Queridos hermanos de Yo creo en Dios, que el Señor los bendiga y envíe todas sus cortes celestiales en nuestra protección.

Hay momentos en los que sentimos cargas pesadas, pues al parecer solo atraemos cosas malas, pues no conseguimos empleo, el dinero no llega a nosotros, las enfermedades siempre están al acecho, nos sentimos débiles, o no conseguimos estabilizarnos en el amor.

Para estos momentos de gran dificultad, donde nos sentimos alejados de nuestro Dios, te traemos esta Poderosa Oración al Arcángel San Miguel, para pedirle su bendita protección, que limpie toda nuestra alma, nuestro cuerpo y nuestro ser, y nos conceda la purificación de las manos de nuestro amado Padre Celestial.

Te invitamos a hacer la oración durante siete días seguidos con mucha fe y amor, y con la seguridad de que muy pronto vendrá el auxilio del Señor a través de nuestro amado Arcángel San Miguel.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Amado Arcángel San Miguel, te saludo oh santo ángel tú que eres el gran protector de la iglesia, y eres considerado el abogado del pueblo de Dios; te pido que escuches esta súplica mía, pues en estos momentos paso por grandes dificultades, y necesito de tu grandiosa ayuda, para que me limpies, purifiques y le des la protección necesaria que requiere todo mi ser.

En el nombre y poder de la presencia de nuestro Dios y Señor, que nos creó a todos a su imagen y semejanza, con mucha humildad y gran reverencia, me inclino en adoración delante de ti Príncipe de los Arcángeles, tú gran San Miguel, y con fe sublime y absoluta, te solicito en este instante, que vengas y me cubras con tu divina y bendita presencia.

Oh, Arcángel Miguel, Príncipe de los ejércitos de Dios; protector y defensor divino de la Luz Espiritual dentro de los corazones de toda la humanidad, y de la fe del hombre en Dios; por favor restaura para el Cielo, a cada corriente de vida que se haya apartado del estado de gracia y armonía divina de nuestro Creador.

Glorioso Príncipe Miguel, capitán de las huestes Celestiales, poderoso guerrero de Luz, caudillo y fiel siervo de Dios, guardián amoroso de nuestras almas y vencedor eficaz de los ángeles rebeldes, tú que eres nuestro poderoso defensor y protector, tú que gozas de las virtudes celestiales, líbrame de todo mal y de todo enemigo que quiera hacerme mal o afectarme de alguna manera.  

San Miguel, como fiel servidor de Dios y protector de la Luz Divina en nuestros corazones, con tu espada, tu escudo y tu círculo de pureza, corta y elimina todo mal adquirido o enviado; limpia, purifica y exorciza todo mi ser, atraviésalo con tu espada y con tu poderosa explosión de luz azul, llénalo de paz y armonía, de prosperidad y amor y protégelo eternamente, en especial, quiero pedirte para que me limpies y purifiques por esto que no me deja conservar la tranquilidad:

(Cuéntale a San Miguel tu dificultad o pecado, y pide que te limpie y purifique para que obtengas las bendiciones del Señor)

Humilde y agradecido, me inclino ante tu poderosa presencia, para pedirte que no dejes que nada malvado penetre en mí, que tu defensa y compañía estén siempre presentes en este hogar y en las personas que vivimos en él, que tu poder liberador actúe y permanezca por siempre.

Acude con presteza, bendito Miguel, a nuestro lado, consuélanos cuando nos sintamos afligidos, defiéndenos cuando nos veas indefensos y aleja de nuestro alrededor y de nuestras vidas, a las malas personas que quieran nuestra perdición. Vuela hacia nosotros cuando estemos en peligro, cubre con tus alas nuestros cuerpos y almas y llénanos de paz, tranquilidad y bendición, hazlo en toda ocasión y momento, y, sobre todo, que tu amparo nos ayude a ser mejores y a ser más fieles a Dios y su Palabra.

Gracias también por vigilar mis pasos y hacer que se corte todo mal, pues tengo el convencimiento que estando desligado de toda opresión volverá a mí, la bonanza y llegará a mi vida y a mi hogar todo lo mejor que Dios tiene para mí.

Igualmente envío mis afectos y reconocimiento a mi buen Padre, al que amo, honro y considero único Señor y Dios mío, le doy gracias por haber creado a los Ángeles y Arcángeles para socorrerme, en especial por haber destinado a San Miguel para defenderme, librarme de todas las tentaciones del mundo, del demonio y de la carne y por hacer que a través de él obtenga grandes beneficios y sosiegos pues sé que es para mi bien espiritual, terrenal, material y corporal.

Gracias infinitas, Arcángel Miguel, mi buen guardián, mi noble y valeroso amigo, mi cuidador y benefactor, por darme tranquilidad en las vicisitudes y en los malos trances; gracias por hacer que las situaciones adversas se vuelvan propicias, por acudir en este momento de intranquilidad y desasosiego, gracias por darme tu apoyo y atención cuando te lo solicito y por ayudarme a cruzar los caminos desconocidos, gracias por disipar la oscuridad y la adversidad de mi vida y por mantenerme a salvo de cualquier amenaza e inseguridad por siempre.

ASÍ SEA +

Ahora para reforzar nuestra oración, te invitamos a hacer el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.

Es aconsejable quemar incienso el primer día, antes de hacer la oración, y pasar el humo por todas las habitaciones de la casa, o por el negocio, lugar de trabajo o el sitio que se desee limpiar.

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