Apreciados amigos de Yo creo en Dios, que el Señor los bendiga e ilumine en este nuevo día.
Son muchas las oportunidades en las que pasamos por muchas dificultades, pues incluso una desemboca en una y en otra, como es el caso de no tener trabajo, o el caso de una enfermedad, o cuando tomamos decisiones totalmente erróneas que solo ponen patas arriba nuestra vida.
Para esos difíciles momentos, hoy te pedimos que realices esta oración a nuestro Dios y Señor, para pedirle de todo corazón y con toda humildad, que sea él, el que solucione todos nuestros problemas o inconvenientes, y que con su gran poder, nos aleje de todo lo que no nos conviene.
Realiza de manera juiciosa, durante 13 días seguidos, esta oración a nuestro Creador, con mucha esperanza, para que él actúe en nosotros, y nos dé una vida llena de prosperidad, salud, sabiduría, dicha y felicidad.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
En el nombre de nuestro Señor y amado Jesucristo, hoy acudo a ti mi Dios y Señor, tú eres todo lo que anhelo, todo lo que necesito y lo que deseo. Tú eres el sustento que quiero tener, el capitán que guíe mis pasos y mi vida, el ser que me de sustento y que me ilumine, para retomar mi camino, mis metas y mis objetivos, y así poder salir del abismo donde me encuentro.
Divino Dios, hoy quiero poner mi mente, mi cuerpo y mi alma en tus manos, quiero que de hoy en adelante administres todo mi ser, para que seas tú con tu infinita sabiduría, el que solucione todos mis problemas; te lo pido, porque yo creía que todo lo podía en mis fuerzas, que era capaz de solucionar todo a lo que me enfrentaba sin tener que acudir a ti, pero no tenía la razón, y día tras día, todos los problemas se multiplicaron, por lo que el agobio y la desesperación me han invadido.
Señor, hoy con humildad te pido perdón, porque he sido una persona arrogante, alguien demasiado irreverente que creyó no necesitar de ti, y ahora tengo que admitir, que estaba en un error, pues la gracia y el verdadero poder, vienen solo de ti y de nuestro amado Salvador Jesucristo.
(En este momento y con mucha humildad, cuéntale al Señor tus dificultades, y pídele su pronta ayuda)
Mi Dios, yo sé que son muchos problemas los que necesito solucionar y que hoy te vengo a presentar, y aunque sería demasiado para cualquiera, confío en que tú mi Señor, eres el único que puede ayudarme a resolver, pues de ti proviene la sabiduría, la constancia, la calma, el trabajo y todo lo que se necesita para llevar de buena manera nuestras vidas, y de tu mano, poder remediar todos los problemas y necesidades que se nos presentan en el camino.
Padre Celestial, yo sé que tú tienes el poder para cambiarlo todo en nuestras vidas, por eso también te pido con todo respeto, que me cambies para bien; que me vuelvas una persona, primero que todo, más creyente, una persona que confíe más en ti, que sea capaz de perdonar a mis hermanos, que pueda reconocerme como pecador, para así mismo poder reconocer que tengo defectos, que a pesar de los consejos de mis hermanos, soy alguien voluntarioso; pero que a partir de hoy, con esta oración que me das como regalo, puedo cambiar para bien, puedo hacer las cosas mejor, para que a medida que pase el tiempo, tenga menos problemas, no tenga que pasar por tantos sufrimientos y pueda alcanzar la felicidad.
Señor, nuevamente en nombre de nuestro Señor Jesucristo, me declaro como una persona sanada, como una persona con nuevas oportunidades para salir adelante; siento que tú ya estás solucionando y eliminando todos mis conflictos y problemas, lo que hace que llegue a mí, el poder de tu Espíritu Santo, que me santifica y endereza mi camino.
Finalmente, te pido amado Dios, que perdones todas mis faltas, y que pongas tus benditas manos sobre todos mis familiares y seres queridos, para que seas tú guiándonos a todos nosotros, mejorando nuestras vidas, y solucionando todos nuestros problemas, para de esa manera, poderte dar gracias por tu infinita misericordia, y volver a comenzar de nuevo cada día, y alabarte y bendecirte, por siempre.
ASÍ SEA +
Consagrémonos ahora al Señor y complementemos nuestras súplicas haciendo el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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