Queridos hermanos bienvenidos una vez más a Yo creo en Dios.

En ocasiones debido a problemas o a nuestras pérdidas, nos podemos volver personas melancólicas, depresivas o pesimistas, y esto sucede porque nos dejamos invadir por la tristeza, la amargura, el dolor y la pena; es por eso que debemos pedirle a nuestro amado Jesús, que nos ayude a abandonar estos sentimientos, nos dé mucha fortaleza y nos sane definitivamente de la depresión.

Es muy importante que nuestra mente y nuestra alma estén llenas de todas sus bendiciones, y por este motivo te invitamos a decretar, que solo el amor, la paz y la armonía reinen en nuestro ser por la gracia de nuestro buen Jesús y de esta manera que el enemigo no pueda engañarnos nunca más.

Haz esta oración durante nueve días seguidos, si tienes alguna necesidad en especial, o cada vez que te sientas triste, deprimido o afligido, en espera de la misericordia y sabiduría de nuestro Divino Maestro Jesucristo.

En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.

Amado Señor Jesús, Dios mío, hoy acudo ante ti con desespero para rogarte que me ayudes a superar la tristeza y la depresión que hoy me invaden, pues he pasado por una desilusión y una pérdida muy grande, que ha generado mucho dolor en mi alma y la verdad, ya no quiero vivir más así. Señor, yo sé que tú todo lo haces posible, y por eso te pido que en primer lugar me regales paz espiritual, serenidad, alegría y gozo en mi corazón; ayúdame por piedad a afrontar mí día a día con actitud positiva y con mentalidad ganadora.

Mi Señor, tócame con tu mano sanadora y entra en mi mente, desatando el nudo de la tristeza y de la melancolía que hay en todo mi ser, pues solo tú divino maestro puedes renovar mi vida para no pasar la eternidad como esclavo de la amargura y de los recuerdos dolorosos del ayer; hazme saber que ya no existen, para que pueda vivir a plenitud mi presente.

Deseo Señor, que me des la gracia de perdonar y sobre todo de saber perdonarme, con el propósito de que tus riquezas espirituales se instalen en mi corazón. Amado mío, yo te entrego hoy mis angustias, mis preocupaciones y el estrés de mi futuro, pues el futuro sombrío y poco claro, solo hace parte de mi imaginación y de mis pensamientos negativos, así que en adelante solo quiero recorrer mi camino con pensamientos positivos y la motivación que tú me inspiras.

Mi buen Jesús, por favor te suplico que aumentes mi fe en ti, para que se incremente también en mí, la calma, las bendiciones, la serenidad y la pasividad, cuando me sienta desanimado o preocupado; por favor ayúdame, pues tú eres mi Dios y mi Rey, el conocedor de toda mi vida y por eso pongo en tus benditas manos mi existencia, mis dolencias y todas mis necesidades; protégeme y líbrame del mal si es tu voluntad y de mi parte confiaré más en tu infinita misericordia y en tu grandioso amor.

Divino maestro, yo te imploro que en este momento sea tu Santo Espíritu el que guie y dirija todas mis palabras y mis actos, y que me des la fortaleza que necesito para salir de esta situación y me libres de la melancolía que en ocasiones invade mi ser y me aflige; lléname de tu amor por tu bondad.

Abrígame amado Mesías con tu misericordia y establece en mi corazón el propósito de creer en tus promesas con firmeza y sin titubeos, para no estar más triste y en soledad. No permitas que las voces de la duda y de la desesperanza se instalen en mi cabeza, pues debo confiar en que tú no me abandonas y estás siempre a mi lado para acompañarme, porque tú eres un Dios bueno, lento a la cólera y rico en clemencia.

Señor Jesús, por favor sáname y ayúdame a no escuchar las voces engañosas del mundo que me infunden temor y miedo, y que me hacen creer que estoy solo, pues yo sé que tú estás siempre conmigo, tú eres el único que todo lo puede y el único que vive y reina por siempre y no hay nadie más que sea omnipotente y omnipresente como tú.

Mi amado Señor Jesús, mi dulce salvador, quédate siempre en mi vida y ayúdame a recordar que, si el mundo me aborrece, tú me amas, y que si aún mi familia y mis amigos me llegaran a abandonar, tú nunca me dejarías.

Bendito Redentor, derrama sobre mí, paz, amor, sabiduría, salud, felicidad, y firmeza de carácter, pues yo creo que tú puedes sanarme de mi tristeza y de la depresión si la tuviera, porque tú eres el Rey del universo, mi Salvador y el dueño de mi alma; tú sabes los dolores y angustias que en mi corazón se anidan y sabes el porqué de mi sufrir, por eso ayúdame te lo suplico:

(Pídele a nuestro amado Jesús de todo corazón, que te sane de todo aquello que te hace sufrir y padecer y te aleje de la tristeza y la melancolía que hoy te invaden).

En el nombre de mi Señor Jesús yo llamo el gozo, el amor y la paz para que habiten en mi corazón y que tus palabras de esperanza se establezcan en mi vida. Yo declaro que tú eres mi libertador y el que vive y reina por siempre, tú eres mi pastor y el que me permite descansar en verdes praderas junto a aguas de reposo, y por eso decreto que la tristeza y la melancolía ya no tienen ni tendrán nunca más lugar en mi vida, porque desde hoy y por siempre solo tú señor Jesús estarás en mi corazón.

Por el poder de tu Santo nombre, reprendo todo pensamiento de tristeza y abatimiento, y pongo en tus benditas manos mi mente, mi voluntad y mis emociones, para que tú las dirijas y sean de acuerdo a lo que tú quieres para mí.

Divino maestro, por piedad, ya que solo tú puedes sacarme de la tristeza y la depresión, líbrame también de mis enemigos y destruye todo aquello que me aflige; ten misericordia de mí y llévame de tu mano por sendas de bien, de verdad, de justicia y de amor.

Santísimo y alabado señor Jesús, dueño de mi alma y de mi corazón, gracias por redimirme de mis pecados en la cruz y por hacerme libre de nuevo por el poder de tu sangre.

AMÉN +

Ahora un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria.

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