ORACIÓN DE LA MAÑANA PARA PERMANECER EN EL SEÑOR
Permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo si no permanece en la vid, así tampoco vosotros si no permanecéis en mí.
Juan 15:4
Respetados hermanos de Yo creo en Dios, que nuestro Señor todo poderoso, los llene de sus bendiciones y los acoja en esta nueva mañana.
Si estás pasando por difíciles momentos, si las cosas no te salen bien, si no tienes nuevas oportunidades en el amor, en el trabajo, en lo económico o en diferentes aspectos de tu vida, seguramente se debe a que has estado lejos del Señor, no llevas como se debe, tu vida de la mano de nuestro Dios y Salvador.
Por esa razón, esta oración de la mañana está concebida para acercarnos al Señor y pedirle su anuencia, para compenetrarnos con él y de esta forma poder permanecer en su corazón, y así, nuestra vida se empiece a transformar.
Te invitamos a realizar esta oración durante siete días seguidos si tienes alguna petición en especial, o cuando desees hacerla, para poner toda nuestra vida, en sus manos.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bendito y amado Señor de los cielos y de la tierra, en esta nueva y bella mañana, te doy toda la gloria y alabanzas, por todas las maravillas que a diario me das, por la vida entera, de la que disfruto gracias a tu gracia y a tu bondad.
Señor Jesucristo, tú que eres único Dios con el Padre y el Espíritu Santo, te pido que hoy pueda permanecer contigo, a tu lado, para que junto a ti, todas mis preocupaciones, angustias, penurias, miserias y desdichas, se vayan de mi vida, desaparezcan, y por el contrario, se conviertan en bendiciones, gracias a tu poder.
Mi Dios, hoy he comprendido, que para poder avanzar, para que las cosas mejoren en mi vida, para que todo lo negativo se aleje y lleguen buenas cosas, debo estar en ti, permanecer en ti, pues tú has dicho que debemos ser como el sarmiento que permanece en la vid, y por eso, yo necesito de ti.
Amado Jesucristo, por favor transforma toda mi vida, mis pensamientos, mis acciones, mis palabras, y todo lo que en general hago, para que salgan de mí, buenas cosas, que yo sea ejemplo de vida para mis hermanos, que al estar en ti, pueda ser testimonio de tu amor, de tu poder y de tu misericordia.
Bendito Jesús, hoy quiero confesar, que aunque deseo con toda el alma permanecer en ti, las dificultades y problemas que a diario tengo, me hacen dudar, y por eso te pido perdón, pues mi fe en muchas ocasiones tambalea, y por esa razón, necesito de tu ayuda con suma urgencia, y te pido de corazón, me ayudes a resolver esta dificultad que me llena de angustia y ansiedad:
(Ahora cuéntale a nuestro amado Jesús tu problema o aflicción y pídele su misericordiosa ayuda)
Señor todopoderoso, desde el fondo de mi corazón, te doy gracias por escuchar mi súplica, te doy gracias por dedicarme unos minutos, para escuchar todos mis infortunios y lamentos, pues sé, que tendrás piedad de mí, y muy pronto recibiré el auxilio que necesito.
Querido Jesús, en estos momentos cuando estoy contigo, siento de inmediato que me fortaleces, que todo se transforma de manera positiva, siento que puedo respirar mejor, que me tranquilizas con tu presencia, pues tú tienes todo el poder, solo tú, si así lo deseas puedes darme todas tus bendiciones, porque eres un Dios de mucho amor.
Hoy acudo a tu sagrado corazón mi buen Jesús, para rogarte también por las personas que más sufren en este mundo, ten piedad de sus vidas y acércalos a ti, para que encuentren todo el refugio y la gracia de tu reino y alcancen la dicha en esta tierra.
De igual manera te pido Señor, que permanezcas en la vida de todos mis seres amados y queridos, en mis amigos y en todos mis conocidos, te ruego con humildad, que también les ayudes con todas sus necesidades, para que logren de tu mano, poder superar todos sus problemas y dificultades.
Finalmente, te agradezco mi buen Jesús, por traer la paz y el amor a mi corazón, guíame siempre por tus caminos de bien, y permite que pueda replicar tus bendiciones en mis hermanos, y que todo sea para Gloria tuya, que eres Dios, por los siglos de los siglos.
AMÉN +
Ahora, en el amor de Cristo, hagamos un Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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