Queridos hermanos de Yo creo en Dios reciban todas las bendiciones del Santo Espíritu de Dios en este nuevo día.

Cuando creas que tu vida no tiene sentido, te sientas solo o desamparado, sin fuerzas, sin motivos para seguir adelante, pues crees que todo marcha mal, haz esta oración al Espíritu Santo, para pedirle nos de sus siete sagrados dones, para superar todos nuestros problemas y darnos mucha fortaleza sobre todo en momentos de gran tribulación.

Haz esta oración durante siete días seguidos o cuando quieras tener un encuentro más íntimo con el Espíritu Santo de Dios y así puedas entregarle tu vida, la de tu familia y también todas tus dificultades.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Santo Espíritu de amor, ven a mí, sé mi luz, mi fortaleza, mi consuelo, mi defensa y mi protección, llena mi corazón de alegría y desecha cualquier mal sentimiento y mal pensamiento que pueda albergar, para que sólo habite en mí la llama de tu inmenso amor, tu pasión y tu poder de sanación.

Ven Espíritu Santo, y envía del Cielo un rayo de tu luz; ven dador de gracia, ven luz de los corazones, consolador maravilloso, dulce huésped del alma, descanso en la fatiga, brisa en el calor y consuelo en el llanto.

¡Oh Espíritu Santo! llena lo más íntimo de mi corazón, pues sin tu ayuda, nada bueno hay en mí; lava lo que está manchado, riega lo que está árido y estéril, sana lo que está herido, calienta lo que está frío, endereza lo que está torcido y concédeme tus siete sagrados dones y la salvación de mi alma.

Espíritu Santo bendito, te pido que vengas a mí, pues con mucha devoción y mucha fe clamo por tu protección, te ruego que por tu bondad seas tú mi bienhechor; Espíritu de Cristo, imploro que me regales tus santos dones.

Sabiduría, para entender lo que me conviene en todo momento y lo que perjudica al proyecto de Dios; pues es la sabiduría la que trae el gusto de Dios y su palabra.

Entendimiento, para aceptar las verdades reveladas por Dios; pues el Espíritu Santo nos permite tener participación en el conocimiento divino, en los secretos del mundo y en la intimidad de Dios.

Consejo, para saber discernir los caminos y las decisiones, de saber orientar y escuchar. Es la luz que el Espíritu nos da para distinguir lo correcto e incorrecto, lo verdadero y lo falso.

Don de la Ciencia de Dios y no la ciencia del mundo; porque tú Espíritu Santo nos revelas interiormente el pensamiento de Dios sobre nosotros, pues “nadie conoce lo íntimo de Dios, sino el Espíritu del Creador”.

Piedad para estar siempre abiertos a la voluntad de Dios, buscando siempre actuar como Jesús actuaría.

Fortaleza, para ser valientes y enfrentar las dificultades del día a día de la vida cristiana. Tú Espíritu Santo nos das perseverancia y firmeza en la toma de decisiones, y para no dejarnos amedrantar frente a las persecuciones, pues confiamos incondicionalmente en el Padre.

Temor de Dios, para conocer acerca del debido respeto frente a Dios y en la sumisión a su voluntad, apartándonos de todo lo que le pueda desagradar.

Espíritu de amor, tú que habitaste en el Señor Jesús, te suplico que mores en mí, y que tengas misericordia y me alejes de mis pecados, concédeme la paz y el gozo de tu amor para que con mis acciones pueda glorificar a mi Señor.

Ayúdame dulce Espíritu a eliminar todo rastro de maldad, y abrázame con piedad para el perdón alcanzar; apodérate de mí, Santo Espíritu, de mi humilde corazón, para que pueda gozar de los dones que tú das a los hombres: don de la sabiduría, del entendimiento, del consejo, de la fortaleza, don de ciencia, don de piedad, y el don de temor de Dios.

Espíritu de Cristo, no me dejes desfallecer frente a los problemas que se me presentan, para que no cese de rogar por mis hermanos que padecen la miseria y la crueldad de los pueblos y sus gobernantes, y así mismo dame tu consejo para que pueda abandonar la ira, la violencia y el resentimiento que a veces domina mi corazón.

Santo Espíritu divino, hoy vengo a tus brazos implorando tu auxilio, para que me ayudes en las difíciles circunstancias en las que me encuentro, pues para mí se vuelve imposible de solucionar esta situación, por eso deposito toda mi fe y esperanza en ti, y confío rectamente en que escucharás mis ruegos, te lo pido por favor; dale sentido a mi vida y regálame la persistencia en la oración, para pedir lo que me conviene:

(En este momento pídele con fe al Espíritu Santo, para que te ayude en esta dificultad que hoy tienes)

Espíritu Santo, yo te invoco con fe, implorando por tu gracia, me selles con tu amor, pues tuyo soy y anhelo estar siempre cerca de la presencia de mí Amado Dios y encontrar el alivio a mis penas.

Santo Espíritu bendito, concédeme el gozo de la salvación y dame la sabiduría como al Rey Salomón, para que pueda resolver las situaciones de conflicto que hoy traigo, y ayúdame a discernir entre el bien y el mal.

Espíritu Santo, te pido que me des el Don del Consejo, para que pueda ofrecer
respuestas  prudentes, sabias, oportunas y acertadas a quienes me las pidan, y que ameriten grandes determinaciones, así como también ayúdame a ser sensato en la toma de decisiones.

Dulce huésped del alma, dame paz y regocijo, líbrame de las tribulaciones y angustias y concédeme el don de la piedad, para que sea sensible al dolor ajeno y practique la misericordia y la bondad hacia mis hermanos, sobre todo a los más necesitados, renuévame con un espíritu noble y generoso dentro de mí.

Espíritu Santo celestial, lléname con tu amor, te ruego por la gloria de mi Señor todopoderoso, que sanes cualquier enfermedad que habite en mi cuerpo y el de mis familiares, amigos, conocidos y personas con quienes comparto a diario.

Santo Espíritu, te amo y te bendigo, infinito consuelo de Dios y de Jesús, lleno eres de virtudes y dones, ayúdame en esta complicada situación en la que me encuentro, ilumina y traza un camino en mi vida, bendíceme hoy, mañana y siempre, y yo te glorificaré y te agradeceré eternamente.

Espíritu Santo de amor, haz que mi fe en Dios, crezca cada día en mi corazón, que la esperanza se reproduzca y que mis oraciones sean siempre para alabar a mi Salvador y darle gracias por su amor.

Espíritu Santo celestial, esto lo pido porque el poder de la Santísima Trinidad no conoce barreras, porque todo lo que en ti sea pedido con fe, será atendido, y porque el Señor Jesús es mi buen pastor y yo pertenezco a las ovejas de su rebaño.

Sé que tu amor es real y antes de conocer los resultados de mi oración, te agradezco infinitamente por escucharme y atender todas mis súplicas.

AMÉN +

Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

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