Hermanos, la prosperidad solo viene de un ser inigualable, nuestro Dios y Señor, que constantemente quiere estar en comunicación con nosotros, a través de su poderoso espíritu, debido a que él es el ser supremo y todopoderoso, con la capacidad de poder ayudarnos en todas las dificultades o necesidades que tengamos; por eso es necesario, orar delante de su presencia con humildad y con un corazón contrito y arrepentido para recibir sus bendiciones.
Recordemos que nuestro Señor obra de maneras misteriosas pero maravillosas en nuestras vidas, y por eso debemos ser obedientes, caminar por sus caminos, guardar sus mandamientos, y vivir a semejanza de nuestro Señor Jesucristo, con eso, siempre seremos agradables ante su presencia y permanentemente recibiremos las gracias que tanto estamos necesitando.
Realiza esta oración cada vez que la necesites, o durante siete días seguidos si tienes alguna urgencia, con mucha fe y respeto, a la espera de que el Señor actúe en nuestras vidas.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Oh Espíritu Santo, tercera persona de la Trinidad, que habitas siempre en mi corazón, tú que conoces todos mis pensamientos, mis dudas, mis tristezas y mis pesares, te pido en este nuevo día, que escuches mi plegaria, la cual hago a ti hoy, con la gran esperanza, de que puedas ayudarme.
Santo Espíritu de amor, acude presto a mi súplica, atiende a mi clamor, sé que tú puedes entenderme y asimismo interceder por mí ante nuestro Padre Todopoderoso, para que tenga misericordia de mí y llene mi ser de solo cosas positivas, mi espíritu de gran esperanza y mi cuerpo de ganas de volverme a levantar y seguir adelante con más entusiasmo que antes.
Bendito Espíritu te pido que por favor llenes mi vida de bonanza, te ruego que me lleves hacia una prosperidad inquebrantable, para que pueda tener de una vez por todas, un equilibrio en mis finanzas, que nunca más me falte el dinero para suplir mis necesidades y las de mi familia, la cual amo y espero siempre proteger.
Amado Espíritu Santo, también te pido que esta prosperidad que hoy te pido, no solo sea en lo económico, sino también en la salud, que mi cuerpo sea bendecido por ti, para que nunca esté en riesgo por enfermedad alguna, que cada cosa mala que pueda habitar en él, sea expulsada y regrese a mí la sanidad y el bienestar, para que cada día pueda levantarme con entusiasmo y gran energía, para asumir el reto de una nueva jornada y pueda salir victorioso, dándole gloria al Señor.
En especial, en este día Espíritu Santo, quiero pedir tu poderosa ayuda, para alcanzar esto o solucionar esta situación que inquieta mi ser:
(Ahora cuéntale al Espíritu Santo tu problema o lo que deseas alcanzar para que te brinde su pronta ayuda)
Amado Espíritu, permite que mi vida se llene de mucha prosperidad, y que a la vez pueda ayudar también a otros hermanos que lo estén necesitando; que la generosidad llegue a mi vida sin restricción, que no me de miedo compartir las bendiciones que recibo a diario del Señor, que me convenza todos los días de tu gran poder, porque tú multiplicas por cien, las buenas obras y la caridad que tenemos con nuestros hermanos.
Espíritu Santo, que nunca falte en mi mesa, ni en la de mis seres queridos, el pan de cada día, el sustento necesario para que en nuestros hogares nunca falte nada, y así no haya conflictos, ni escasez, ni problemas por falta de dinero.
Que tu presencia nunca me falte Espíritu de Amor, que a través tuyo, siempre tenga la fortuna de ser bendecido por nuestro Padre Eterno, que cada día pueda gozar de tu apoyo, de la fortuna de estar protegido por el Señor de Señores, el más poderoso de toda la Creación, que me ama y siempre quiere lo mejor para mí.
Santo Espíritu, con tu ayuda, la peste, la escasez, las carencias o las penurias nunca tocarán a mi puerta, porque tú me defenderás de los ataques del enemigo, siempre serás mi mayor arma ante las envidias, las provocaciones, las negaciones, los celos o cualquier otro embate que quieran hacerme.
Tú eres poderoso gran Espíritu de Dios, por eso siempre estaremos protegidos, siempre y cuando confiemos en ti y en el poder de nuestro Padre del Cielo.
Ahora, desde este momento y con el poder de tu palabra, decreto por el poder de nuestro Señor Jesucristo, que lo que te he solicitado y las bendiciones que te he pedido, se hagan realidad muy pronto en mi vida y en la de mis seres amados.
Que tu poder actúe de inmediato en mí y en cada uno de nosotros, para que nos compenetremos cada vez más con el Señor y que con su gran poder, limpie nuestras vidas de todo mal, de toda enfermedad y de cualquier cosa negativa que quiera atacarnos.
Te doy gracias Espíritu Santo, por escuchar mis súplicas, por escuchar mi oración, y por darme nuevas energías, pues ahora que siento tu presencia en mi vida, desecho todo lo malo y siento que mi ser se renueva gracias a tu poder, gracias a que estás actuando en mí, para convertirme en una mejor persona y alcanzar la felicidad tan anhelada.
ASÍ SEA +
Hermanos, ahora con la presencia del Espíritu Santo, consagrémonos al Señor y hagamos el Credo, un Padre Nuestro, un Ave María y tres Glorias.
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