Queridos hermanos de Yo creo en Dios, que nuestro Creador los libre de todas las angustias y aflicciones en esta bella noche.
Si en este tiempo has sufrido de angustia o de ansiedad, si te has sentido triste a lo mejor por temor a equivocarte, y la aflicción ha tocado tu puerta, hoy te traemos la buena nueva de que el Señor siempre está allí para auxiliarnos.
Afortunadamente no estamos solos, porque nuestro Dios bendito, que es juez justo y poderoso, está siempre con nosotros, nos consuela en nuestras dificultades, no escucha y nos anima a seguir adelante y nos invita a confiar en él, y es por este motivo, que debemos permanecer en oración y entregar nuestras cargas más pesadas a nuestro buen Jesús, porque él nos levantará, nos descansará y nos dará la victoria sobre cualquier situación difícil por la que estemos atravesando.
Es importante que realices esta oración cuando te sientas decaído o con ganas de abandonarlo todo por la angustia o la depresión, o durante nueve días seguidos si tienes alguna dificultad o algún anhelo en especial.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Divino Señor Jesús, después de haber hecho un balance sobre mi vida, en el día de hoy quiero poner a tus pies todas mis cargas, y dejar en tus manos todo aquello que me ocasionó mal humor, que me trajo malos pensamientos, reacciones negativas o que perturbó hoy mi paz interior.
Quiero poner en tus manos, aquellas cosas que no puedo cambiar, pues a menudo batallo solo en mis propias fuerzas, y hay cosas que me causan ansiedad y zozobra, y quiero que me ayudes Padre Santo, pues deseo controlar mis emociones porque debido a mis angustias, he tenido dolores físicos y mentales, que me han desgastado innecesariamente, y por eso hoy deseo soltarme y arrojarme enteramente en tus manos, porque estoy seguro que solo tú me das la paz y el amor que pueden sanar toda mi vida.
Mi Amado Señor, te confieso que deseo abandonar esta carga que se hace difícil de soportar y confiar en tu amor y en tu misericordia. Dios tú me conoces, y sabes acerca de mis obligaciones, mis dificultades y preocupaciones; yo deseo firmemente que tú seas el que te encargues de ellas, para poder encontrar el descanso verdadero.
Bendito Jesús, deseo que esta noche tú vengas a mí y entregarte toda mi vida, mis planes, mis proyectos, mis anhelos y sentirme liberado; quiero que tu presencia me inunde y que seas tú el que pase por cada parte de mi ser, sanando las heridas que me ocasionaron, mi falta de control sobre mi cuerpo; también que pases sobre mi mente, mis pensamientos negativos y me des armonía y paz.
Ayúdame Señor bendito, a olvidar las ofensas que haya podido recibir en este día, porque me he sentido subestimado, triste, humillado e incluso despreciado, pero tú Padre mío me recuerdas que puedo descansar en tu amor, que puedo descansar en tu misericordia, pues tú me dices que me amas y que conserve la tranquilidad, porque tu llevarás sobre tus hombros todas mis cargas y mis afanes.
Tú has dicho Señor Jesús, que quieres que vayamos a ti todos los que estemos cansados y agobiados por que tú nos harás descansar, y yo confío en tu palabra que es fiel y trae sabiduría y promesa de bienestar, pues tú eres fuente de vida eterna, de fortaleza, de valentía y de tranquilidad. Tú sabes cómo levantarnos y cómo llenar nuestro ser de tu amor transformador, también de cómo renovar nuestro corazón y nuestras fuerzas.
Gracias Padre Amado por escuchar mis preocupaciones y agobios y por ayudarme a calmar mis ansiedades, gracias porque me permites desahogarme contigo, porque puedo expresarte todo cuanto siento y cuanto pienso. Dios, tú conoces lo que hay en mi humilde corazón, que es sincero y transparente.
Divino maestro en ocasiones he sentido impotencia, enojo, incluso cólera, por cosas que no puedo cambiar o personas que me irritan y me roban la paz. Mi Señor, yo sé que puedo confiar en ti, pues tú no me juzgas, ni me reprendes con rabia, más bien me muestras mis errores y me permites perdonar y olvidar las ofensas, que las otras personas me hacen, por eso hoy deseo entregarte todo, para poder descansar tranquilamente:
(En este momento entrégale a Dios tus angustias y tus penas, y pídele que te ayude a solucionar tus problemas y te de la paz que ansías).
Jesucristo bendito, oriéntame para hacer siempre lo correcto, líbrame de todo mal y peligro, y por tu gracia divina, y el inmenso amor que me tienes, por favor dame en esta noche la suficiente fe para confiar en tu guía, y por favor permíteme no desfallecer, para no decaer en el desánimo, la tristeza o la desesperación.
Mi justo y amado Jesús, te pido que me des tu Espíritu Santo para que tu sabiduría me acompañe, indícame el camino que debo tomar, ilumina mis decisiones, pues en tus brazos encuentro descanso y alivio a mis aflicciones; tú me sostienes y reparas mis fuerzas, a tu lado me siento seguro porque tú eres mi escudo y mi roca firme.
Amado y justo juez, te pido que derrames sobre mí, todas tus bendiciones y me regales abundante amor, esperanza y armonía, dame un corazón generoso para perdonar y olvidar las ofensas y ser dócil a tu voluntad.
Tú me sostienes mi Divino Salvador con tu diestra triunfante, tú eres mi refugio y siempre estás atento a mi clamor, ilumina mis pensamientos, así como el sol ilumina el amanecer y lo mantiene resplandeciente, y dame la certeza de que esta situación difícil por la que estoy atravesando va a terminar muy pronto.
Permíteme disfrutar de un sueño reparador y quítame por tu bondad, esta angustia y el estrés que me consumen y así veré tu victoria Señor Jesús, sobre mi vida, pues yo confío en ti, y te pido que aumentes mi fe para que tu auxilio llegue pronto a mí, ya que tú eres mi libertador y el amor de mi vida, por siempre.
ASÍ SEA +Ahora finalicemos nuestra noche y nuestra plegaria, honrando a nuestro Divino Salvador, con un Credo, un Padre Nuestro, Ave María y un Gloria.
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