Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. «Yo apartaré de ustedes toda enfermedad»
(Éxodo 23:25)
Amados hermanos de Yo creo en Dios, que el Señor los cure de todo mal y enfermedad, en esta nueva mañana.
En diferentes momentos de nuestras vidas, solemos pasar por enfermedades que aminoran nuestra salud y la deterioran, esto debido a la mala alimentación, a la falta de actividad física, o a la exposición de virus y bacterias, que terminan afectando nuestra vida, incluso de manera grave.
Estas situaciones por lo general nos afectan tanto psicológica, como espiritualmente, por lo que debemos tomar medidas urgentes para que el Señor acuda en nuestra ayuda muy pronto. Es por esto que te invito a realizar esta poderosa oración de la mañana, para pedirle al Señor que intervenga en nuestra vida y nos de la sanidad de nuestro cuerpo, de nuestra mente y de nuestra alma. Haz como siempre la oración, durante nueve días seguidos, con mucho amor y con mucha fe, a la espera del auxilio del Señor.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mi Dios muy buenos días, hoy amanezco necesitando de ti, pues mis fuerzas se han visto afectadas debido a las dolencias que he tenido que enfrentar en mi cuerpo, en mi mente y en mi espíritu, y es por eso que en esta mañana te digo “Señor por favor, sáname de toda enfermedad”.
Solo tú con tu poder Padre Santo, eres el que tiene la potestad para intervenir directamente en mi vida, y sanarme de todo mal, de toda enfermedad o dolencia que me esté afectando en este momento, pues yo creo que tú lo puedes hacer, tú puedes regenerar todas y cada una de las células de mi cuerpo, solo tú puedes equilibrar mi mente, para volver a ver con claridad el mundo, y solo tú puedes aumentar nuevamente la luz de mi alma, para que entre en equilibro contigo mi Dios.
Señor, tengo que confesar, que hace mucho tiempo que he entrado en rebeldía hacia ti, y por eso he descuidado totalmente mi cuerpo, haciendo que mi salud se deteriore, permitiendo que la enfermedad se apodere de mí poco a poco, pues no he querido alimentarme de manera sana, con los alimentos que cada día me proporcionas, por el contrario, le he dado gusto a mi cuerpo y a mis impulsos y lo he llenado de cosas que claramente lo dañan, y ahora he tenido que pagar las consecuencias.
También he sido Señor, una persona totalmente indolente que se ha negado a la necesidad de ejercitarse y eso me ha acarreado muchos problemas en mi cuerpo, pues la quietud y la comodidad han hecho que mi salud haya desmejorado considerablemente, tanto así, que he visto claramente afectada mi salud emocional, mi espíritu y mi alma, pues no razono con elocuencia, se va mi imaginación, he incluso, he perdido la fe y la esperanza de un mañana mejor, debido a mis problemas de salud, por eso con gran humildad y con gran desespero, te pido tu ayuda para sanarme de esta enfermedad que invade todo mi ser:
(En este momento cuéntale a nuestro Señor tu problema o enfermedad, y pide su urgente ayuda y sanación)
Padre Eterno, realmente necesito de tu ayuda, por eso abro mi mente, mi cuerpo y todo mi ser, para que intervengas de inmediato en mí, para que traigas con tu maravilloso poder, la luz de la sanación sobre mi ser, que te apoderes de mi cuerpo y de mi mente, para que tus partículas celestiales, reemplacen toda célula enferma de mi cuerpo, y así, me llenes de tu maravillosa energía divina, y así comience a mejorar rápidamente.
Mi Dios, perdona por favor todas las faltas y pecados que he cometido, por favor ten piedad de mí, y olvídate de todos los errores que he cometido, y en cambio, llena mi ser de tu piedad y compasión, para que vuelva a ser esa persona alegre y juvenil, que pueda recuperar toda mi energía vital, para retomar nuevamente y con esperanza, mi trabajo, mis estudios y las actividades que realizo en mi familia y en mi comunidad y que son importantes para los demás.
Señor, también quiero pedirte con toda sinceridad, por todos mis seres queridos y personas cercanas a mí, que también están pasando por dificultades con su salud, por favor cúralas, sánalas, alívialas y permite que puedan retomar sus vidas y disfrutar del mundo que nos das.
Finalmente, Padre Celestial, te doy infinitas gracias por todo lo que me das diariamente, por todas las bendiciones que me das y que ni siquiera noto, y aunque suene raro, también te doy gracias por permitir esta enfermedad temporal en mi cuerpo, porque a partir de experiencia, ahora valoro mucho más todo lo que tengo, todo lo que me das y que espero que me sigas dando, por siempre.
ASÍ SEA
Complementemos ahora nuestra oración al Señor, haciendo el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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