Queridos hermanos, la Cruz de Caravaca es uno de los amuletos más antiguos y con mayor poder de protección que existen. El significado de la Cruz de Caravaca guarda relación con su extraña forma. No es una cruz clásica, sino que esta pretende hacer referencia a los dos planos que el hombre puede habitar: el plano material, representado horizontalmente y el espiritual, representado verticalmente.
Esta unión, compone la esencia del ser humano, destinado a continuar su aprendizaje y alcanzar la espiritualidad. Por otro lado, las dos figuras que sostienen la cruz son realmente dos arcángeles: San Miguel Arcángel y San Gabriel Arcángel y adicionalmente es gracias a estos dos arcángeles, por lo que la cruz emana un gran poder de protección.
La Cruz de Caravaca, por tanto, se utiliza como amuleto, debido a que alberga una gran energía y otorga protección contra todo tipo de males, protege al hogar y sus habitantes, rechaza las malas energías y los daños, protege la economía familiar, el espíritu del portador y brinda prosperidad.
Te invitamos a hacer esta poderosa oración a nuestro Señor, para refugiarnos en él, y pedirle por nuestra necesidad particular, con mucho amor y esperanza, durante cinco días seguidos en honor a las llagas de nuestro amado Jesucristo, con la seguridad de que muy pronto, recibiremos al auxilio de Dios.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Jesucristo, en nombre de tu milagrosa y gloriosa Cruz de Caravaca, hoy y ahora creyendo en tu inmenso poder, me acojo con inmensa fe a tu potestad grandiosa, te pido que entres en mi vida y en mi hogar, y en ellos te quedes siempre, dándonos refugio, aportándonos todo lo bueno que guardas, para que tu fuerza y asistencia aleje de mí cualquier mal, cualquier peligro, cualquier accidente o enfermedad que me aqueje, y retire de mi alrededor las penas que me aflijan, los problemas que me intranquilicen y que no me dejan avanzar, así como las dificultades que me atormentan y afligen.
Oh, Poderoso Salvador, por medio de tu Cruz Celestial, por el poder del bien, por tu grandeza, líbrame de todo lo que me pueda perjudicar o lastimar, aleja de mí y de mi hogar todo lo que no sea bueno para nosotros, para que podamos avanzar sin obstáculos ni oscuridad en el hermoso camino de la vida.
Por favor mi adorado Señor, te pido que inclines tu oído a mi súplica, con la cual humildemente te imploro que llegue a mí lo mejor de la vida; el amor, el cariño, la comprensión y la amistad; el trabajo, el progreso, el éxito y la superación personal; que venga a mí la prosperidad, el bienestar y la buena suerte, y nunca me falte la protección, el amparo y la defensa para mi vida y para la vida de las personas que tanto amo.
Señor, en este día en especial, por el poder de tu Santa Cruz de Caravaca, clamo por tu auxilio, en este problema o situación en especial, por la que suplico tu urgente ayuda:
(En este instante, dile al Señor tu problema o anhelo, y pide que por el poder de su Santa Cruz, te auxilie pronto)
Bendito Jesús, te suplico que me guíes, que esté conmigo la Santa Cruz de Caravaca, que es parte de la Cruz Verdadera, tú Santa Cruz, para que así vayas delante de mí, en el tránsito de mi vida terrena, iluminándome y auxiliándome en mis caminos para que no me pierda nunca.
Mi adorado Salvador, por favor presérvame y cuídame, refúgiame y auxíliame, no dejes de ser quien me favorezca y envíe ayuda en los momentos más tormentosos de mi vida, sobre todo cuando mi salud esté debilitada, las adversidades y las carencias me causen intranquilidad, mi vida sentimental no sea completa y feliz, o cuando los enemigos quieran causarme algún daño o malestar.
Te suplico poderoso Señor, que por medio de esta oración con tu Santa Cruz bendita, seas mi guardián, que tu apoyo llegue a mi vida sin tardanza y yo me encuentre asistido y bien en toda ocasión para seguir manteniendo mi fuerza de voluntad, mis energías, mis proyectos, mis ilusiones y mi salud.
Querido Jesús, por medio de tu Santa Cruz de Caravaca, milagrosa y prodigiosa, te pido que te quedes junto a mí, dame tu bendita protección, hoy y siempre líbrame de todo lo malo y perjudicial del mundo, que nada ni nadie me pueda confundir ni hacer nada malo, para que tenga una vida plena, feliz y en paz.
Todo esto se lo pido, en tú mismo nombre amado Jesucristo, que eres nuestro hermano y Señor, y nuestro gloriosísimo Salvador y Redentor, para que por medio de tu infinita misericordia y amor, me concedas lo que con gran humildad hoy te pido.
ASÍ SEA Y ASÍ SE CUMPLA LO QUE PIDO Y ESPERO +
Ahora consagrémonos al Señor haciendo el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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