Estimados hermanos, que la paz, la protección y el amor de Dios estén con ustedes en este nuevo día.
Es muy común que a menudo, solamos pasar en nuestras vidas por malas situaciones, por grandes dificultades que normalmente nos superan y no podemos solucionar, y esto lleva a que el desánimo, la tristeza, el desinterés o incluso la depresión nos invadan y no nos permitan seguir adelante.
Por esa razón hoy te traemos esta milagrosa oración a los Ángeles Custodios de Dios, para pedirles que nos den su divina ayuda, nos abran los caminos, y nos conduzcan por nuevas sendas de prosperidad, de amor, de salud y de bienestar.
Quiero invitarte, para que este sea un momento de meditación y de reflexión, para que sientas dentro de ti la presencia de los Ángeles a tu alrededor. De igual manera, cuando termines de orar pídeles a ellos que te den una señal en tu corazón, por mínima que sea, para que sepas que te hacen compañía y que te van a ayudar en medio de las dificultades y de los peligros, que van a estar contigo en los malos momentos o cuando tengas que cruzar caminos desconocidos y de seguro no te van a dejar desesperar ni te van a perder de vista ni un solo instante.
Te invito a realizar esta oración durante siete días seguidos, si tienes tiempo, durante la mañana y en la noche, y a lo largo del día acuérdate de tu Ángel de la guarda, llámale en tu mente con insistencia y pídele sea tu asistente siempre, pero sobre todo que te ayude a superar y solucionar lo que en la actualidad te preocupa y quita el sueño.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Oh bienaventurados Ángeles Custodios que moráis junto a la Fuente de toda vida y desde allí con vuestra espada de luz nos ilumináis, protegéis y atendéis fielmente, yo os saludo en este nuevo día que el Señor nuestro Dios me bendice con vuestra presencia.
Vosotros que por la amorosa piedad del Señor, fuisteis puestos a nuestro servicio desde siempre para ser nuestros custodios y guardar nuestras vidas, os ruego que siempre miréis hacia mí, que soy vuestro encomendado en esta vida, y os ruego me deis la paz y la felicidad que tanto ansío.
No os alejéis de mí, no faltéis nunca de mi lado, alumbradme, defendedme y regidme en toda ocasión, dadme vuestro auxilio, rogad por mis necesidades, y procuradme el remedio que ahora tanta falta me hace en esta mala situación en la que me encuentro.
Oh mis buenos y hermosos Ángeles guardianes, brillantes seres de celestes vestiduras que contempláis de cerca la faz del Altísimo y, por su amable y cálida Providencia, por su clemencia, tenéis la noble tarea de ayudar a los más necesitados, vosotros que no nos desamparáis ni de noche ni de día, y estáis atentos a nuestros sufrimientos y penas, acudid a mí en este muy difícil momento, venid a mí, dadme vuestro apoyo para que consiga lo que solicito, haced que por vuestra milagrosa intervención pueda salir con bien en este muy desesperado trance que me ahoga grandemente e impide tener tranquilidad:
(En este momento cuéntale a los Ángeles Custodios tu problema y pide con mucha fe lo que deseas conseguir).
Mis Divinos Ángeles Custodios, quiero daros mis afectos, deseo que sepáis que si os pido encarecidamente auxilio es porque en vosotros tengo plena confianza, pues ocupáis un lugar muy importante en mi corazón; por favor, volad a lo alto de los Cielos con mis peticiones, sed mis poderosos mensajeros, mis confidentes y amigos y suplicad por mí sin cesar al Padre de misericordia, para que me conceda lo que con esperanza he solicitado. Decidle lo mucho que preciso de su bondad y que por piedad me libre de las angustias que en este momento me rodean.
Ángeles de la gloria y del servicio, de la fuerza y de la calma, que permanecéis eternamente investidos del Poder de Dios, que muy pronto vuestra luz descienda sobre mí y con ella llegue la dicha y la paz a mi vida; regaladme el privilegio de vuestra asistencia, os pido que ahora y siempre estéis a mi alrededor, que vuestra dulce presencia sea quien me ampare e inunde de felicidad mis peores momentos, que vuestra compasiva compañía me preserve y proteja de cualquier oscuridad y de las sombras de la noche.
Oh benditos y Santos Ángeles de mi Guarda, enseñadme a ser humilde de corazón, a ser una persona agradecida y a permanecer siempre en el camino del amor a Dios, pese a los obstáculos o adversidades que se me presenten, y dirigid mis sentimientos, mis palabras y acciones para que sea bondadoso y benigno con los demás.
Todo esto os lo pido, en nombre de nuestro adorado Salvador, Jesucristo, quien vive y reina por lo siglos de los siglos.
AMÉN +
Ahora en agradecimiento a Dios que puso a nuestro servicio a todos los Ángeles Custodios, hagamos el Credo, un Padrenuestro, tres Avemarías y tres Glorias.
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