Estimados hermanos de Yo creo en Dios, son muchos los momentos en los que podemos llegar a estar en peligro, inmediato o potencial, bien sea por enemigos, delincuentes o por catástrofes o desastres de la misma naturaleza.
Por eso, en esta ocasión, te traemos esta poderosa oración, basada en el Salmo 57, para pedir el auxilio y la protección de nuestro Dios y Señor todo poderoso, en esos momentos de angustia o desesperación.
Te animamos a realizar esta oración, cada vez que te sientas en peligro o indefenso, con mucha fe y amor, para conseguir la gracia y protección de nuestro creador.
En el nombre de Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia; porque en ti confía mi alma y mi corazón, y en la sombra de tus alas me ampararé hasta que pasen los quebrantos, hasta que termine la tormenta y pase la destrucción.
Yo clamo a ti, mi Dios Altísimo, tú que me favoreces y que me cuidas siempre.
Te pido, mandes del cielo a tus ángeles, para que me salven de las manos de aquellos que me acosan; envía a mis protectores con todo tu poder, porque son frágil y necesito de tu amparo, envía Dios tu gracia y tu verdad.
Yo duermo rodeado de leones, que devoran a los hijos de los hombres, sus dientes son lanzas y flechas y sus lenguas son espadas aceradas. Pero tú Señor, me fortaleces y haces que mi piel sea impenetrable.
Muéstrate mi Señor, por encima de la tierra y de los cielos, y haz que brille tu luz en toda la tierra y sea tu gloria para siempre.
Padre Santo, mis enemigos tendieron una red en mi camino, y allí querían que cayera; ante mí cavaron una trampa, pero por tu ayuda, fueron ellos los que cayeron dentro. Oh mi Dios, mi corazón está dispuesto, mi corazón está atento y hoy quiero cantar y tocar para ti.
Despiértate corazón mío, despiértate y busca al Señor, en la liturgia y en los coros celestiales, pues hoy me levantaré de mañana y te alabaré mi Dios, para dar testimonio de tu poder, les contaré de tu bondad y de tu misericordia.
Pues tu amor está a la altura de los cielos y tu verdad es infinita, por eso eres y serás glorificado y siempre brillará tu gloria en todos los pueblos y en toda la tierra.
Hoy Señor, necesito de ti:
(En este momento cuéntale al Señor, por qué necesitas de su protección)
Mi Señor, gracias por escucharme, gracias por tu protección, sé que con tu inmenso poder y gracia, harás que salga bien de todas las dificultades y necesidades que tengo, porque tú me amparas y me defiendes de las injusticias, de los peligros y de los ataques del enemigo.
Te lo pido, por la gracia de tu hijo Jesucristo.
Así Sea +
Ahora haz, el Credo, tres Padre Nuestros, tres Ave Marías, y tres Glorias.
Comentarios