Estimados hermanos, es claro que todos pasamos por momentos difíciles, momentos en los que nos sentimos acorralados y desesperados por la situación que estamos viviendo, y por lo que necesitamos de la ayuda urgente de nuestro Creador.
Por este motivo, en este nuevo y maravilloso día, te traemos esta Oración a la Santísima Trinidad, para pedir, pero sobre todo, para recibir su ayuda en momentos de angustia y desesperación si creemos realmente en el poder de Dios.
Te invitamos a hacer esta oración durante nueve días seguidos si tienes alguna necesidad en especial, con todo el amor y fe de tu corazón.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado y todopoderoso Padre Celestial, en este día me acerco humilde a tu trono que está lleno de tú gracia, para de esta manera ser merecedor de tus dádivas y de todas tus bendiciones, por favor dirige una mirada compasiva a este hijo tuyo en la tierra, que postrado y con humildad demanda tu clemencia.
Bendito Señor, Dios de los ejércitos, llenos están los cielos y la tierra de tu gloria, te pido que hoy escuches todos mis ruegos, pues tú eres glorioso y todo poderoso, porque eres mi Dios Padre, mi Dios Hijo y mi Dios Espíritu Santo y porque necesito recibir tu bendita ayuda en estos momentos tan angustiosos y desesperados por los que estoy pasando.
Alabada y bendita seas Santísima Trinidad, hoy pongo mi fe en ti, confieso mi redención y espero con amor el cumplimiento de tu palabra. Desde mi corazón lleno de tribulaciones deseo me concedas la más grande de las glorias, para sentir junto a ti, el regocijo extraordinario de tu gloria.
Mi fe se aumenta desde este momento y tengo la seguridad de que seré feliz, pues no dejarás que mi vida se contamine con nada; la desnudez, la miseria, el hambre, no llegarán a mi puerta; el rayo no caerá sobre mi cabeza, el huracán, el temblor y la centella me respetarán y mis enemigos temblarán en mi presencia, pues verán en mi frente tu Auxilio Divino.
Bendita Trinidad, mis labios y mi lengua que te han alabado siempre, estarán tranquilos y en mi corazón descansará la paz, la resignación y la conformidad en un todo con tu suprema voluntad.
Si alguna enfermedad llegara a mí, repetiré mil veces que tú, Santísima Trinidad, me protegerás y curarás siempre, y este dulce nombre será mi escudo. Trinidad, en ti Creo, en ti Espero, en ti Confío, y es por eso, que de rodillas a tus pies, te pido para toda mi familia, que siempre tengan vestido y sustento. Concédeles la salud, llévalos por buen camino, que sea siempre la virtud la que los guíe en su caminar y hacia su destino.
Santa Trinidad, tú eres toda la esperanza y tú eres mi consuelo, porque eres el dador infinito de la vida y el supremo todopoderoso Padre, Hijo y Espíritu Santo, la alabanza y la gloria sea toda para ti en todo momento y lugar.
En nombre de María, la Virgen madre de Dios, te pido que me hagas merecedor del perdón y la gracia de los pecados que he cometido hasta ahora, ante lo cual prometo alejarme de toda tentación, para no volver a recaer en ellos, y así no volver a ofender tu divina presencia.
Santísima Trinidad en ti espero y en ti confío, hoy acudo a tu fiel protección y a la de nuestra amada Virgen María, para hacerme merecedor de tu gracia infinita y divino amor, y de esta manera me otorgues la luz divina y tu auxilio, salvándome y conduciéndome por pastos más tranquilos y por el camino del bien.
Mi Dios, que tu corte celestial, tu poder, tu bondad, los ejércitos y tus fieles, los ángeles, los arcángeles, los santos y todos tus fieles, invoquemos todos, tu bendito nombre, tu nombre glorioso y misericordioso, y el misterio de tu Santa trinidad.
Bendita Trinidad, con todo el amor de mi corazón, hoy te digo que confío y creo, creo y confío, pertenezco a ti y en ti me quiero quedar. Te pido por favor, que acudas en mi ayuda y me concedas este favor especial que hoy te quiero pedir, por todo el amor que me has profesado:
(En este momento dile a la Santísima Trinidad tus dificultades, y pide que te ayude a resolverlas pronto)
Dios mío, ten piedad de mí, ven en mi amparo y concédeme que no se separe de mis labios tu alabanza. Que si hoy fuera llamado a juicio, tenga en mi favor haber repetido constantemente: Santísima Trinidad en ti espero y en ti confío.
Alabada Trinidad, tú que siempre te encuentras presente en nuestra alma, donde siempre serás honrada por tu voluntad, hoy me rindo ante tu gloria porque eres lo más grande que existe y existirá, por siempre.
En este día, agradezco muy humildemente todos los favores que me has otorgado, hasta el momento presente. Te doy gracias desde lo más profundo de mi corazón, pues me has creado a tu imagen y semejanza, y me has redimido con la sangre preciosa de tu querido hijo y que me has conservado y me has salvado de todo mal y peligro que me ha acechado.
Te ofrezco oh grandiosa Trinidad, todo mi ser, y en particular todos mis pensamientos, todas mis palabras, acciones y sufrimientos, de este día y de los días por venir. Los consagró a todos a la gloria de tu nombre, rogándote que, a través de los méritos de Jesucristo, nuestro salvador, todos puedan encontrar aceptación entre tus ojos.
Santísima Trinidad en ti espero y en ti confío, y finalmente, te doy gracias por escucharme y te pido que todo se haga realidad, si es tu voluntad, en el nombre de tu hijo amado, nuestro señor Jesucristo, que vive y reina por los siglos de los siglos.
AMÉN +Ahora para dar todo el honor y la gloria a la bendita Trinidad, Padre, Hijo y Espíritu Santo, te invito a hacer conmigo un Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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