Amados hermanos de Yo creo en Dios, feliz amanecer y una vez más gracias por despertar con nosotros.
Son innumerables las ocasiones en las que nos encontramos solos y vacíos, en las que hemos extraviado nuestro rumbo y andamos errantes, tal vez sin ningún propósito de vida, todo por los ataques del enemigo, que a lo mejor han debilitado nuestra fe y por ende todos los sueños y metas que nos hemos propuesto en algún momento de nuestra vida.
Es por ese motivo que hoy te traemos esta poderosa y milagrosa oración a Jesús nuestro buen pastor y amigo, para pedirle su divina ayuda, para que nos proteja de todo mal y enemigo, para que nos guíe y aumente nuestra fe y nos permita avanzar de manera positiva en todos los aspectos de nuestra vida.
Te invitamos como siempre a hacer esta oración con mucha fe y amor, durante nueve días seguidos, con la esperanza y la certeza de que muy pronto vendrá el auxilio del Señor.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Mi señor Jesús, tú eres el buen pastor en quien confío, en ti encuentro fortaleza y paz, ayúdame a ser prudente en mi actuar y ayúdame en mis debilidades. Señor tú conoces quien soy y sabes que me distraigo fácilmente del camino, por favor regálame la obediencia y la humildad y ayúdame a hacer tu santa voluntad. Átame fuerte a ti y que yo no me resista mi amado Jesús, tú eres el único capaz de transformar mi vida y de renovar mis fuerzas, dulce Jesús de mi alma, dame ánimo para seguir adelante y ayúdame a escuchar tu dulce voz, yo quiero amarte porque eres mi pastor, mi guía y mi salvador.
Señor mío, úngeme con tu Espíritu Santo y tendré la sabiduría y el discernimiento que necesito para seguirte, pues tú eres el buen pastor, ayúdame a afinar mi oído y que pueda escuchar cuando me llames para atender tus preceptos y mandatos. Yo soy tu oveja y tú eres mi pastor el que me guía en mis senderos, el que quita de mi vida todo obstáculo y me ilumina con su luz para no tropezar; Rey mío, gracias por llenar mi vida con tu amor, con tu paz y con tu tranquilidad.
Tú sabes que te necesito Señor Jesús, oriéntame con tu palabra y ayúdame a seguirte con constancia y humildad, porque yo me deleito en tu presencia, aunque haya oscuridad en el mundo, aunque hayan tinieblas yo no temeré y no me perderé, porque tú vas conmigo, tú vas siempre a mi lado, iluminando mis caminos y me haces andar con rectitud y prudencia, y por eso a ti clamo mi buen pastor, porque en tu presencia soy feliz y me siento en un oasis maravilloso, pues tu palabra es manantial de vida eterna y tú eres la fuente de agua de la que quiero beber, a tu lado lo tengo todo, tengo sosiego, calma y serenidad y bajo tu sombra me encuentro seguro y por eso pongo en tus manos todos mis problemas y dificultades que hoy me atormentan:
(Ahora pon en las manos del Señor esos inconvenientes que no has podido resolver)
Mi Amado Jesús, mi buen Pastor, tú eres mi esperanza y la roca que me sostiene, pues de tú boca solo salen bendiciones y amor, quiero que tú seas mi primer y último pensamiento cada día, renuévame Señor y llámame por mi nombre y seré salvo, mi buen Pastor, tú me conduces por fuentes tranquilas y reparas mis fuerzas, jamás temeré al enemigo que busca confundirme porque tú me defiendes, tú eres mi refugio, mi escudo y mi guardián, a tu lado el mal no me alcanzará jamás, el enemigo no asechará mi casa porque tú estás conmigo, tú me librarás de la red del cazador pues grande es tu misericordia.
Tú eres el pastor de mi alma, en quien confío, tú me guías por sendas tranquilas de justicia y de rectitud, y en los días de la tormenta me consuelas y me hablas al corazón, me auxilias y me instruyes y renuevas mis fuerzas, yo tengo fe en ti y en tu palabra y todo proyecto que comience lo pondré en tus manos, pues todo tú lo haces perfecto. Tanto es el amor que me tienes, Pastor mío y Rey mío, que moriste en una cruz por mis pecados, para darme la salvación de mi alma, tú eres el buen pastor capaz de dar la vida por sus ovejas y por eso a tu protección me acojo cada día y te doy gracias porque a tu lado nada me falta.
Hermoso Señor Jesús, limpia mi mente de los malos pensamientos y mis labios aléjalos de las palabras soeces e hirientes, guía todas mis acciones y orienta mis pasos hacia el bien. Amado Jesús yo te necesito para no extraviar mis caminos, tú derrotaste al pecado en la cruz, y desde entonces el mal ya no tiene ningún poder sobre mí, y por eso las tinieblas se disipan y desaparecen cuando tú estás a mi lado. Tú eres mi ejemplo a seguir y el pastor de mi vida, tú eres mi respaldo y mi seguridad y solo a tu lado tengo paz, por eso en este día pongo en tus manos mi vida, la de mi familia y la de todos mis seres queridos, para que nos ayudes a hacer tu santa voluntad.
Tú eres mi pastor y nada me falta, tú provees mi casa de bienes y de bendiciones en abundancia, tú nos das el alimento, el vestuario y todo lo que necesitamos para estar bien y ser felices, tú tienes el poder de pasarme de las tinieblas a la luz, no permitas que me pierda en la desesperanza ni en las exigencias del mundo terreno, envíame un ejército de ángeles que intercedan por mí y me lleven siempre a tu presencia.
En tus caminos quiero permanecer Señor mío y pastor mío, y atender a tus mandatos, deseo escuchar tu voz y seguirte, levántame Señor Jesús que soy tu oveja, abrígame en tus brazos y protégeme, ayúdame a permanecer firme en la fe y en tus caminos, solo a tu lado encuentro descanso a mis aflicciones y tribulaciones. Señor Jesús, dame entendimiento, no permitas que caiga en las garras del enemigo y dame sabiduría para entender tu palabra y ponerla en práctica.
Guíame Señor Jesús y edifícame cada día, que seas tú siempre en medio de mi hogar, en medio de mi trabajo, en medio de mis hijos y donde quiera que esté, pues grande es tu amor y para siempre tu fidelidad, poderoso eres mi Dios, en ti pongo toda mi esperanza, manifiéstate con tu poder y quédate en mi corazón.
Alabado y glorioso Señor Jesús, eres el buen Pastor de mi alma, bendito seas mi Dios, te doy gracias por guiar y apacentar a tu rebaño, gracias por llevarme de tu mano y no soltarme, gracias por cuidarme y protegerme pues yo soy tu oveja y tú mi pastor, gracias por darme paz en todo momento, sosiego y esperanza y por tu infinita misericordia habitaré en tu casa por siempre.
ASÍ SEA +
Ahora haz el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.
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