Queridos hermanos de Yo creo en Dios, gracias por estar nuevamente con nosotros y esperamos que el Señor los bendiga en esta bella mañana.

Todos pasamos en algún momento de nuestras vidas, por grandes problemas y dificultades, las cuales incluso hacen que lleguemos a la desesperación y a entrar en depresión, debido a que nos es muy difícil poder resolver estos conflictos.

Es por eso en esta ocasión te traemos esta bella oración de la mañana, a nuestro buen y amado Jesús, para pedirle su gran ayuda y protección, para poder de una vez por todas, resolver todos nuestros problemas y a la vez pedirle que incremente la fe en nuestros corazones, para que cada día tengamos más confianza en el Señor y sea nuestra guía constante.

Te invitamos a hacer esta oración durante nueve días seguidos, en las mañanas, con toda la fe y el amor de nuestros corazones, seguros de que muy pronto nuestro Dios actuará en nuestras vidas.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Señor Dios mío, en este día que comienza quiero darte las gracias por esta nueva oportunidad que me das de vivir, para contemplar tus maravillas y para ser feliz, oh mi buen Jesús aumenta mi fe en ti, ilumina mi vida y mis caminos, pues tú sabes que deseo amarte y que te necesito. Guía Señor todas mis acciones y regálame la fe, porque en ocasiones se desvanece, se disipa y palidece, pero yo deseo confiar en ti y deseo que me ayudes a vencer todos mis miedos, mis dudas y mis temores para descansar en tu amor y en tu misericordia.

Mi dulce Jesús, yo reconozco que eres lo más bello que tengo en mi existencia y por eso quiero abrirte las puertas mi corazón, porque te amo y deseo que entres y cambies todo lo que encuentres malo en mí, hoy debo confiar en que tú eres mi proveedor y que nadie se ocupa de mí y de mis problemas como tú lo haces, pues me permites soltar mis cargas pesadas y reparas mis fuerzas.

Señor Jesús, hoy quiero confiar en tu gobierno, en lo que tienes dispuesto para mí vida, pues tú, Señor, conoces mejor que yo lo que es conveniente para mí, yo hoy quiero arrojarme a ti, a tus brazos y reposar de mis aflicciones y de mis penas, deseo que me rescates de mis esclavitudes, líbrame del mal y de la desesperanza, para que pueda  confiar en tu gran poder que es eterno e inigualable.

Amado Dios de mi alma, desciende sobre mí y guía mis pasos para dar buen fruto y para que la fuerza de mal no me engañe, ayúdame a mantenerme fiel a ti y a tu palabra, dame firmeza para no estar como las aguas tibias que no saben a dónde ir. Yo anhelo recibir de tus manos todas las bendiciones y promesas que haz preparado para mí.

Mi dulce amor, hoy te pido con todo el corazón que me des la fe en ti, dame la fe te lo suplico mi Dios, para vencer mis preocupaciones, mis angustias, mis intranquilidades y mis ansiedades. Aumenta mi fe para cumplir los propósitos que has diseñado para mi vida. Señor dame la fe, ahora y por siempre para tener la certeza de que tú estás a mi lado cada día, protegiéndome, cuidándome e iluminando todos mis caminos.

Señor Jesús, dame también la alegría de llevarte en mi corazón y de llevar tu palabra a todo aquel que esté a mi lado y que lo necesite, úsame como instrumento de tu paz y de tu amor, deseo que mi vida sea para servirte y agradarte. Mi alma tiene sed de ti Señor, mi ser quiere glorificarte, honrarte y alabarte todos los días.

Señor tú me das paz y tranquilidad en abundancia, quiero tener la fuerza de la fe, porque así saldré triunfante en medio mis tribulaciones, bendíceme con esta seguridad en ti Señor, pues la fe es la mejor vitamina que me puedes regalar para continuar cada día y poder sobrepasar los obstáculos que se me presenten. Yo necesito creer que todo es posible en mi vida y por eso te suplico, Dios mío que te quedes en mi corazón y renueves mi confianza en ti para creer que tú lo puedes todo porque tú eres Dios.

Amado Jesús de mi alma, te ruego me ayudes porque siento que mis fuerzas se agotan, rescátame porque sé que estás aquí esperando por mí y que eres el único que me puede restaurar, tú eres maravilloso y me escuchas, mi corazón te llama y quiere adorarte, te necesito Señor. Tú conoces todas mis necesidades y puedes salvarme si tú quieres, Señor yo creo en ti así que dame el don divino de la confianza en ti, pues tú eres mi única esperanza y por eso, te pido me ayudes con esta dificultad que tengo en este momento:

(Ahora entrégale tu vida al Señor, cuéntale tus dificultades y pídele su bendita ayuda)

Padre mío, ayúdame a salir de la desesperanza en la que a veces caigo y cura mis heridas, regálame tu Espíritu Santo para entender que tu palabra tiene poder y auxíliame para dejarme guiar por ella, levántame Señor con tu mano poderosa y sácame del pecado, de la tristeza y del dolor, arranca de mi todo lo malo, pues deseo confiar en ti y tener sanidad para mi cuerpo, mi alma y mi mente, porque eres grande y poderoso y tuya es la victoria.

Señor Jesús yo sé que no hay problema que tú no puedas resolver, no hay enfermedad que tú no puedas curar, no hay pecado que tú no puedas perdonar, no hay aflixion pena o dolor que tú no puedas aliviar porque la grandeza de tu amor es infinita, por eso confía mi alma en tu misericordia.

Acógeme en tus brazos Señor y restáurame con tu inmenso amor, porque me amas, porque yo te pertenezco, tú eres lo más cierto en mi vida y has hecho grandes proezas en mí, quiero ser tu servidor, quiero ser tu instrumento, tú me has dado todo  cuanto tengo, tú provees mi vida y quieres liberarme y redimirme, fortalece mis fuerzas y concédeme la alegría de hacer tu voluntad, enséñame cómo puedo aumentar mi fe y cómo ser fiel a ti y a tus mandamientos, dame la sabiduría para entregarte mi vida y mi corazón y servirte con  alegría y generosidad y permíteme escuchar tu dulce voz.

Te doy gracias porque me regalas lo que necesito para ser feliz, gracias porque por fe creo que todo en mí ha sido renovado, tu gracia y tu amor me acompañan y por eso exaltaré tu poderoso nombre siempre, porque eres bueno y me escuchas e inundas mi ser de tus bendiciones, cierro mis ojos y siento tu amorosa mirada sobre mí, custodiando mi alma y todo mi ser, alabado seas por siempre mi Señor Jesús.

AMÉN +

Ahora haz un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.