Queridos hermanos de Yo creo en Dios, todos pasamos en algún momento por situaciones económicas difíciles, que nos llevan a estresarnos, a entrar en el desasosiego o incluso en la desesperanza.

La buena nueva, es que si crees fielmente en San Judas Tadeo, quien fuera uno de los discípulos más benevolentes y piadosos de Jesucristo, él te dará con su intervención, su fuerza divina para sacarte de las necesidades financieras más desesperadas. Con esta oración el dinero y bendiciones económicas fluirán a tu vida de manera adecuada, siempre y sea la voluntad de nuestro Señor.

Te invitamos a realizar esta oración a menudo, o durante 21 días seguidos con mucha fe y amor, si tienes alguna dificultad realmente grande, para que te sea concedida una gran bendición y tengas grandes cambios económicos en tu vida.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Querido y amado San Judas Tadeo, discípulo de nuestro maestro Jesucristo, tú que eres el patrono de las causas difíciles y desesperadas, en especial del dinero y de las necesidades vitales de los mortales, por favor escucha este mi llamado urgente, para que me ayudes en esta necesidad tan grande que tengo.

Oh, Santo Apóstol, a ti te suplico mediante esta oración, que por favor me ampares de la pobreza, de la miseria y de la indigencia; no permitas que alguna vez lleguen a mi vida esta clase de situaciones que son tan difíciles de asumir, tampoco permitas que me quede sin trabajo, pues es el principal medio para llevar el sustento a mi vida y a mi hogar.

Querido Judas Tadeo, yo soy fiel devoto a tu doctrina, y confío en ti, porque tú elevas con el alma toda la benevolencia que aprendiste de nuestro amado Señor Jesucristo, y yo una simple oveja del rebaño del Señor, busco en tu ejemplo, la caridad para quien me llegue a necesitar.

Amado San Judas, tú que compartiste el pan con nuestro venerado Jesús, y que también conociste el sufrimiento que vivió a causa nuestra, por favor dile que necesito urgentemente de su ayuda. Yo no ambiciono grandes fortunas ni riquezas, solo te pido que fluya hacia mí, el dinero suficiente para tener una vida digna, para que le pueda dar lo mejor a mi pareja y a mis hijos, para que no tengan que pasar por dificultades y no conozcan el hambre o las carencias.

San Judas Tadeo, te pido tu asistencia y valiosa intercesión, para que pueda recibir del Señor una pronta y eficaz solución para mis necesidades agobiantes, haz que pueda obtener dinero urgente para afrontar los gastos, los pagos y las deudas, y de esa manera poder vivir con tranquilidad, te lo pido con la seguridad de que me escucharás y me ayudarás a conseguir esto que tanto necesito:

(Dile en este instante a San Judas Tadeo tu dificultad y pide su bendita intercesión)

San Judas Tadeo, en ti confío, mirando hacia tu altar, con un rezo emocionado y firme; no hallo otra manera de pedir tu bendita ayuda, alzando mis ojos y suplicando a ti, bendito Santo.

En este día, también quiero hacer una plegaria por tu alma, al estar bendecido por estar en ese pedestal grandioso al lado del Señor, y si bien es cierto te estoy pidiendo el dinero para solucionar los problemas materiales, te pido primordialmente que me des la serenidad y todo tu amor, para darme las fuerzas y el entusiasmo de seguir adelante cada día.

Te bendigo Santo Apóstol, porque nunca hasta el momento has permitido que en mi hogar y en mi mesa, falte el alimento, y siempre el Señor me ha provisto un trabajo y la salud, que me han concedido llevar el sustento a mi hogar.

Bendito san Judas Tadeo te honro con especial cariño y devoción, alcánzame la presencia y fortaleza de Dios, protégeme en toda circunstancia; que no cese nunca tu ayuda y consuelo y obtenme por gracia del Señor Jesús, María y José, la liberación, la prosperidad, el trabajo y la salud, y haz que el bienestar se instale en mi hogar.

Amado San Judas, te pido que por favor tengas compasión de mí, y te ruego que si es voluntad del Señor, hagas que muy pronto llegue el dinero que necesito para solucionar mis problemas.

Bendito Tadeo, tu presencia es en mí, como el agua en la planta sedienta, tú eres inefable en mi vida y en mi alma, y has hecho que mi vida sea maravillosa desde que he pedido tu bendita ayuda, por eso en ti confío y confiaré para siempre.

ASÍ SEA +

Y ahora para que la plegaria sea más profunda y se fortalezca nuestra fe te invitamos a hacer el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.

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