Apreciados hermanos de Yo creo en Dios, que el Señor los bendiga y aleje el pecado de sus vidas.
Constantemente todos nosotros, pasamos por situaciones en donde el enemigo nos tienta, para que caigamos en el pecado, para que quebrantemos los mandamientos de Dios y nos hundamos en el mar de las tentaciones, y por ende destruyamos nuestra vida.
Para combatir todas las incitaciones del demonio, hoy te traemos esta poderosa oración a nuestro Dios, para que con su bendita ayuda, podamos rechazar todo mal y pecado de nosotros, y así, de la mano del Señor, volvamos a tener una vida buena y bendecida por nuestro Creador.
Te invitamos a hacer en cualquier momento del día, con mucha decisión y voluntad, esta poderosa oración, durante nueve días seguidos, o durante 21 días, si tienes que salir de algún pecado en especial que te esté perjudicando, y de seguro, el Señor cambiará tu vida, para siempre.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amado Dios, Creador de todo el universo, de lo conocido y desconocido, en este nuevo día me postró ante ti, con humildad y de todo corazón, pues hoy deseo rechazar el pecado y recomenzar nuevamente, para que me des todas tus bendiciones y tu protección.
Bendito Señor, en primer lugar, quiero pedirte perdón por todos y cada uno de mis errores y faltas, pues a pesar de saber que los deslices que he tenido han afectado de manera grave mi vida, he vuelto a caer en ellos muchas veces, y hoy que he tenido que pagar un precio muy alto, soy consciente de ello.
Hoy te pido perdón mi poderoso Señor, porque con ellos no solo me he afectado, sino que también he perjudicado a muchas personas que incluso han estado a mi lado, apoyándome o acompañándome, y reconozco que no ha sido justo con ellos, contigo ni conmigo, ya que el pecado solo trae sufrimiento.
Perdóname, te lo pido de corazón, en especial por este pecado que hoy quiero presentarte, para que también lo elimines de mi vida, y me permitas reconciliarme contigo, con los afectados y conmigo, para que todo mejore a mi alrededor:
(En este instante cuéntale al Señor el pecado que quieres abandonar y pídele su poderosa ayuda)
Señor, gracias por escucharme, por perdonarme y por animarme a seguir adelante, y en nombre de nuestro Señor Jesucristo, hoy me atrevo a decir:
En nombre y por el poder de nuestro amado Jesucristo, nuestro Dios y Salvador, hoy rechazo y expulso de mi vida todos y cada uno de los pecados que esté cometiendo o que haya cometido hasta el momento.
Tú me has dado el poder Señor, de pasar sobre escorpiones y serpientes, y por eso hoy deseo pasar por encima del pecado y echarlo de mi vida, rechazo también de manera firme y fehaciente todo ataque del enemigo, toda tentación que el demonio haya preparado para mí, para verme mal, para tenerme bajo su dominio, y lo someto ahora mismo por tu poder, por tus mandamientos, por tu guía, sin la cual nuestra vida se perdería.
Adorado Dios, tú eres infinitamente poderoso y extraordinario, por eso confío plenamente en ti, en que tu ayuda llegará muy pronto, pues tú lo puedes todo, puedes cambiar todo lo malo por solo cosas buenas en mi vida, pues eres maravilloso y quieres lo mejor para mí.
Mi Señor, te pido también que alejes del pecado a todos mis seres amados, a mi pareja, a mis hijos, a mis padres, hermanos y todas las personas que hoy quiero, pues también han sido víctimas de la tentación del demonio, que todos los días nos quiere ver mal; por favor acude pronto en su ayuda, dales la templanza y la voluntad de resistir los embates del mal, para que sus vidas sean transformadas por tu gran poder y puedan vivir una vida plena y feliz.
Señor, en este instante cierro los ojos y siento que inundas mi cuerpo con tu luz sanadora, con tu inmenso poder, que recorre todas las venas de mi cuerpo, de mi mente y de mi alma, expulsando uno a uno, todos los pecados que haya podido tener hasta el momento, y a la vez, instaurando un escudo que me protegerá de toda tentación del enemigo, pues tú eres mi Dios, el que me guía y me guarda siempre.
Alabado seas Padre Celestial, tú eres bueno y con razón todas tus criaturas te alaban, y yo en este momento también te alabo y te doy gracias, por escuchar mis palabras, por tenerme en cuenta y por rescatarme de una vez por todas, de las garras del mal, dándome tu adorada protección, por siempre.
ASÍ SEA +
Ahora agradezcamos al Señor su ayuda, y el perdón de nuestros pecados, haciendo un Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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