Estimados hermanos, gracias por estar una vez más en Yo creo en Dios, tu refugio espiritual.
Si en ocasiones, a pesar de recibir todas las bendiciones de Dios nuestro Señor, sientes que algo te falta, que incluso por momentos tu vida no tiene sentido, puede ser que nuestro Padre Celestial, te esté haciendo un llamado para que transformes tu vida y pienses un poco más en tu prójimo.
Es importante que recordemos, que en la vida hay otras personas que necesitan de nuestra ayuda, y no solamente con dinero, sino con el simple hecho de estar ahí para ellos, de escucharlos, de brindarles una voz de esperanza y de amor, empezando por nuestro propio hogar; por eso con esta oración y con la ayuda de San Antonio, podremos aumentar el amor por los demás, y poco a poco que de esa manera, se vean reflejadas en nosotros, las obras y los dones del Espíritu Santo, para la gloria de Dios nuestro Señor.
Haz esta oración con mucha fe y con todo el amor de tu corazón, en las noches, para encomendarle a Dios tus acciones y hacer de tu vida un propósito de ayuda y servicio a tu prójimo, y de esta manera tener las fuerzas necesarias, para continuar adelante con tu vida, regocijándote por el don de poder ayudar a los que más lo necesitan.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mi querido San Antonio de Padua, tú que recibiste la gracia de los dones del Espíritu Santo, por tu vocación de servicio, concédenos un corazón humilde y sencillo, para poder escuchar a nuestro Señor, hacer su voluntad y ayudar a nuestro prójimo, intercede por nosotros y nuestras familias para que no exista entre nosotros la envidia o el rencor y que podamos seguir tu ejemplo de bondad a través de nuestras obras.
Te pedimos que, en este tiempo de desconcierto y violencia en el mundo, logremos ser luz y paz, que así como tú entregaste tu vida al servicio misionero, que nosotros construyamos en nuestro camino, la esperanza del poder de Dios, y seamos mensajeros de su infinita misericordia, en aquellos lugares donde más se necesita la presencia de nuestro Señor.
San Antonio bendito, él más gentil entre los santos, tu amor por Dios y tu caridad por sus criaturas te hicieron merecedor cuando estabas aquí en la tierra, de recibir los Dones del Espíritu Santo, por eso te pido me enseñes a ser una persona más amable cada día, que controle sus emociones y piense antes de hablar, para de esa manera, no generar conflictos con mis hermanos, y por el contrario, ser fuente de paz y de armonía.
San Antonio, tú estuviste dispuesto a escuchar a quienes necesitaban de tu palabra, tú siempre intercediste por aquellos con problemas y preocupaciones, por eso por tu inmensa bondad, te imploro me ayudes a disponer mi corazón, para recibir los dones que Dios por medio de su Espíritu Santo te concedió a ti y que tú pusiste al servicio de los más débiles, para que esa semilla también esté en mí, y no me olvide nunca de los demás, especialmente de mis seres cercanos más amados como mi pareja, mis hijos, mis padres o mis hermanos.
Bendito Santo, hoy te pido que cuando no me acuerde de servir a otros, tu recuerdo y ejemplo me ayuden a dirigir mi vida desde la bondad y desde la caridad, que me lleves a ser como tú, un ejemplo del amor de Dios y poder acercar a quienes han perdido las esperanzas y el camino de la fe que conduce a ti.
San Antonio de Padua, franciscano ejemplar, intercede ante el Padre Celestial, para que siempre me rodee a mí y a mi familia de amor y alegría, esa con la que siempre llevaste tu misión en la tierra, por la que muchas personas recuperaron la esperanza en sus vidas.
De corazón te pido, que me sostengas con el mismo amor con el que Dios te sostiene a ti, para que pueda ser una persona amorosa y misericordiosa, para que con mi actuar, con mi sentir y con mi pensar, pueda también llegar a la gloria del cielo.
San Antonio, ayúdame a llevar una vida de servicio donde Dios sea quien guie mi vida, que mis obras sean el testimonio de su presencia en mí. Por favor no permitas que desfallezca en estos tiempos de carencias y de desigualdad, en estos tiempos de tormenta, donde todos nos sentimos solos y con más carencias que nunca, por el contrario donde esté, que pueda llevar el mensaje de amor que nuestro bendito Creador tiene para con nosotros, sus hijos.
Querido Santo, te doy las gracias por escuchar mis súplicas, por acogerme en la intranquilidad, por ayudarme en estos momentos de angustia y de soledad, en donde no le hallo sentido a muchas cosas, por favor consuélame y ayúdame a ser una mejor persona.
De igual manera San Antonio bendito, te pido tu ayuda con todas mis necesidades personales, para que tú se las presentes a nuestro Señor, y de esa manera me de la claridad para poder resolver todas mis dificultades.
(Ahora cuéntale a San Antonio de Padua tus problemas y pide su ayuda para resolverlos).
Querido y adorado San Antonio, creo en ti hoy, y te doy las gracias por escucharme y por llevar mi mensaje a nuestro Dios, para que él tenga misericordia de mí, y me dé toda su poderosa ayuda, hoy y siempre.
ASÍ SEA. +
Amigos, recordemos hacer esta oración en las noches, con mucha fe y amor, y si tienes alguna petición en especial, pide con fe y déjala en los comentarios, para que Dios nos escuche aún más.
Ahora para fortalecer esta oración, haz conmigo un Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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