Queridos hermanos de Yo creo en Dios, que el Señor los consuele e ilumine en este nuevo día.
Si estás pasando por difíciles momentos, si tu situación hace que entres en desespero y desilusión, o si anhelas que suceda un milagro especial en tu vida, es el momento de conectarte con el Señor a través de Jesús Sacramentado, para que logre escuchar tus necesidades y conseguir su ayuda.
Te invitamos a hacer esta oración con mucha fe y concentración, durante nueve días seguidos si tienes alguna petición en especial, con la seguridad, de que el Señor te concederá ese milagro urgente que tanto estás necesitando en tu vida.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bendito Señor de Gran Poder y Gloria Eterna, supremo monarca, hijo del Padre Eterno, mi amado y dulce Jesús de Nazaret, tú que fuiste cargado con aquel pesado madero, en este día te presento mi respeto y te ofrezco todo mi amor y mis afectos.
Señor, yo creo de manera firme que en ti encontraré el consuelo que necesito para todas mis angustias y miserias, hoy creo que tú me ayudarás, si es tu voluntad, a solucionar todas mis tribulaciones, pues tu amor no tiene límites con nosotros tus criaturas, pues sé que nos amas y quieres lo mejor para nosotros.
Hoy deseo que mi corazón tenga la confianza necesaria para creer en tus milagros Señor, deseo tener la confianza del centurión romano, la confianza con que oraron las hermanas de Lázaro, con que oraron los leprosos, los ciegos y los paralíticos que se acercaban a ti, porque sabían que tus oídos y tu corazón estaban siempre abiertos para escucharlos y remediar sus males y por eso en este momento, quiero poner en tus manos mis necesidades más grandes y pedir tu santa ayuda:
(Ahora cuéntale al Señor tu problema, aflicción o anhelo y pídele que actúe en tu vida)
Tú Señor que eres tierno y justo, que eres compasivo con las personas, que nos conoces y nos defiendes del enemigo, por la bendita cruz que llevaste sobre tus hombros, por tu preciosa sangre, derramada, y en general por toda tu pasión, te pido que me des la mano sobre todo en mis caídas, pero también mucha fuerza, para corregir todos mis defectos.
Señor, te acepto como mi Dios y mi Salvador, te ruego que perdones todas mis faltas y pecados, con los que haya hecho daño a mis hermanos, me haya hecho daño o te haya ofendido con mis acciones, olvida todas mis faltas y permite que pueda llegar a conocerte y a amarte de forma profunda y personal.
Por favor acuérdate de mí en tu infinita caridad, ten presente mis muy difíciles problemas y mis grandes necesidades, yo siempre confiaré en ti, pues contigo no temo nada, ya que eres mi esperanza y mi redención y sé que si confío en ti, me concederás el milagro que hoy te pido.
Bendito Jesús, tú eres el pastor que guía a los que nos encontramos bajo tu tutela, y procura siempre que nada malo nos pase, procura que siempre tengamos salud, que nuestra familia esté siempre unida y que la oscuridad se aparte de nosotros.
A ti santísimo Jesús, te dedico estas palabras, para pedirte que el día de hoy me protejas eternamente, para que no resbale y caiga en las fauces del mal, pues el enemigo siempre opera en las tinieblas, procurando que yo me una a su bando, tentándome a diario, para que abandone la sagrada palabra, pero yo con firme propósito, me he mantenido al margen de sus garras, y por eso clamo hoy ante ti, para que siga unido a tu cuerpo y a tu espíritu.
Señor, por favor aleja la envidia de mi alma, mantenme apartado de las tentaciones del maligno, despeja mi mente del pecado y hazme fuerte ante quien quiera dañarme; en tus manos yo dejo estas palabras amado Jesús, pues sé que tú las recogerás y me bendecirás.
Oh santísimo Señor de mi corazón, te pido que me prepares para recibirte en cuerpo y en alma, para que logres purificarme y así, tú y yo seamos uno solo y pueda obrar según lo que mandan tus designios.
Hoy doy gracias al Cielo, y te ruego que me sigas haciendo una persona mejor cada día, que me llenes cada vez más de tu amor, de tu paciencia, de tu piedad y compasión, para que asimismo pueda llevarme mejor con mis hermanos.
Por favor Señor, llena mi cuerpo, mi mente y mi espíritu de buena salud, bendice y protege a todos mis seres queridos y amados, ayuda en sus necesidades a mi familia y a mis amigos, e ilumina a todos nuestros hermanos, para hacer de este mundo algo mejor cada día.
Señor, hoy te recibo en mi ser para que pueda seguir avanzando por el camino que me lleve a tu reino de luz, por tu misericordia dame tus bendiciones, concédeme el milagro que hoy te pido y dígname a hacerme partícipe de los méritos de tu pasión y muerte, para que haciendo yo buena vida en este mundo, llegue a verte resucitado y glorioso en la vida Eterna, y allí te alabe sin fin, en compañía de tu Santísima Madre y todos los Santos y Ángeles del Cielo.
ASÍ SEA +
Ahora para que el Señor escuche nuestra plegaria, hagamos con amor el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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