayuda, en cientos de dificultades que tenemos cada día, es el momento de ser recíprocos con él, y agradecerte por ser tan misericordioso con nosotros.
Te invitamos a realizar esta oración, cada vez que sientas que es necesario darle gracias a nuestro Dios, pues sin él es imposible llevar una vida buena, sin extraviar el camino.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En este nuevo día mi Señor, llego a ti, con el corazón hinchado de felicidad y agradecimiento, por todas las cosas que me das, sobre todo por las que recibo sin siquiera darme cuenta, y que tú muy generosamente, me regalas.
Maravilloso Dios, de misericordia infinita, desde el día de mi creación has sido bueno conmigo, pues me diste la oportunidad de llegar a este mundo en el vientre de una mujer muy especial, que me ha cuidado siempre, que me llenó de su ternura, de sus caricias y de todo su amor.
Señor, gracias por el privilegio de nacer en este mundo, y de disfrutar de todas las fascinaciones que tiene.
Me permitiste crecer en un buen hogar, con valores y con respeto a ti, lo que me dio la oportunidad de formarme de manera adecuada para hacer parte de esta sociedad, gracias también a las enseñanzas de mi padre, sea de sangre o de crianza, el cual se esforzó por darme lo mejor y por hacer de mí, una buena persona, por eso, no paro de darte gracias por esos seres que elegiste para cuidarme y sacarme adelante en mi infancia y adolescencia.
Señor, también quiero agradecerte por el resto de familia y seres amados que has puesto en mi camino, por mis hermanos, mis abuelos, mis tíos, mis primos y otros más, que me han acompañado y dado su amor desde siempre, porque de ellos también he aprendido y he compartido momentos muy especiales de mi vida.
Mi Dios, tu eres bueno y por eso te aman tus criaturas, y yo en este día, te expreso todo mi amor, porque realmente has sido muy especial conmigo, pues siempre me has cuidado y me has mantenido con vida hasta el momento, y eso es increíble, pues veo como cada día se van de este mundo cientos de personas, incluso muy jóvenes, y por eso, mi ser se siente privilegiado, al seguir disfrutando de lo hermoso de este mundo.
(Ahora piensa en algo especial por lo que quieras dar gracias al Señor, y díselo con el corazón.)
Padre Celestial, dueño de la Creación, de lo conocido y desconocido, te alabo y te bendigo, porque has sido demasiado bueno conmigo, pues nunca has tenido en cuenta mi pecado, a pesar de que he cometido muchas faltas y errores a lo largo de los años, pero tú me sigues amando en medio de mis imperfecciones.
Señor también quiero agradecerte por mantenerme con buena salud, y por siempre permitirme recuperarme de las enfermedades, de los accidentes o de cualquier malestar que ha intentado mermar mis fuerzas, pues siempre has luchado a mi lado, para alejar cualquier mal de mi vida.
Señor, realmente solo tengo palabras de agradecimiento las cuales no me cansaré de pronunciar cada día de mi vida, porque de manera constante puedo contar contigo, en todas las labores que realizo a diario, sean del hogar, de estudio, de trabajo, e incluso, a la hora de descansar o de gozar de momentos de esparcimiento, pues tú me cuidas a cada instante.
Padre Santo, de igual manera quiero ser agradecido contigo, por la familia que me has permitido construir, pues sin importar mi pareja, o si tengo o no hijos, me has permito convertirme en una persona mejor, pues el permitirme donarme y ver la felicidad de otras personas, me ha llenado de una enorme satisfacción, pues no hay nada mejor, que compartir las bendiciones que me has dado, con los demás, pues ahí está el verdadero amor.
Dios mío, por favor, te ruego que me sigas manteniendo a salvo en todo momento, sígueme amando como hasta ahora lo has hecho, para que me ampares, y me conduzcas siempre por mejores caminos, para que de manera constante me abras las puertas de la prosperidad, del amor, del trabajo, de las buenas relaciones y del aprendizaje, para que sea ejemplo e imagen tuya ante mis hermanos, que tanto necesitan de ti.
Señor, finalmente te doy gracias por mi vida y por todas las cosas que en esta oración no he podido manifestar, te pido que nunca me abandones y que cuando llegue el día, me sigas acompañando y me des la oportunidad de gozar de las bendiciones de la vida eterna, a tu lado.
AMÉN +
Ahora realicemos el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias, para complementar nuestra oración y seguir dando gracias al Señor.
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