Amados hermanos de Yo creo en Dios, que en este día reciban las bendiciones y la protección, de nuestra amada Virgen de Guadalupe.
Todos nosotros normalmente cargamos con problemas o inconvenientes, que normalmente nos afectan en todos los aspectos de nuestras vidas, y la mayoría de veces, intentamos resolverlos sin tener éxito, pues no pedimos la ayuda divina, que el cielo está dispuesto a brindarnos.
Por ese motivo, en esta ocasión, te traemos esta bendita oración a nuestra amada Virgen de Guadalupe, para pedir que nos de su milagrosa ayuda, para que todo mejore en nuestra vida y podamos nuevamente avanzar en todo lo que necesitemos.
En un momento de tranquilidad, desde el fondo de tu corazón, haz esta dulce oración, durante nueve días seguidos si tienes alguna petición en especial, o durante el tiempo que la necesites, confiando en la gracia y en el poder, de nuestra amada Virgen María.
En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Amada y adorada Virgen María, como todos te llaman con cariño, “la morenita de Guadalupe”, te saludo con todo el amor de mi corazón en este nuevo día, para rendirme a tus benditos pies, y decirte que necesito de tu ayuda con suma urgencia.
En primer lugar mi amada Virgen, quiero suplicar tu auxilio, para que el Padre Celestial, me conceda el perdón de todos y cada uno de mis pecados, de mis faltas y de mis errores, pues él conoce más que nadie, incluso más de lo que puedo recordar, de todas esas iniquidades que he llegado a cometer en mi vida, de los que me he arrepentido, pero sobre todo, de los que he simplemente pasado por alto, y nunca he pedido perdón, pero que tarde o temprano, sabía que iban a afectar mi vida, y de los cuales hoy por fin, me arrepiento de corazón y a conciencia.
Virgen excelentísima de Guadalupe, hoy llego ante ti, para exponer todos los pesares que tengo en mi alma, pues son muchas las dificultades y los problemas que por lo general me atormentan y no me dejan vivir en paz, por más que lo intente, pues cada día afronto el mundo sin ayuda alguna, y nuevamente me equivoco, pues sin la ayuda y bendición de nuestro Creador, todo se vuelve vano, y por eso quiero en este momento, acudir a tu dulce misericordia, para que me ayudes a resolver todas mis dificultades con la bendición de Dios, en especial, con esta situación que no me deja tener tranquilidad:
(En este momento, conságrate a nuestra querida madre del Cielo, la Virgen de Guadalupe, y pide la ayuda que necesitas)
Madre mía, en este momento tan especial, dejo todas mis desdichas en tus manos, pero también dejo puestas todas mis esperanzas, pues lo que más anhelo desde este bendito momento, es que todo en mi vida cambie para bien, que todo lo que hasta el momento me ha salido mal, sea transformado con tu enorme poder, con la bendición de tu hijo Jesucristo, nuestro Señor y Salvador, que las bendiciones que tenga mi Creador, las reciba a través tuyo, para que mi vida por fin encuentre la paz, el amor, la dicha y la prosperidad.
Compasiva madre mi adorada Virgen de Guadalupe, tú sabes que por medio de esta oración, te estoy hablando con el corazón, sabes que realmente quiero que mi vida y todo mi ser, se transformen, que en primer lugar, siempre tenga presente a Dios nuestro Señor en mi vida, para que sea él, el que me ilumine y guíe para tomar siempre las mejores decisiones, para saber expresarme o callar cuando lo necesite, el que ponga un corazón más humano en mí, que pueda sentir, que pueda amar y que pueda respetar a los demás.
Confío mi amada Virgen María, que con tu inmenso poder y con tu mediación, de ahora en adelante todo será mucho mejor, donde había oscuridad, llegará la luz, donde había incertidumbre, habrá claridad, donde había discordia, habrá paz y amor, y en general todo entrará en equilibrio para que mi vida pueda tener el rumbo correcto.
Mi Virgen de Guadalupe, de igual manera te pido por todas las personas que me interesan, por mis seres amados y queridos, los cuales también necesitan de ti y de nuestro Dios, en sus corazones, por favor ayúdalos, bendícelos y nunca los abandones.
Gracias mi venerada protectora, gracias por escuchar mi humilde ruego, anhelo que muy pronto traigas a mí, todas las bendiciones que te pido, pero sobre todo deseo, que siempre estés a mi lado y que nunca te apartes, de mi vida.
ASÍ SEA
En el nombre de nuestra inmaculada Virgen de Guadalupe, hagamos ahora el Credo, un Padre Nuestro, tres Ave Marías y tres Glorias.
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