Apreciados hermanos de Yo creo en Dios, que nuestro Señor ampare y proteja sus hogares hoy y siempre.
A menudo solemos sentir temor por lo que pueda suceder en nuestras casas, pues la inseguridad, los desastres naturales o los accidentes, pueden ocasionar que se vean afectadas o incluso que podamos perderlas.
Es por esto que en esta ocasión, te traemos esta poderosa oración, para bendecir nuestra casa y pedir a nuestro Dios toda su protección para los que habitamos en ella.
Realiza esta oración siempre que desees proteger tu hogar, sea antes o después de salir de ella, para que nuestro Señor, con su inmenso poder, nos bendiga y cubra con su luz nuestra casa.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Bondadoso Señor, una vez más me dirijo hacia ti con la intención de que atiendas mis súplicas, pues solo tú conoces lo que pasa en mi vida, en mi familia, en mi hogar, y es por ello que en estos momentos, abro mis labios hacia ti y te pido de todo corazón que entres a mi casa y la bendigas con tu poderosa mano, que seas tú quien habite en ella, que bañes con tu luz cada rincón y podamos sentir tu presencia brillar en cada espacio de este lugar.
Amado Jesucristo, lleno de misericordia y compasión, hoy te abro las puertas de mi casa, a este lugar que tú me concediste para vivir junto a mi familia y mis seres queridos. Ahora te suplico, que laves cada una de sus paredes con tu agua bendita y purificadora, que seas tú, quien se pasee libremente por cada pasillo, por cada habitación y por todos los rincones de ella, y saques así todo espíritu de maldad, todas las angustias y todas las tristezas que haya en ella, pues sabemos que donde hay oscuridad, tú pondrás tu bendita luz para que nos ilumine para siempre.
Señor Jesús, entra en cada rincón de mi casa, que cada sitio de este mi dulce hogar, quede repleto de tu bendición, pues eres tú, mi Dios misericordioso, el único que tiene el poder de ungir nuestro hogar, pero sobre todo a los que habitamos en él, y así, llenarnos de tu presencia maravillosa, para que nada ni nadie pueda dañarnos, y de esta manera los que vivamos en esta morada quedemos protegidos por tu inmenso amor.
Así mismo mi adorado Señor, te pido que me ilumines a la hora de hacer algún negocio que involucre a mi casa, por favor no permitas que estafadores, embaucadores o tramposos lleguen a mí, para poner en riesgo mi casa, por favor aléjalos y ampáranos de toda acechanza del enemigo.
En especial mi Señor, te pido que me bendigas y bendigas mi casa, y me ayudes a solucionar este problema que tengo con ella:
(En este momento dile al Señor tu problema con tu casa, y pídele que te ayude a solucionarlo muy pronto)
Mi Dios, así como dice en tu Palabra, te digo yo ahora, mi adorado Señor: “Dígnate a bendecir la casa de tu siervo para que permanezca por siempre en tu presencia, pues tú, mi Señor, has hablado y con tu bendición la casa de tu siervo será eternamente bendita.”
Protege esta vivienda Señor, báñala con tu infinita misericordia, líbrala de todo peligro, de las malas intenciones del enemigo y líbrala de robos, accidentes domésticos y desastres naturales. Ayúdanos bendito Señor, a mantener esta morada como tu lugar protegido, pues con tu amparo, nada hemos de temer.
Te pido a ti, mi Dios incomparable, que cuides mi casa y de todos los que habitamos en ella, que reine en mi familia el amor, la comprensión, la salud y la prosperidad. Que cada vez que salgamos de esta casa, seas tú quien vele por ella y la proteja de las amenazas de este mundo, de igual manera, permítenos volver a ella cada día con la certeza de saber que todo estará amparado por tus santas y preciosas manos mi Señor.
Te pido mi Padre bueno, que con tu bendición esta casa solo sea testigo de innumerables muestras de amor. Aleja de ella y de todos los que en ella vivimos los pleitos, las discusiones y toda clase de malentendidos, permítenos ser personas felices en quienes reine la paz y la unidad siempre.
Señor Jesús, por favor sella con tu preciosísima sangre la entrada de mi hogar, cada una de sus paredes, puertas, pisos y ventanas, para que la acción del enemigo no tenga cabida en este lugar, para que cada vez que se presente una adversidad, podamos salir adelante y seguir tranquilos con nuestras vidas, y que toda persona que entre a este lugar, sea ungida por ti, bendito Señor.
Revístenos de tu amor Señor eterno, a mí y a todas las personas que hoy, bajo tu amparo encomiendo nuestras vidas, por medio de esta oración que hoy realizo con mucha fe y esperanza. A ti te entrego mi casa Padre bueno, para que seas tú quien la tome entre sus manos y nos ayude a progresar, a abrirle las puertas a la abundancia y a la prosperidad, pues tú, mi Dios bendito, eres bueno y tu piedad verdadera se extiende a lo largo de mi hogar.
Amado Señor, desde ya tengo la seguridad de que estás obrando en nosotros, porque confío en que recibes mi oración, hecha con fe y con la confianza puesta en tus manos, pues sé que si tú estás conmigo, si tú estás en mi casa, no hay nada ni nadie que pueda perturbar mi paz y mi tranquilidad.
Quédate Señor bendito, a vivir bajo este techo, quédate a vivir junto a mí y a todos los míos, porque sé que no hay mejor lugar que estar a tus pies, que estar en tu presencia que todo lo puede y que todo lo dispone para bien. Quédate en esta casa Señor de Señores, y llénala de tu bendición.
Gracias amado Señor, porque recibes el clamor de este siervo tuyo, confío en que tu bendito manto protector, cubrirá mi casa y a todos los que habitamos en ella, porque tu amor es grande y tu misericordia dura para siempre, en el nombre incomparable de Jesucristo, nuestro Señor, quien vive y reina y es Dios por los siglos de los siglos.
AMÉN +
Ahora consagrémonos al Señor y complementemos nuestra oración haciendo el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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