Amados hermanos de Yo creo en Dios, gracias por acompañarnos una vez más y esperamos que nuestro Dios los proteja de todo mal y peligro en este nuevo día.
Hoy queremos compartir con ustedes, esta bella oración dirigida a nuestro Padre Celestial, para darle gracias por todas y cada una de las bendiciones que nos da a diario, por ser bueno con nosotros y acompañarnos en todo momento, así como para pedir su divina protección en todos los instantes de nuestra vida.
Te invitamos como siempre a hacer esta oración con todo el amor y fe de nuestro corazón, para agradecerle por todas sus bendiciones, o durante nueve días seguidos si tienes alguna petición en especial.
En el nombre de Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Dios, en este bello día te doy gracias por todo cuanto me has regalado, gracias por la vida, por la salud y por mi familia. Gracias también por darme esta nueva oportunidad de renacer y por darle propósito a mi existencia; siento que si tú estás a mi lado aunque tenga problemas, esté en soledad, aunque todo parezca sin sentido, tú me darás un motivo para seguir luchando cada día.
Señor, a pesar de que no comprenda tu actuar, pues sé que la vida es difícil, quiero arrojarme en tus brazos y darme la oportunidad de vivir mi vida; yo sé que habrán dificultades, pero en el camino se irán arreglando las cargas, porque tengo la certeza de que todo tiene un porqué y un propósito; tú todo lo haces perfecto, todo lo haces pensando en mi bienestar, por eso hoy quiero solo no razonar y dejarme guiar por ti, y que tú hagas la obra en mí; deseo hoy no aferrarme a nada y solo dejar que actúes en mi vida para que todo sea de acuerdo a tu voluntad.
Mi adorado Creador, yo solo sé que mi alma te anhela, tengo sed de ti, quiero que te manifiestes en todo mi ser y me dejes ver la vida con tus ojos, permíteme disfrutar de todo lo que me das, incluso hasta de lo más pequeño que por lo general no aprecio. Señor te agradezco por todo, por tener todos los sentidos de mi cuerpo, con los que puedo disfrutar del mundo, por darme una familia, y por todas las cosas y seres de la naturaleza, que son maravillosas, y por eso hoy, también te pido perdón, porque en ocasiones solo me he desgastado pensando en lo poco que no tengo y realmente no aprecio todo lo que me das.
Rey mío, quita de mi la tristeza, el sinsentido, el desconsuelo y la preocupación, hay muchas cosas que me causan temor y sufrimiento, incluso en ocasiones me siento una persona reprimida, que no sabe disfrutar lo que tiene y lo que hoy me regalas con tanto amor. Estoy tan enfrascado en mis problemas que me he olvidado de hablar contigo, de contarte mis cosas, me he olvidado de pedirte tu consejo y de agradecerte por lo bello que eres conmigo y con mi familia.
Oh salvador mío, no tardes en escuchar mis oraciones, ven pronto a mi vida a iluminarlo todo y a llenarlo todo con tu presencia, no tardes para que yo no acabe perdiendo las esperanzas. Por favor ten piedad de mí, pues te necesito, no me dejes en el desierto para siempre, permíteme ver tus obras, ayúdame a visibilizar lo que quieres para mí y dame fortaleza para asumir mis cargas y responsabilidades.
Padre Celestial, tú eres mi consuelo, el bálsamo que me reconforta en los momentos difíciles de la vida, tú eres mi esperanza y mi ilusión. Señor mío, aumenta mi fe en ti para que yo no decaiga con las cosas negativas que me pasan, para que por el contrario pueda ver en cada amanecer un día para recomenzar y para animarme, porque tú estás a mi lado peleando conmigo mis batallas.
Gracias Dios mío, porque atiendes mi súplica, gracias por renovar mis fuerzas, gracias por aligerar mis cargas y por darme ánimo para seguir adelante. Por favor dame el valor para enfrentar las situaciones que no me agradan y dame la sabiduría para no dejarme vencer por los comentarios malintencionados de otros que me quieren destruir, regálame el discernimiento para hacer lo que corresponde en cada momento.
Señor, tú eres todopoderoso y yo quiero darte siempre el primer lugar en mi vida. Ayúdame Dios mío porque a veces se me olvida que tú eres el que me lo da todo y si tú quieres también me lo puedes quitar; pero gracias a tu infinita misericordia estoy aquí en este momento hablando contigo, tú eres mi salvador, mi rey, mi amigo fiel que nunca me falla, que me cuida y me protege y que no me deja en el abismo, sino que me rescata y me sostiene con tu amor y con tu palabra que es fuente de vida eterna.
Gracias amado mío, por susurrarme tu amor al oído y por acompañarme en todas mis travesías, gracias por no olvidarte de mí en momentos de angustia y por ser mi bienhechor y mi piadoso Padre, gracias por proveerme de todo cuanto necesito para vivir, y por alegrarme con tu palabra con la que me dices que el que pide recibe, y por eso en este día quiero pedirte en especial que me ayudes con esta situación que tanto me angustia:
(Ahora dale gracias a nuestro amado Dios por todas las bendiciones recibidas y pídele que te siga dando su protección).
Señor tú eres mi oasis, mi manantial de agua viva que viene a refrescarme y a brindarme felicidad, paz y sosiego. Tú me levantas cuando me siento débil y renuevas mis fuerzas cuando estoy cansado, decaído y falto de fe, pero tú Señor no me dejas consumir en la amargura, en la tristeza o en la desolación, pues me alimentas con tu palabra y con el amor que me tienes, por eso te doy las gracias por ser esa roca firme que me sostiene en todo momento.
Amado Padre, gracias por alegrar mi corazón, gracias por cubrirme de tus bendiciones y por librarme de los ataques de mis enemigos, sin embargo, bendícelos también a ellos Padre Santo y permíteles ver sus errores, así como también a mí, para no caer en la arrogancia o en el orgullo. Señor dame si es tu voluntad, un corazón sencillo y humilde, lleno de amor para compartir lo que me has dado con el que lo necesite, y por favor regálame tu Espíritu Santo que trae consigo todos sus dones.
Gracias Dios mío, por permitirme salir bien librado del desierto y por ayudarme a aprender allí las lecciones que deseas enseñarme. Te pido que me lleves de tu mano en todo momento, y me ayudes en los instantes más difíciles de mi vida, que cuando te invoque, cuando te anhele o te necesite, puedas estar para mí, pues yo confío en ti, y quiero encomendar mi vida y la de mis seres queridos en tus manos.
Poderoso y amado Creador, te doy gracias por iluminar mis días y mis noches y por ser mi guía incansable, gracias por sanar las heridas de mi corazón y por manifestarte grande y generosamente en mi vida, te pido que estés a mi lado, por siempre.
AMÉN +
Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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